009 - Quedada de Amigas.

730 27 27
                                        


Ryujin g!p (...)

Cuando las luces de la sala comienzan a apagarse, la figura sentada en la butaca de al lado se ensombrece hasta casi desaparecer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando las luces de la sala comienzan a apagarse, la figura sentada en la butaca de al lado se ensombrece hasta casi desaparecer. En la oscuridad puedo apreciar que Shin Ryujin se gira a mirarme y antes de que la enorme pantalla de cine la bañe con su brillo, puedo adivinar su expresión cómplice de emoción.

Como aseguraba, sus ojos brillantes y su sonrisa ansiosa me contagian la ilusión de esos primeros segundos de inmersión.

Me encantaría disfrutar el momento, pero es demasiado difícil concentrarme en algo que no sea la presencia de Ryujin. Tengo ganas de llorar; al fin puedo respirar tranquila.

No puedo sentirme más alivia por tenerla cerca después de estos últimos meses de inentendible distanciamiento. La preocupación y la incertidumbre me han tenido tan tensa que aún siento los músculos cansados y entumecidos, pero no lo suficiente para evitar que desee estrecharla entre mis brazos.

Lo justo sería darle la misma atención al resto de mis amigas, quererlas a todas por igual, sin embargo mi amistad con Ryujin siempre ha ido un paso mas allá y tras ésta mala época, al fin finiquitada, no podríamos estar más unidas.

"Yeji, dame chocolatinas", susurra Chaeryeong a mi derecha, interrumpiendo mi conexión visual con Ryu. "Ésta aspiradora ya se ha comido mis palomitas..."

Jisu, que está siendo acusada por el índice de Chaeryeong, se lleva las manos al pecho con esa habitual elegancia suya. Podría haber ido al cine en pantalones de pijama y con una camiseta manchada de su padre y seguiría resultando refinada.

Yo alzo las cejas y miro a Jisu boquiabierta.

"¿Ya? ¡Ni siquiera habían empezado los anuncios!"

"Ésta cerda me las ha puesto delante a conciencia", me replica, señalando a Chaeryeong, quien la ignora y casi se acuesta sobre mi regazo para alcanzar el otro bote de palomitas. "¡Siempre hace lo mismo: intenta saciarme con lo que menos le gusta a ella para poder comerse lo mejor sin dejarme meter la zarpa, con la excusa de que le he quitado lo primero!"

En su aplastamiento para encontrar las chocolatinas -y tras llevarse además un paquete de Doritos que Ryujin pretendía no soltar-, Chaeryeong me latiga con su melena rubia en la cara y me clava el codo en el muslo. Yo me quejo, pero cuando me mira como una psicótica hambrienta, cierro la boca y me acerco a Ryujin, quien me rodea los hombros con un brazo y se ríe en mi hombro.

Podría derretirme ahora mismo sobre ella.
Cómo la he echado de menos.

"Ese cuento podría ser verdad si tu estómago no fuera un puto agujero negro sin fin", gruñe Chaeryeong, y Jisu le sigue renegando por lo bajo y le quita el paquete de Doritos para abrirlo.

Ante nuestras risas y riñas, oímos que alguien nos chista, y Ryujin le da un codazo en las costillas a Yuna, que está sentada a su otro lado.

"¿En serio? ¿Nos mandas callar? Yuna, aún estamos en los anuncios."

𝖲𝖧𝖮𝖮𝖳! ─ 𝖱𝖸𝖤𝖩𝖨 𝖲𝖬𝖴𝖳.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora