Epílogo

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Ocho meses después:

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Ocho meses después:

—¡Solo un poco más señorita! —Grita la doctora dándome aliento —¡La segunda nena ya casi está!

Pujé con todas mis fuerzas, haría lo que fuera para ver a mis niñas sanas... Si, niñas. Recuerdan a los "mellizos" pues no son "nenes" son "nenas" y la primera a nacido estable según la doctora. La segunda, bueno, está en proceso

—No te preocupes Jin, estoy aquí para ti —Susurra Arthur cerca de mi oído, haciéndome sentir mejor

El me había acompañado todos estos meses aquí, al ser el padre le habían permitido hacerlo

—Ya está aquí —Anunció la señora, que ahora tenía a mi segunda hija en brazos

Me relajé por el cansancio transpirando varias veces. La mujer se acercó y me tendió a mis dos hijas.

Una tenía mi color de ojos, su pequeño cabello también era igual al mío, pero sus rasgos faciales, eran de su padre. La otra, igual a la anterior ojos verdes, cabello rubio pero a simple vista se veía que sus rasgos eran los míos

—Son nuestras nenas —Aseguró Arthur esbozando una gran sonrisa —¿Como se llamarán?

Eso es algo que yo tenía muy bien pensado para este momento

—La de ojos azules será Elena —Señalé a mi hija

—¿Elena? —Pregunta confundido

—Significa: La mujer que brilla junto al sol, es perfecto —Hice una pausa, el pareció entender —En cuanto a ti —Esta vez miré a la otra —Serás Ezra, su significado es: Fuerza. Para mi es algo muy significativo, porque fue todo lo que necesité para salir de..."allí"

Arthur dejó un beso en mi frente, seguido de hacerlo con las dos pequeñas

—Ya nada podrá haceros daño ahora

Pero eso era algo imposible, porque una vez que sientes felicidad, los problemas tocan tu puerta

Un mes y medio después...

Arropé a las mellizas, estábamos listas para volver a casa. Arthur había estado trabajando y nos había pagado los gastos médicos, le debo mucho

No se que pasará de ahora en adelante pero quiero criar a mis hijas junto ha él

Un hombre alto con uniforme de policía entra

—¿Señorita Austen? —Me llamó

Solo asentí

—Lamento informarle la pérdida de sus padres. Fueron víctimas de un accidente premeditado —Anunció

Mi mundo se derrumbó, quería llorar, pero no, no debía quiero ser fuerte

—Se que ahora es madre —Continuó —Pero usted no puede cargar con las dos señorita —¿Qué decía? —"Ese" lugar, creó varios trastornos en su cerebro, su cuerpo no es suyo, además de que las transfusiones de sangre casi no logran hacerse gracias a ello —Suspiró —Lo mismo con su novio, deberán asistir a un especialista pagado por el estado, además de que cada quien quedará con una nena —Terminó

No, no yo no podía abandonar a mis hijas, a ninguna de las dos. ¿Por qué?. Yo pensé. Yo creí que empezaba a ser feliz

—¿Qué piensa Arthur de esto? —Fué lo único que pude pronunciar

—Aún está protestando respecto a esto, pero necesito que entienda, quedarse usted con las dos agravaría la situación usted necesita un trato con el especialista, incluso con una ya es difícil —Trató de calmarme —Su acompañante se quedará con la otra y una vez que todo acabe, nos aseguraremos de reunirlos

Ya no sería igual, yo lo sabía, él lo sabía. Esto es lo más difícil que haré en toda mi vida, mis padres ya no estaban, debía dejar a una de mis hijas. ¿Cuando seré feliz?. ¿En qué momento acabará todo?

Inspiré profundo

—Llame ha Arthur —Demandé

El policía asintió e hizo una seña con la mano a otra persona detrás de él. En menos de un minuto, lo tenía ahí

Me abrazó, lo hizo como se que nunca nadie más lo haría, entonces confíe en sus palabras

—La vida de estas personas ya nos unió una vez —Me dijo tocando su pecho —Dejémos que sean ellas ahora las que nos unan en un futuro

Esta vez, si derramé lágrimas estas no eran de rabia, alegría o dolor, eran alivio, ese que hace mucho no sentía

—Te amo mi lobo —Esta vez, lo había oído

—Te amo mi Conejito —Correspondió

Lo besé por última vez, suave y calmado, sin querer que acabe nunca. Le entregué a mi nena de ojos verdes, dándo un último beso en su pequeña frente

—Cuida de papá, Ezra —Susurré y ella pareció entender, porque seguido de esto me dedico una pequeña sonrisa

Agarré a Elena en brazos. Su padre le dió también un último beso. Prometimos volver a vernos y así sería

***

New York 10:07 am

El viaje había sido tedioso pero valía la pena, estábamos aquí, en casa, el apartamento no era muy grande, pero si suficiente para dos. Elena había estado durmiendo todo el camino, solo se había despertado unas pocas veces para comer

¿Qué estará haciendo Ezra ahora?

¿Tomará leche de fórmula?

Suspiré

—Creo que nos quedan muchos años aquí —Susurré más para mi misma

Empezaré por cambiar nuestros apellidos, muchas personas conocen nuestro caso, estaremos más seguras y fuera de peligro si lo hago

En fin

La tortura se ha acabado, al final, me conformé con ser lo que ahora soy:

Perfectamente imperfecta

。Perfectamente Imperfecta。 [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora