Cap 9: Grieta

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Mientras esperan, Uriel ve como su ahora compañero comienza a caminar con la intención de alejarse.

Uriel: ¿A dónde vas?

Jacket: A buscar al Diablo ¿No me escucharon antes? Dije que me entregare a él

Uriel: ¡Tú le perteneces a padre...!

Jacket:
...No estoy muerto aun

Preocupado, Uriel quería evitar que aquel Trono se fuera tanto a los brazos del demonio como de su alcance.

Uriel: Te sacrificas sabiendo que él se lo buscó y este es su destino

Jacket:
¿Ustedes no pueden darle una oportunidad a un alma arrepentida?

Uriel: ¿Sabes si realmente lo está?

El chico no fue capaz de responderle al arcángel.

Uriel: Si haces un trato con el Diablo hay grietas y es probable que el destino de aquel mortal sea este lugar. Si le prometieron algo, lo que sea, créeme que no se lo darán como espera

Jacket: Debe haber una forma de cambiar eso, de usar esa grieta a nuestro favor

Uriel: ¡M-Miguel sabe más de eso que yo... solo, quédate aquí y esperemos!

Jacket:
¿...Y te haces llamar arcángel?

Aquello molesta a Uriel, su cabello y marcas comienzan a brillar y eso atrae a varios esbirros quienes querían atacarlos.

-...

Jacket retrocede cuando ve a estos seres, a pesar de las ansias por atacar que tenían, deciden no hacerlo y abrirle el paso a su señor.
Tanto él como Jacket se miraron uno sorprendido, el otro confiado.

-El Trono que busco... no bajó mediante mi seguidor...

Jacket: ...No, fue por voluntad propia para que dejes a Joan en paz. Con esto... él habrá cumplido con su parte del trato

Uriel: ¡N-No importa lo que hagas, él se llevara a quien intentas ayudar!

Los muchachos miran a Uriel quien sentía que no se podía controlar.

-¿Bajaste con este arcángel? Que amable de su parte venir sin las manos vacías

Se percatan que el Diablo se refería a la llave que el arcángel tenía como colgante.

Uriel: Miguel... ¡Date prisa!

Pensaba el muchacho. Su hermano Miguel había ingresado al infierno de la Lujuria, miraba a sus alrededores con asco.

-...

Ve a un tanto apartado un cuerpo que brillaba débilmente, fue suerte que haya podido ver aquel brillo el cual le avisaba que se trataba de un ser celestial. Estaba colgado por unas simples cuerdas y apenas sus pies podían tocar aquel suelo. Se lo escuchaba suspirar, se lo veía temblar y sudar, estaba muy débil. Miguel se le acerca hasta verse frente a él, aquel sujeto amarrado levanta la cabeza y ambos se miran un momento en silencio.

Miguel: ...Ya veo, has sido tú quien robó mi espada

Se trataba de Jhad, el serafín capturado.

Miguel: Te haría todas las preguntas necesarias para juzgarte aquí mismo, pero no dispongo del tiempo así que solo hare una... ¿Dónde... está mi espada?

Jhad: Por favor, b-bájame de aquí... todo mi cuerpo duele... necesito... que me liberes

Miguel da un suspiro, toca las cuerdas y al instante estas desaparecen, transformándose en polvo dorado. Jhad cae y aún seguía temblando intentando levantarse.

Miguel: Volveré a preguntar ¿Dónde está mi espada?

Jhad:
Fue... destruida por el demonio principal de la Lujuria, él puede... absorber las fuerzas de otros seres... infernales y celestiales

Miguel, al oír eso no se sorprende, pero sí de ver que alguien se acercaba por detrás del rubio.

Jhad: No me quedan fuerzas, necesito... salir de aquí ¡sácame de este lugar...!

Miguel da un par de pasos hacia atrás y el rubio voltea para ser de inmediato tomado del cuello por Asmodeo y penetrado con brusquedad.

Jhad: ¡A-Ayúdame...! No, no puedes... abandonarme...

Comienza a gemir temblorosamente y a dejar de pedir ayuda. El arcángel, aun sin decir o hacer nada, observa aquel acto sexual y como Jhad iba retirando su expresión de espanto para mostrar uno más pervertido, un rostro que mostraba placer y lujuria.

Miguel: Esta arruinado. Este serafín... ¿...?

Se vienen dentro de Jhad y este, cae al suelo agotado y suspirando boquiabierto. Tanto Miguel como Asmodeo se miran y este último se pone de pie y camina lentamente hacía su nuevo visitante.

Jhad: ¡...Espera, sigue conmigo... quiero más...!

Jhad pedía seguir teniendo sexo con aquel demonio, débilmente extendía una de sus manos para intentar alcanzarlo sin éxito y aun así no se daba por vencido.

El Diablo se acerca a Uriel pero Jacket se interpone.

Jacket: Es a mí a quien buscas, tú lo has dicho ¿Lo recuerdas? Llévame contigo y terminemos con esto... ¡...!

La llave de Uriel es intencionalmente colocada en la espalda de Jacket, y este comienza a sentir como su cuerpo no pierde el tiempo y comienza a liberar gran parte de sus poderes como Trono, su apariencia ansiaba cambiar por recibir tan gran privilegio. Pero el muchacho, confundido solo escucha:

Uriel: Por favor, cuida de mí hasta que Miguel regrese

Jacket: Oye, estoy aquí por Joan, quiero que él lo deje en paz

-Bien, si me atacas, lo traeré aquí. Pero si atacas a esos ángeles que vinieron contigo, lo perdonare ¿Tenemos un trato?

Uriel: ¡No hagas un trato con él, ya te lo dije! ¡Es el Diablo, jamás cumple en su totalidad lo que ofrece...!

-...Hablas mucho hermanito...

Varios demonios impacientes, van hacía ellos y al lanzarse al ataque, Jacket los golpea con sus puños, los cuales estaban siendo rodeados por gruesos anillos de luz. Este se sorprende.

Jacket: ...No sabía que podía hacer esto...

Uriel: ¡Vienen más!

Jacket sigue defendiendo a Uriel puño tras puño a aquellos demonios, entrando en calor retira su campera y camisa. Se sentía confiado de que podía vencerlos a todos. El demonio se ve serio.

-No aceptas mi trato...

Jacket: ...Tengo uno mejor. Deja a Joan y me detendré

El demonio se molesta, se notaban venas en su rostro y brazos, su cabello crece lentamente y sus ojos brillaban de un intenso rojo.

-...

Miguel sabía que no era lo suficientemente fuerte para aquel demonio principal, la mayor parte de su poder podía liberarla a través de su espada.

-...

Asmodeo lo mira directo a los ojos y el arcángel de inmediato se pone de rodillas.

Miguel: Este demonio absorbió mucho poder. Tanto que con su mirada... ¿Me dio una orden...?

Intenta mirar diferentes partes del cuerpo de Asmodeo. Esperando detectar en donde es que su espada se encontraba, pero vuelven a hacer contacto visual.

-¡...!

Con sus manos en el suelo, el castaño sentía su cuerpo arder y comienza a suspirar y sudar.

Miguel: ...No debo... caer en la tentación. Vine por mi espada... mi hermano espera... y le dije... que esto será rápido... ¿...?

El demonio principal, con su mano izquierda lo toma del rostro y obliga a que los siga viendo, pero Miguel se resistía, miraba a cualquier otro lado menos a ese ser. Entonces, siente aún más del poder que le corresponde en esa misma mano. Sorprendido y sin demorarse, con ambas manos toma el brazo de Asmodeo y comienza a tirar de él desesperadamente.

-¡...!

Lo arranca, Miguel, con una gran fuerza le arranca el brazo y el demonio retrocede tomándose de la herida, sin expresar aunque sea un poco de dolor lo mira serio, ve como su brazo arrancado comienza a brillar de un intenso amarillo y a tomar forma de una espada, la espada de Miguel.
Este, al recuperar su arma libera sus alas y retrocede para salir de ese infierno.

Por otro lado, Jacket seguía defendiendo a Uriel y parecían tener una gran ventaja debido al Trono, tanto así que el demonio comenzó a dar pasos atrás, pero aquella suerte no iba a durar mucho.

-...Ugh

Uriel ve al Trono detenerse e inclinarse.

Uriel: O-Oye ¿Qué sucede?

Jacket: Esas voces... de nuevo. Creí que ya no volverían a molestar pero...

Se toma de la cabeza con una de sus manos y cae arrodillado sin dejar de quejarse.

Uriel: ¿Voces? Esas son las voces de miles de millones de almas de mortales. Los Tronos pueden oírlas y tener información para brindarle a padre. Tienes que transformarte. Por eso desperté todo el poder en ti, para que termines tu transformación y puedas vencer a este sujeto...

Jacket: ¡N-No! ¡Yo quiero entregarme a él y liberar a Joan!

-¡Uriel!

Este mira a su espalda y ve llegar a Miguel con su espada en manos, los hermanos se sonríen pero el demonio aprovechó ese descuido. Su cabello, que había crecido bastante, va deprisa hasta Uriel y lo rodea. Se empiezan a oír desesperantes suspiros del arcángel y antes de ser cubierto por completo este se quita el collar con la llave y la lanza hacía su hermano. Miguel, asombrado, va deprisa hacía ellos y se detiene en seco al escuchar el impactante ruido del crujir de huesos. Jacket también lo oye y ve lentamente al Diablo que se pone frente a él y con una sonrisa macabra le extiende una de sus manos.


Mientras tanto, Joan, en su habitación, no dejaba de revisar su celular, esperando un llamado o mensaje con el comunicado, se apoya contra la pared y da un suspiro. Mira su reflejo en la ventana y observa que no estaba solo, Asmodeo estaba detrás de él saliendo de la pared y este toma al rubio, tapándole la boca y juntos desaparecen de la habitación.





Capítulo 9

Seventh Heaven 4 Special (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora