Cap 3: Trampa

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Entre quejas y solo, Joan se toma de la herida que había recibido en el ritual el cual falló. Su sangre caía cada vez más y más. Veía borroso, sabía que iba a morir y era cuestión de tiempo.

-...

Nota que había alguien de pie frente a él, y con la vista aún más borrosa intentaba ver de quien se trataba.

-Le dedicaste tu vida a esto. Ahora dime ¿Qué quieres hacer?

Joan: No quiero... morir. No... ¡No quiero morir...!

Mientras corría, recordó su último ritual.

Joan: ¡No quiero morir! ¡Tú no vas a llevarme!

Aquella tarde no demoró en ser una cálida noche y entre suspiros, el rubio se inclina para retomar el aire y mira que no solo había llegado, sino que no había nadie en ese callejón.

Joan: ...No esta. Debí suponerlo. Ese maldito Belfegor me las va a... ¡¿...?!

-¡Miren quien volvió!

Desconfiado, voltea y ve a cinco hombres.

-Debo admitir que ese cambio de look te sienta muy bien Jean

Joan: ...Ugh ¿Enserio me están confundiendo con...?

Pensaba. Uno se le acerca y pasa su brazo por detrás, como si lo conociera de antes.

-¿Por qué tan callado Jean?

-¿Acaso nos olvidaste? Éramos tus mejores y más recurrentes clientes

-Te ves con más volumen. Has trabajado bien las partes que más nos gustan de ti

-¿Volverás a tu trabajo en el Club?

Quien lo abraza le toma de su mano derecha y lo incita a tocarle la entrepierna.

-...Te hemos extrañado mucho

Los demás se le acercan.

Joan: O-Oigan, se están... confundiendo de persona. Yo no soy...

Le ponen las manos encima y él intentaba salir. Entonces.

-¿...?

Ven una luz amarilla brillar detrás de ellos y confundidos miran.

-¿Y eso qué es?

Dicha luz se vuelve más intensa y ven muchos ojos abrirse. Los sujetos se impresionan y asustan, salen corriendo y uno de ellos empuja a Joan. Sea lo que sea se iba a entretener con él y eso fue lo que pensaron al tirarlo al suelo.
Joan voltea y también se asusta, pero su cuerpo no hacía más que temblar. Entonces, la luz desaparece de repente junto con aquellos ojos y un poco de polvo brillo iba esparciéndose, dejando ver un cuerpo humano.

Joan: ¿...Jacket?

Apenas suspirando, el peli rojo se mira sus manos y tanteaba su cuerpo. Luego ve a Joan y se sorprende.

Jacket: ...Viste eso ¿Verdad?

Joan:
¿V-Ver qué?

Luego ven partes del cuerpo del peli rojo brillar. El rubio se pone de pie.

Jacket:
Creo que esto no es normal...

Se quita su abrigo y camisa para mostrar sus brazos y torso. Podían verse diferentes líneas doradas liberando brillo.

Jacket: Mira, aquí puedo mostrarte mejor. A veces estas marcas en mi cuerpo brillan y no sé por qué

Joan: Idiota, eso es porque eres... un momento. Este chico ¿...No sabe lo que es? ¿No tiene idea que es un Trono? Los que se ganan semejante puesto son personas que dedican su vida Dios ¿Cómo es posible que alguien tan ordinario como él...? No, no puedo sacar ninguna teoría aún. Yo solo sé del infierno

Pensaba el rubio mientras observa como Jacket seguía mirándose confundido las marcas en su cuerpo. Se le acerca para verlo bien y dichas marcas brillan más. El peli rojo comenzó a sentir cada vez más calor en su interior.

Jacket:
E-Espera, n-no te acerques

Joan: ¿Qué? Oye solo quiero verlos bien... ¡¿...?!

En ese momento, los ojos del rubio se vuelven rojos y brillantes, sintió temor ya que se trataba del Demonio quien lo estaba queriendo controlar.

-Joan, estás perdiendo el tiempo...

Joan: ¡¿Qué haces?! ¡Deja mi cuerpo!

Tomando control de su cuerpo, obliga al rubio a desnudarse allí mismo.

-El cuerpo de ese chico está liberando poder y por medio de ti lo voy a absorber

Mientras eso ocurría, Jacket lo mira sorprendido y sus ojos comienzan a brillar como antes, sus manos tiemblan e intentaban terminar de desvestirse.
Colocándose de espaldas contra la pared, Joan mira inseguro y sonrojado a aquel chico.

-Mira esos ojos Joan. Ese inmenso poder que posee rebosa en él y tú me debes bastante. Si te demoras, yo apresurare las cosas

El Diablo estaba sentado con sus piernas y brazos cruzado y con sus ojos cerrados, de esa manera se comunicaba con quienes podía.

-Cumple con tu parte... o te mato

Aquello asusta más al rubio y antes que pudiera decir algo es tomado por detrás y lentamente penetrado.

Joan:
Duele... pero... se está conteniendo

Jacket: N-No quiero... hacerte daño...

Tanto Joan como el Demonio se sorprenden. Jacket lo da vuelta y levanta para continuar su encuentro, y cuando ambos hacen contacto visual el Demonio abre sus ojos y se toma la cabeza, como si hubiese recibido un golpe empieza a sentir mucho dolor y luego siente sangre caer.

-...

Se mira su mano, sus ojos y cabeza sangran.

-Tsk, increíble. Ese chico... ugh, ya no puedo comunicarme con Joan

Se apoya en el respaldo de su asiento, estaba molesto.

Joan: ...Ya no está doliendo...

Los gemidos pasan a ser suaves hasta quedar en suspiros. El rubio lo toma con ambas manos del rostro. No quería dejar de verlo y aquel brillo en los ojos del peli rojo iban perdiendo intensidad.
Joan sentía aquel encuentro más llevadero, las caricias recorrían todo su cuerpo, los besos y lamidas también e incluso suaves mordidas.

Jacket: T-Tengo... que detenerme ¿...?

Vea Joan negar con la cabeza y eso lo hace aumentar la intensidad, el rubio le clava las uñas.

Joan: Se ha vuelto un dolor placentero. Jamás creí que esto... se sentiría tan bien. Lleva levantándome mucho tiempo, es muy fuerte...

Se sonroja más.

Joan: Él es... muy cálido ¡...!

Con un suave gemido siente como llenan su interior y él también termina. Las marcas desaparecen y Jacket baja con cuidado al rubio.
Se miran y los suspiros se oían menos.

Jacket: Lo siento...

El rubio le acaricia una de sus mejillas.

Joan: ...No, yo lo siento...

Las piernas le temblaban y antes que pudiera dejarse caer Jacket lo sujeta.

Joan: N-No sé qué fue lo que hiciste, pero me ayudaste a que no me controlaran...

Jacket: ¿De qué hablas?

Vuelven a mirarse.
Por otro lado.

Belfegor: ¿Podrías leer esa parte?

Lele: Ugh ¿De nuevo? Cada vez que hablamos me das sueño. Así nunca podré aprender

Del lado del infierno, aquel Demonio Principal estaba sentado en su cama haciendo movimientos con su índice derecho en las sábanas, como si estuviera escribiendo algo.

Lele: Sé que mientras más hablo contigo más consumes mi alma

Belfegor: Te lo compensare

Lele:
Si claro, con más horas de sueño

Belfegor: Hay personas que matarían por ello... ¿Y si te lo pido por favor?

Lele: Bien, bien...

Mientras Lele hacía caso a la petición de Belfegor, este movía sus labios como si lo leyera también y cuando finalmente termina, lo que simulaba escribir comienza a brillar.

Belfegor: Gracias cariño. Ahora duerme un poco ¿Si?

Lele:
Pero te dije que...

De inmediato bosteza y se duerme. El Demonio de la Pereza sonríe y se mete dentro de sus sábanas y aquel bulto que formaba desaparece.

Amenadiel: Bien, mientras Joan hace el trabajo podré ocuparme de otros asuntos. Y mi hermano no se ha comunicado conmigo. Parece que todo marcha bien...

Apaga las luces de su hermoso hogar el cual parecía una mansión, donde el negro y el violeta abundaban. Se desviste y desabrochando su pantalón se sienta en su cama.

Amenadiel: Me gustaría que Belfegor se comunicara conmigo. Las noches donde hablamos siempre me dan un buen descansar... su compañía es...

Se acuesta y pone ambas manos en su cabeza. Cierra sus ojos esperando oír algo pero.

-¡¿...?!

Alguien se mueve entre sus sábanas y eso lo alerta levantándose de inmediato.

Amenadiel: ¡¿Quién está ahí?!

Voltea para tomar una daga de uno de sus cajones y al volver a mirar se sorprende.
Ve a Belfegor sentarse tras salir de las sábanas.

Belfegor: Ah~ Te ves mucho mejor a cómo te describías

Amenadiel: ¿...Belfegor?

Belfegor: ¿Recuerdas como te dije que me llamaras?

Le responde levantando lentamente su índice derecho a la altura de su boca.
El peli negro sonríe y guarda aquella daga.

Amenadiel:
Lo siento Jhaddiel...

El muchacho de cabello claro mira a su alrededor y queda maravillado con el lugar.
Se levanta lentamente y camina un poco tocando delicadamente las paredes, los muebles y marcos del lugar.

Amenadiel: Es un mundo nuevo para ti. Digo, llevas mucho tiempo en tu infierno

El Demonio de la Pereza asiente y voltea. Lo ve sentarse en la cama y decide ir con él. Pero el peli negro piensa.

-Que él haya podido venir aquí... pueden significar dos cosas. O el infierno está lo suficientemente fuerte como para dejar que estos seres salgan, o que se ha debilitado más al punto de no poder contenerlos en sus lugares...¿...?

El muchacho le da espalda y se sienta sobre él.

Jhaddiel: Es aquí donde me abrazas y te alegras de verme

Amenadiel observa el cuerpo que tiene aquel chico y se sonroja demasiado, tenia bastante de lo que él consideraba abundante, entonces cierra sus ojos intentando no ser obvio.

Amenadiel:
Tienes demasiado

Jhaddiel: ¿Y no te gusta?

Amenadiel: No dije eso...

Con una leve sonrisa le toma de las manos al peli negro y hace que pueda tocar su pecho. Ambos se miran.

Amenadiel: No tienes idea de cuánto ansiaba esto

Jhaddiel:
¿Y qué esperas para demostrármelo?

Se dan el primer beso de esa noche y Amenadiel no demora en manosear aquel tentador, suave y pálido cuerpo. Hasta lo confundía con el de un ángel o alguien más superior e inalcanzable.

Amenadiel: No te tendré piedad. Haré que te sometas a mi infierno especial









Capítulo 3

Seventh Heaven 4 Special (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora