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La madre de Hyunjin había ido a visitarle ese día, así que Hyunjin busco una buena receta en internet y cocino para su madre y su pequeña hermana, quien iba también ya que extrañaba mucho a su "Jinnie".

-¿Cómo has estado, cielo? -la señora comió un poco de su hamburguesa, Hyunjin jamás había visto a su madre comer algo así, pero quería que probara algo nuevo.

-Agotado... pero bien, hice un amigo hace poco y me ha enseñado un poco sobre cocina, es increíble -dijo con una sonrisa, Minho había estado enseñándole a preparar cosas básicas para mantenerse vivo- ¿Qué tal las cosas en casa?

-Como siempre, tu padre ahora es más estricto con Jungwon y Yeji, sobre todo con Jungwon, quiere que tus hermanos estudien en casa para que no tengan que convivir con la gente "normal" -hizo un ademán con las manos.

-Mamá, perdona que te diga esto, pero ¿porque sigues con él? -Dahyun miró su comida- No tienes porque estar soportando nada de lo que él te diga o te haga, no creas que no sé.

-Ay Hyunjin, tú sabes que tú abuelo me obligó a estar con él, era por el bien de la familia, nos íbamos a quedar en la calle.

-Lo sé, mamá. Pero el abuelo lastimosamente ya no está en este mundo, queda en ti si quieres seguir con él o alejarte, te hace daño.

El padre de Hyunjin siempre le alzó la voz a su madre, la humillaba cuantas veces podía y a veces la encerraba sin derecho a cena, cualquiera que se quejara, tendría el mismo castigo pero duplicado.

-No quiero ser nada en la vida, hijo. Ser la reina me mantiene ocupada -Hyunjin miró su plato.

[•••]

Las risas de ambos chicos sonaron por todo el departamento, nuevamente Minho le mostraba a Hyunjin cosas nuevas de cocina, el objetivo de hoy, era que el alto pudiera preparar huevos fritos sin que se le rompa la yema, todo un reto para alguien que jamás había cocinado algo así.

-Es sencillo, Hyun. Solo cuida la forma en la que rompes el huevo -rompió uno como demostración- Así.

Minho había caído en cuenta que Hyunjin no sabía nada de la vida, y aunque este último no le había contado nada, pero no debía indagar mucho para saber que en efecto no sabe cocinar, apenas sabe lavar su ropa y las compras no le salen como le gustarían, sin embargo, Hyunjin hace su esfuerzo y aunque no lo parezca, es demasiado bobo.

Hablemos un poco de Minho, quien a sus veinticuatro años de edad, le toca lidiar con unos padres insoportables, en el sentido de que ambos se metían sustancias al cuerpo y luego violentaban a su primogénito, Minho siempre estuvo decidido de salir de ahí, y cuando lo logró, ellos dieron con su paradero y ahora se adueñaron del departamento que tanto le costó conseguir al castaño.

-Mierda... -susurro Hyunjin al sentir el ardor del aceite en su piel, cosa que hizo salir a Minho de su mente.

-¿Estás bien? -Minho tomó su mano, no sin antes apagar la estufa- Ven, hay que dejar que le caiga agua fría -lo jalo hacía el fregadero, abriendo la llave y dejando que el agua corra por su dedo afectado.

Había silencio, hasta que el ardor pasó un poco, entonces Minho fue a buscar en su bolso una pomada que siempre cargaba con él, por si acaso, y esta vez sirvió de mucho, colocó un poco con mucho cuidado y luego Hyunjin se percató del enorme moretón de Minho cargaba en su muñeca, parecía una gran lesión.

-¿Qué te paso? -tomó con cuidado sus manos, luego frotó un poco y le miró, sus ojos reflejaban miedo y no tardo en acumular agua en estos- ¿Quién te hizo esto?

-Hyunjin yo... -el menor tomó su mejilla para limpiar la primera lágrima que deslizó por ahí, por primera vez en años se sintió a salvo- Yo tengo que contarte algo.

Fue entonces donde Minho rompió en llanto tras contarle el constante abuso que vivía por parte de sus progenitores y de cómo habían días en donde pensaba que no despertaría.

-Sabes que aquí puedes quedarte, ¿cierto?

-Gracias por eso... -Hyunjin volvió a tomar sus manos observando con detenimiento, parecían golpes con un palo- Lo hizo mi padre, con una espátula de cocina, me hiere con lo que más amo...

-Quédate hoy aquí, mañana vamos a tu casa y recogemos tus cosas esenciales, tomamos a tus gatos y comienzas una vida aquí -le propuso.

[•••]

Eran ocho y cincuenta de la mañana, Minho vio a sus padres salir, así que con ayuda de Hyunjin, empacó la mayoría de sus pertenencias, se mudó en menos de una hora y transportó a sus tres gatos a casa de Hyunjin, se encerraron en el departamento con todos los seguros que tenía la puerta, no es como que sus padres supieran que estaría ahí, pero quería evitar cosas.

-Me siento como un delincuente, pero necesitaba salir de ahí, me salvaste, Hyun.

-Todos necesitamos salir de nuestras realidades para comenzar nuevas historias.

Minho sintió sus mejillas arder cuando aquel chico alto lo abrazó de la nada, se sentía reconfortado de alguna manera, no conocía casi nada de ese chico de cabellos negros, pero él sentía una conexión grande y se aferraría a sentirse cómodo, Hyunjin es la definición de sanar y reconstruir.

-Bueno, como primer paso, vayamos a organizar tu nueva habitación -lo tomo de la mano con mucho cuidado y lo llevo- Mira, es amplia, aquí puedes acomodar las torres de los gatos, y no te preocupes por la arena, podemos acomodar eso en el baño de servicio que está en la lavandería -le sonrió- Tengo que comprar más cobijas, pero supongo que con estas estarás bien, en la noche enciendo la calefacción como pudiste darte cuenta.

-Gracias...

El espacio se sentía hogareño, Hyunjin se sentía como estar en casa.

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¡Buenaasssssss!
Aquí les dejé el capítulo dos, intentaré subir otro mañana, aunque no prometo mucho.

Liz <3

Prince Hwang -HyunHo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora