Aquel corto viaje lo dejó inconsciente por un momento, Joan abre sus ojos y observa el ambiente. Se oyen gritos a lo lejos, suspiros y gemidos cerca de él, calor sofocante, una gran habitación sin muebles, con paredes oscuras y grietas escarlatas, neblina fucsia y el suelo era como estar en una gigantesca cama, parecía no tener fin y su sábana era de tela de seda, la más suave jamás creada por un mortal aun si hubiese nacido para ello.
-...Ugh...
Entre quejas, se toma de la cabeza y antes de que pudiera hacerse la pregunta de qué pasó o dónde se encontraba, nota su mano y con ella su otra mano, luego, se sienta y aterrado mira su cuerpo mientras toca su rostro. Su tez se había vuelto rojiza, sus uñas filosas y negras, tenía el cabello más claro y cuernos que salían de su frente, sus pendientes también se habían oscurecido, su ropa había desaparecido, su cuerpo dolía y ardía, apenas podía moverse sin importar la fuerza que haga, el ambiente era muy denso, como si una gran energía lo quisiera en ese estado. Apenas se quiso poner de pie y volvió a caer, con sus rodillas y manos en el suelo de seda, esa pose dejaba al descubierto una no muy clara cola demoniaca que salía detrás de él y un par de pequeñas alas demoniacas que salían de su espalda.
Joan suspiraba boquiabierto y se veían sus colmillos filosos, sus ojos oscuros y queriendo brillar de un intenso fucsia.
Joan: ¡¿...Por qué estoy aquí?! ¡Este es el infierno y se supone que yo no...! ¡¿Por qué sucede esto?!
Pensaba. Había ignorado si había alguien cerca hasta que escucha:
-¿Ah? ¿Tengo un nuevo compañero de juego aquí?
De inmediato mira, reconoce aquella voz y se asombra, pero se sentía incapaz de poder hablar.
Joan: ¡¿J-Jean?! No... ¿Por qué estoy en el infierno de la Lujuria? Algo... algo salió mal... ¿Algo sucedió con el pacto que hice con el Diablo? ¡Tiene que... haber una explicaci...! ¡¿...?!
Jean lo toma de los hombros e impulsa a que se acueste boca arriba, pero el ahora demonio Joan se resiste y solo pudo sentarlo. Jean no se demora en ponerse a su lado, masturbarlo suavemente con su mano derecha y lamerle el pezón derecho.
Joan: ¡N-No, Jean detente...!
Varios demonios de todos los tamaños van hacia ellos y ven aquella escena que los estaba incitando a unirse, masajean sus entrepiernas mientras eso dos "jugaban".
Joan: ...Mi apariencia, él... no sabe que soy... ugh, tengo que... hacer que se dé cuenta. Pero... ¡¿Por qué me siento tan débil?! ¡¿Por qué no puedo ni siquiera hablar...?! ¡...!
Aumentan la velocidad para que se venga ya que su miembro delataba que estaba a punto de hacerlo.
Joan: ¡D-Detente, por favor... no, no sigas... voy a... suel...tame!
Pensaba y presionando sus dientes se viene en gran cantidad, da un suave y largo gemido, sus piernas tiemblan exageradamente y tras venirse se deja caer.
Entre suspiros, mira como Jean de inmediato se pone sobre él y al revés.
Jean: Tu lames el mío, y yo el tuyo...
Joan no podía cerrar su boca por los suspiros que daba y aquello fue aprovechado, ambos lamían el miembro del otro y Jean mira a los demonios sin detenerse. Estos admiraban aquel espectáculo con el nuevo y eso le gustaba al rubio, con su mano derecha mete dos de sus dedos en el recto del recién llegado y este solo podía quejarse e intentar respirar.
Joan: I-Idiota, eso duele ¡Date cuenta con quien estás haciendo esto...! ¡Tengo que salir de aquí, esto es una pesadilla!
La velocidad aumenta y en poco tiempo ambos se vienen dentro de la boca del otro. Jean es el primero en tragarlo todo y luego se lame los dedos mientras mira a su compañero.
Jean: Siento que se derrama ¿Eres nuevo en esto? Debes tragarlo todo como yo~
Joan: ¡N-No, no quiero, por favor...!
Pensaba el muchacho y al sentir que se ahogaba debía hacerlo quiera o no.
-¡...!
Siente como vuelven a golpear su garganta y se asusta.
Jean: ...Hazlo bien esta vez
Joan, lagrimeando cierra sus ojos y movía sus piernas en desesperación, toma a Jean de las piernas intentando sacárselo de encima sin éxito. Solo sentía que se ahogaba mientras lo oía gemir y dichos sonidos iban en aumento.
Jean: Miren todos, estoy violando su boca...
Presiona el abdomen de Joan para poderse mover más rápido y gemía más alto los demonios se acercan más y se vienen tanto en el rostro como en el cuerpo de él quien sonriendo abre la boca y saca su lengua mientras también se viene en la boca de Joan y este traga desesperado tanto como pudo.
Joan: ¡S-Sácalo, sácalo ya!
Pensaba seguido de tener arcadas, con uno de sus puños golpeaba el suelo débilmente y allí uno de los demonios toma del cabello a Jean y lo saca de allí, para tirarlo al suelo boca arriba, lo desnuda por completo y lo penetra sin ser gentil. El rubio grita de placer y abraza con las piernas a aquel ser infernal.
-...
Entre suspiros y aun escuchando las risas pervertidas y gemidos de Jean, Joan ve como otros demonios se acercan a él con la intención de tener sexo.
Joan: ...Jacket...
Piensa mientras se acercan más a él.
Joan: ...A-Ayúdame
Jacket seguía contemplando aquella mano y su cabeza aun dolía, cierra sus ojos y sus marcas de Trono brillan más.
-Vamos ¡Toma mi mano!
Exclama el Diablo, pero escuchan a Miguel gritar tanto de tristeza como de furia, se había puesto la llave como colgante y no podía retener el llanto tras haber perdido a uno de sus hermanos. No pude ver si algo había quedado de él ya que cuando el cabello del demonio volvió a su largo normal, no había nada donde vieron a Uriel por última vez.
Entre tantas voces, Jacket logra escuchar la de Joan pidiendo por ayuda, y se asombra.
Jacket: ¡¿J-Joan?!
Aquel brillo en su cuerpo comenzaba a arder.
-Dije... que tomes... ¡Mi man...!
Exclama el Diablo y allí mismo Jacket desaparece dejando en el suelo polvo dorado.
-...Tsk ¡¿A dónde se fue?!
Miguel: No te preocupes por él, preocúpate por ti...
Tanto el Diablo como Miguel se miran molestos, este último lo señala con su espada lentamente.
-¡J-Ja! El tiempo ha pasado y ustedes ya no ven la pelea como una opción. No vas a enfrentarme
Miguel no responde, mantenía su seriedad sin secar sus lágrimas.
-Absorbí mucha fuerza de Uriel. Definitivamente no pelearas con alguien que posee a uno de tus hermanos más preciados
Miguel seguía escuchando en silencio.
-¿Qué harás si no tienes permitido pelear? ¿Para eso recuperas tu patética espada? Lo único que ahora tienes permitido hacer aquí son rezos. Ya lo has hecho antes pidiendo por mi redención, y lo repetiré ¡Un Dios no necesita redención!
-...
Tras oír eso, el arcángel cierra sus ojos y baja su espada.
Miguel: ...Lo recuerdo bien, pero esta vez no iré por ti como lo solicitó padre. Y si, nos prohibió enfrentar con violencia a tu mundo hereje. Créeme, no lo haré...
Guarda su espada.
Miguel: Voy a debilitar este lugar de manera que te sientas humillado
-¿...?
Miguel: Ofrecer a este infierno la redención a través del arrepentimiento. No importa el rango del demonio, todos sentirán arrepentimiento y al pisar las puertas del cielo serán perdonados y transformados en seres celestiales. Y como has dicho, un Dios no necesita redención, así que te quedarás en un infierno inestable solo. Cada alma que baje a este lugar sentirá arrepentimiento y se irá de nuestro lado...
Aquello sorprende al demonio y Miguel, sin dejar de sonreír cálidamente se envuelve a sí mismo con sus propias alas, brilla y desaparece.
El demonio, cae arrodillado y furioso golpea el suelo con uno de sus puños.
Capítulo 10
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Seventh Heaven 4 Special (+18)
Short StoryUn retirado seguidor del Diablo conocido en su ciudad como Oráculo del Descenso regresa. Su último ritual resultó ser un desastre en donde casi muere. Fue salvado por el Diablo pero con una condición...