Capitulo 9

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                                        RUSLAN

Una chica me trae la bebida, la coloca en la mesa frente a mí, mientras tengo la mirada fija en la rubia que baila en el tubo. El cuerpo de la rubia en bastante voluminoso, lleva puesto un conjunto de cuero de fantasía color rojo, mallas color negro, y tacones de punta muy altos, es una mujer despampanante.

El timbre de mi móvil interrumpe mi observación, veo el nombre de Hamza en la pantalla.

–¿Qué rayos quieres?,– contesté con un rugido.

–La carga fue enviada.– informa.

–¡Maldición!. Para eso me llamas.

–Si, también para informarte que se han escuchado rumores.

–Hamza, lo que sea que me quieras decir tendrá que esperar.

–Pero...

–¿Es de vida o muerte?.– pregunté sin dejarlo hablar.

–No, pero...

–Entonces no me moléstes.– interrumpí de nuevo,– Estoy muy ocupado.– dije finalizando la llamada

Mire a mi alrededor, observando todo el lugar, sin duda está en su máxima capacidad, todos los clientes con las bocas abiertas, fascinados con las chicas, cada mesa con su propia bailarina.

– ¿Qué haces aquí?.– preguntó una voz a mi espalda.

Esa puta voz la conozco.
¡No puede ser!, ¿Qué no puedo tener una noche para mi?.

–Lo mismo que tú.– respondí con sarcasmo.

–No lo dudo.– dijo sentándose junto a mi.– No deberías estar aquí.

–Ah, no?. Y puedo saber ¿porqué?.
Mis ojos se centraban solo en las curvas y movimientos de la rubia.

–Estás casado.– dijo tomando mi mano y poniéndola frente a mi,  obligándome a ver mi anillo de bodas.

Su aliento apestaba a licor, era evidente de que había estado bebiendo antes de venir a joderme la puta vida.

–¿Desde cuando tengo que pedirte permiso para venir a follar?. Además, Si mal no recuerdo tu también estás casado, hermano.– la última palabra la pronuncié con desprecio.

–Tienes razón. Pero al menos yo no estoy de luna de miel. No estoy casado con una hermosa joven, y tampoco tengo el placer de disfrutar de su estrecho coño. Porque de ser así, te aseguro que en este momento estuviera metiendo mi polla en su coño en lugar de buscar placer con las putas de este lugar.
¿Qué puede ser más placentero que un coño joven y estrecho?.

Tense la mandíbula.

–No vuelvas hablar sobre el coño de mi esposa.– exigí con severidad.

Kerem ladeó una sonrisa burlona.

–Tranquilo hermanito, no te alteres, solo fue un simple comentario.– palmeó mi hombro.

–No me interesan tus putos comentarios,– sacudí mi hombro,–no vuelvas a mencionar nada sobre mi esposa. ¿Entendido?.– exigí con más severidad.

–Y si lo hago, qué?– Dijo en ese tono desafiante que tanto odio.

La ira me nubló, Levante mi puño con rabia contra él, pero me detuve en el acto.

–Vaya, vaya, ahora los patos le tiran a las escopetas.– dijo con burla.– gran imbécil.– rugió lanzándose contra mi, empuñando el cuello de mi camisa,– La próxima vez que vuelvas a empuñar tu mano contra mi espero que tengas los suficientes huevos para golpearme. Un Oztürk no va por la vida amenazando, un Oztürk actúa como un verdadero hombre.– escupió, dándome un fuerte puñetazo que logró reventar el revestimiento interno de mi mejilla. El sabor metálico de la sangre invadió mi boca, escupí. Kerem se puso de pie, agarró la copa con whisky, después de beber por completo toda la bebida lanzó la copa con furia contra el suelo. Lo que hizo que la rubia detuviera su sensual bailecito.

Inocencia en la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora