007 - Alivio.

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Ryujin g!p, relato corto.

La entrada de Yeji, empapada tras la larga espera, se contraía con la intención de ajustarse a algo

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La entrada de Yeji, empapada tras la larga espera, se contraía con la intención de ajustarse a algo. El hormigueo entre sus piernas se había expandido por cada rincón de su cuerpo y se sentía sensible y entumecida.

Llevaba semanas sin verla y tenía el rostro enterrado en su cuello para poder ahogarse en su aroma. La estaba apretando por la nuca contra su nariz y su boca mientras mordía su hombro porque la necesidad de meterse bajo su piel le causaba dolor físico.

No era consciente de hasta dónde podían llegar sus reclamos y caprichos, pero tenía los latidos de su corazón retumbándole en los oídos y las mejillas cubiertas de lágrimas por la mezcla de frustración, ansia y rabia. Se sintió como si hubiera olvidado cómo comunicarse y le dolía la garganta tras tanto grito en vano.

Ryujin la apretó contra su cuerpo.
La tenía desnuda a pesar de que estaban en su coche, aparcadas en algún descampado que Yeji no se había molestado en intentar localizar. Se sentía bastante desorientada consigo misma como para plantearse nada más a su alrededor.

Su boca fue invadida por la lengua de Ryujin y otras cuantas lágrimas calientes rodaron por sus mejillas, a la par que sentía la punta de su miembro entre sus pliegues empapados. El calor y el escozor de su glande abriéndose paso en su coño junto a los movimientos de la lengua de Ryujin en su boca, la dejaron desplomada sobre ella.

La sensación de vértigo la azotó y tuvo que clavar sus uñas en la piel de Ryujin para no marearse. Ryujin lo notó y apretó sus dedos sobre la carne de su cintura blanquecina. La acercó todavía más a sí misma y su polla entró un poco más en la humedad ardiente de su entrada.

"¿Por qué te cuesta tanto pedirme las cosas?" Ryujin le habló contra la boca en un tono profundo, sus ojos oscuros irradiaban una intensidad que a Yeji le quemaba.

Su coño se apretó con fuerza alrededor de su grosor mientras seguía descendiendo para tomar un poco más y frunció el ceño con los ojos cerrados. La siguiente lágrima que liberó fue de puro alivio y Ryujin pudo sentirlo en su largo suspiro, así que tomó su rostro con ambas manos y limpió los rastros húmedos que sus lágrimas habían pintado por sus mejillas con los pulgares, tomando sus labios con los propios nuevamente.

El beso continuó a un ritmo lento a pesar de que ambas estaban inclinando las cabezas para explorar mejor sus bocas. La serenidad de sus movimientos no les impidió morderse ni chuparse los labios en profundidad, sacándose gemidos mutuamente mientras la polla de Ryujin seguía adentrándose en la entrada de su chica.

Ryujin tenía planeado volver a reprocharle y regañarla tras el explosivo encuentro y su berrinche de bienvenida, pero se quedó mirando cómo se le deshacía en los brazos con la intromisión de los últimos centímetros de su miembro.

Parecía agotada. Cansada de pensar demasiado, de esperar. Le dolió el pecho cuando sus ojos rasgados se abrieron, dejando a la vista el brillo de la humedad en estos, y la observó con total tranquilidad. Yeji volvió a besarla en los labios, un beso suave y húmedo, y luego la abrazó con la fuerza que le quedaba en el cuerpo.

Ryujin hundió la nariz en sus brazos y sintió su piel suave en la punta de ésta y su delicioso aroma corporal. No era consciente de lo mucho que había extrañado su tacto, su olor. Había sido un mes tenso y difícil, ambas lo habían pasado mal, así que soltó todos sus rencores como quién deja caer las maletas al llegar a casa.

El brillo dorado del inicio de la puesta de sol le daba un toque anaranjado a la piel de Yeji que contrastaba de una forma increíble con su melena pelirroja.

Ryujin apretó fuerte su cuerpo, rodeándola con los brazos, y alzó las caderas para comenzar a bombear su longitud dura en su interior. En cuanto se movió, sus paredes vaginales reaccionaron ante el placer, ajustándose con fuerza a su alrededor, y Yeji le gimió agudamente al oído con cada bombeo.

Sintió que le ardían los ojos tanto como su intimidad por la abrupta sensación de alivio y tranquilidad que estaba experimentando al estar enredada con su novia, pudiendo respirar su perfume, sintiendo su pelo haciéndole cosquillas en la mejilla, su suave cintura bajo sus brazos, meciéndose...

Yeji torció la espalda, pero, para sorpresa de su chica, no sé arqueó como lo hacía normalmente, sino a la inversa, con la intención de tomar más de la polla de Ryujin con su coño, de amoldar más su cuerpo al de ella.

Ryujin lo notó y arañó levemente su espalda al tratar de pegarla más a ella. La humedad de Yeji había aumentado tanto que podían oír entre gemidos el chapoteo húmedo del miembro bombeando en su cavidad.

El hormigueo que había tenido mareada a Yeji, se fue concentrando en su vientre, obligando a su coño a contraerse con más constancia hasta ser preso de los espasmos. La polla de Ryujin se tensaba y latía en su interior con cada una de esas bruscas pulsaciones que parecían querer exprimirla.

Los gemidos subieron de intensidad a la par que el bombeo a medida que fueron llegando al éxtasis y ambas se hicieron heridas con las uñas mutuamente ante la llegada de sus bastos orgasmos.

Ryujin dejó reposar la cabeza sobre el brazo con el que su novia le rodeaba el cuello mientras ella aún se balanceaba con su miembro dentro, que comenzaba a estar flácido pero que aún le causaba una deliciosa sensación con el semen como lubricante.

Finalmente, ambas se quedaron allí, abrazadas e intercambiando besos y lametones, como dos gatos lamiéndose las heridas.

Yeji siguió sin hablar, pero ambas sintieron que las cosas volvían a estar en su lugar.

Y que ellas estaban también, al fin, en dónde les correspondía estar.

Estoy ñoña y cansada y me da pereza corregir, juro que lo haré luego

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Estoy ñoña y cansada y me da pereza corregir, juro que lo haré luego. :') (mentira, se me va a olvidar, pero tengo buenas intenciones).

Cuidaos mucho porfis.
Bsito. ‹3

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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