002 - ¿Me recuerdas?

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Ryujin g!p.

Desde el comienzo de la adolescencia de Ryujin, los veranos y las fiestas en la piscina habían dejado de ser divertidos

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Desde el comienzo de la adolescencia de Ryujin, los veranos y las fiestas en la piscina habían dejado de ser divertidos. Se obligaba a llevar pantalones y camisetas anchas que taparan lo suficiente su pelvis, que lo disimularan lo mejor posible.

La mayoría de las personas no estaban al tanto de lo que la muchacha tenía entre las piernas, porque tampoco es que su sexualidad fuera asunto de todos, pero las escasas personas que se enteraban de su condición, reaccionaban siempre con sorpresa.

Ryujin ya no se preocupaba por tener que presenciar una reacción negativa, no después de aquella vez en la que, cuando aún no oficializaba su lesbianismo, salió con un chico por curiosidad y un pequeño accidente con sus refrescos acabó destapando su secreto: tenía polla. Y aquel chico acabó convirtiendo la cita en una sesión terapéutica de tres horas, porque la de Ryujin era más grande que la suya.

Así que, el mero hecho de que se sorprendieran, ya causaba una incómoda sensación en Ryujin. Estaba harta de tener que aclarar algo que tenía que ver con su intimidad, de advertir a las personas con las que salía como si fuera algo de lo que avergonzarse y prevenir. Y claro que entendía la posición de aquellas personas que se quedaban anonadadas, por eso mismo solía enfrentarse a ello aunque no le agradara.

Ella sólo quería un descanso, alguien que, por una vez en su vida, actuara con la normalidad de las que el resto de las personas podían disfrutar. Sin pudor, sin preguntas incómodas.

La primera persona que se encargaría de darle la vuelta a la situación para sorprenderla a ella, llegó a su vida durante el verano que daría por finalizada su etapa estudiantil.

La primera vez que la vio, Ryujin se encontraba limpiando la piscina de sus padres, abrasada bajo el sol veraniego y muerta de ganas por quitarse la camiseta ancha. Y así lo hizo; se puso derecha y tiró de la prenda para quitársela por la cabeza. No sé percató de su presencia hasta que ya se había quedado en top y bermudas.

Lo primero que la diferenció de todo el espléndido verde que era el jardín vecino, fue su larga melena pelirroja y rizada. Parecía un león incendiado y su piel aún no había sido besada por el sol, pero, por la forma en la que se encontraba recostada en la tumbona, llevando tan solo un bikini verde, parecía ser su objetivo.

Ryujin se preguntó si una piel tan pálida podría dorarse o simplemente se inclinaría más a un rojizo vivo, como el de sus mejillas.

No supo muy bien cómo actuar cuando, en lugar de encontrarse con sus ojos, se topó con una gafas de sol oscuras que le impidieron descubrir si estaban realizando contacto visual.

Al menos tenía la cabeza girada y bastante fija en su dirección y no había nada más que observar a espaldas de Ryujin.
No supo si fue porque acababa de finalizar al fin el infierno estudiantil o si fue porque tras tantas horas ahí le había dado una insolación de caballo, pero, por primera vez, decidió que no solo le iba a dar igual que la miraran y analizaran, sino que además lo disfrutaría.

𝖲𝖧𝖮𝖮𝖳! ─ 𝖱𝖸𝖤𝖩𝖨 𝖲𝖬𝖴𝖳.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora