004 - Un año difícil.

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Ryujin g!p.

"Eso es, salta

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"Eso es, salta... Más, vamos..." La voz ronca y demandante de Ryujin causó que su centro se aferrara con más fuerza a su polla y el azote que le dio en el culo la animó a brincar más fuerte. "Buena chica", la apremió, tomando uno de sus pezones con el índice y el pulgar para apretarlo y tirar de él, haciéndola gemir.

No hacía ni una hora que Yeji había conocido a aquella chica de melena corta y chaqueta de cuero, pero en el instante que ésta comenzó a coquetearle al oído con su voz aterciopelada, supo que era exactamente lo que necesitaba para sentirse mejor.

La razón por la que había acabado en un bar de mala muerte a las tres de la madrugada tenía que ver con su mejor amiga, la misma de la que había estado enamorada la mayor parte de su vida y que le había mandado una invitación de boda aquella misma tarde.

Lo que más le dolía, sorprendentemente, no era el hecho de que fuera a casarse con su alto, atractivo y adinerado novio, había tenido el tiempo suficiente para digerir eso. Lo peor es que ella había sido de las últimas en enterarse porque Jisu se había distanciado muchísimo de ella. Ahora su círculo social más cercano estaba conformado por un grupo de petardas ricas con las que se dedicaba a salir de compras y probar restaurantes inalcanzables para los bolsillos de Yeji.

No sólo debía despedirse de sus sentimientos por ella, sino, además, de su amistad.
Pronto descubrió que un par de copas aliviaría el dolor, pero que necesitaba algo más para consolar su orgullo y evadir su mente.
De esto último se ocuparía una veinteañera de mirada decidida y sonrisa maliciosa.

Esa aura peligrosa había engatusado la atención de Yeji como una telaraña a una pobre mosca.

"Calma, jodida mierda", gruñó Ryujin en un susurro que le resultó de las cosas más atractivas que su oído podría percibir en su vida, y después hundió dos de sus dígitos en su boca para que los chupara. Yeji se sintió abrumada al encontrarse llena por más de un agujero y volvió a contraer su vagina, haciendo sisear a su reciente amante. "Si nos ven..."

Sus palabras junto a una helada brisa que enredó los mechones de su flequillo en sus pestañas, la ayudó a recordar que estaban follando al aire libre. El cielo estaba libre de luna y las estrellas eran imposibles de ver debido a la contaminación lumínica de la ciudad.

Estaban sentadas sobre los restos de un muro de ladrillos inacabado, en la parte trasera del antro en el que se habían conocido hace poco.

"Si nos ven" continuó Yeji su advertencia, tomando los dígitos babeados de Ryujin para darles besos y lametones, "...deberán darnos las... las gracias, porque debemos vernos tan... Mgh... tan bien... ¡Dios, sí!"

Ryujin apartó los mechones de la cara enrojecida y sudada de Yeji para ponerlos tras su oreja, dedicándole una sonrisa ladina que la incitó a dejarse caer sobre su miembro duro con más fuerza. Ryujin se tuvo que morder el labio inferior ante el nuevo ritmo brusco, pues la fricción que sus paredes vaginales le otorgaban a su longitud cada vez que Yeji brincaba, era deliciosa.

𝖲𝖧𝖮𝖮𝖳! ─ 𝖱𝖸𝖤𝖩𝖨 𝖲𝖬𝖴𝖳.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora