Cap 11: Traición

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Al quedarse solo, el Demonio escucha a alguien acercarse a paso lento.

-...

Era Asmodeo, quien llega tomándose de su herida, su amo se pone de pie.

-Serás de los pocos que me quedarán... ¿Hiciste lo que te pedí?

Asintiendo, el demonio principal regresa a su infierno y su amo le sigue.
Ambos observan a Joan, con un gran demonio detrás de él, quien lo levanta y abre de piernas para penetrarlo, lo mismo hacían con Jean.

-...

El demonio se acerca a Joan y ambos se miran.

Joan: P-Por favor... dime... d-dime que hice mal...

-Tu objetivo bajó en compañía de arcángeles, los cuales han decidido terminar de arruinar mi reino. De todos los arcángeles con lo que pudo haber bajado, trajo a Miguel. Entonces, si uno piezas, te has estado tardando en enviarlo porque planeaban esto...

Joan: ¡...N-No! ¡Te-Te equivocas! ¡Yo jamás...!

Lo embisten con más fuerza y debido a sus propios gritos no podía seguir hablando. Las pocas fuerzas que había logrado juntar para poder hacerlo iban a sus gritos.

-¡...Cállate! ¡No oiré ninguna otra palabra que pueda salir de tu boca! Nuestro trato queda cancelado por no cumplir con tu parte. Ya estás muerto

Joan: ¡¿Q-Qué?!

Piensa el muchacho, solo podía ver a aquel sujeto como se había enfurecido con él. Luego miraba a su hermano y presiona sus dientes entre lágrimas.

-Claramente irías al infierno de la Envidia, pero todo esto han dejado débil al demonio de este infierno. Y tú te encargaras de reparar este daño. Con tu cuerpo y en especial con uno de tus brazos.

Joan: ¿Uno... de mis brazos? ¿Acaso va a...?

Mira al demonio de la Lujuria el cual se toma de su herida y le sonríe. El ahora demonio Joan entendió que le arrancarían uno de sus brazos para sanarlo. Terminan dentro de él y sin soltarlo ven como goteaba el recto del muchacho.

-No solo serás útil para eso...

Dice el oji rojo, con ambas de sus manos lo toma del pecho y al presionar un poco se puede ver como de sus pezones salía líquido blanco.

-Parece que eres el único aquí que puede lactar. Serás quien se encargue de alimentar a mi hijo en cuanto nazca. Tu madre... iba a ser mi Lilith, no es de sorprenderme que hayas heredado uno de esos dones...

Lo suelta y abandona aquel lugar.

-...

Tras llegar a su asiento, el lugar donde podía comunicarse con los que podía, decide hacerlo para saber sobre su Lilith. Pero al cerrar sus ojos para ver a través de los de este...

-...

Tiene como primera imagen el torso desnudo de Amenadiel sobre él y escucharlo suspirar, baja la mirada y ve como este lo tomaba de las piernas a Jill y las mantenía abiertas con una mano y con la otra le acariciaba el pecho y abdomen.

Amenadiel:
Jill, eres hermoso...

El Diablo presiona con fuerza sus manos en su asiento, muerde su labio inferior lleno de furia, tanta que se puede apreciar como un hilo de sangre comenzaba a caer y abre sus ojos.

-...Tú... también...

Se oían suspiros en otra parte del infierno, Jacket, al tener sus poderes libres por completo, comenzó a mostrar cambios en su apariencia, cada vez se iba pareciendo más a un ser celestial, a uno de los Tronos que servirán a Dios por siempre. Su cuerpo pesaba y cada vez se movía más lento.

Jacket: Tengo que sacar a Joan de aquí, antes de que me transforme por completo...

Él sabía que era cuestión de tiempo y también se había dado cuenta que Joan estaba en aquel lugar. Cada pensamiento de él hablando le estaban guiando, pero no podía apresurarse debido a su condición. Se esforzaba en oír su voz e ignorar a los demás.

-...

En la gran habitación de Amenadiel, él estaba teniendo sexo con Jhaddiel en lugar de con Jill, pero lo acostaron sobre el rubio al muchacho para que el oji morado fantasee con la idea de que en verdad lo hacía con Jill. El demonio principal cubría su boca con una de sus manos y con la otra tomaba las sábanas con fuerza. Amenadiel presionaba bruscamente los pezones de Jill quien gemía suave por ello, también lo toma del cuello y besaba o lamía diferentes partes del cuerpo del peli negro. Sentía como si de verdad estuviera abusando del muchacho.
Se viene y se siente fuera de control. Mueve a un costado a Jill para centrarse en su amante.

Jhaddiel: ¡Eso es! ¡Déjate llevar! ¡Despierta el poder hay en tí...!

Lo presiona con más fuerza, tanto en sus piernas y muslos como en su pecho y abdomen.

Jhaddiel: ¡Él es muy fuerte! ¡Duele!

El Diablo vuelve a mirar desde los ojos de Jill y puede ver aquello. Al demonio principal de la Pereza fuera de su infierno y siendo amante de quien tanto confió, su hermano.

Miguel:
...Te quedarás en un infierno inestable...

Recuerda las palabras del arcángel y sonríe.

-No estés tan seguro de eso, rehíce este lugar cuando bajaste la primera vez, y puedo volverlo a hacer

Al terminar su encuentro. Amenadiel volvía a vestirse, lo mismo hacía Jhaddiel quien mira a Jill y le acaricia una mejilla.

Jhaddiel: Te has portado muy bien Jill. Cariño ¿Crees que podamos adoptarlo?

Amenadiel: ¿Adoptarlo dices? ¿Por qué haríamos algo así?

Jhaddiel: ...Porque yo quiero ser tu Lilith

Amenadiel lo mira sorprendido y el Diablo escuchaba y veía todo.

Jhaddiel: Para serlo, solo debo tener lo necesario y así puedas tener a tus hijos conmigo. Tu eres hermano del Diablo y así como él tiene a su Lilith, tú también deberías tenerlo . Si lo que voy a hacer funciona, bueno... será fácil destronarlo~

Amenadiel:
¿Qué planeas?

Jhaddiel: La próxima vez que nos veamos, tendré útero

Sonriendo se cubre en las sábanas para retirarse de aquel lugar. Amenadiel da un suspiro y sonríe levemente a Jill.

Amenadiel: Adoptarte... je, puedes vestirte Jill

Ambos se miran y el oji morado no sabía que estaba mirando a los ojos a su hermano.

-Eres un traidor

Piensa el demonio quien se pone de pie nuevamente.
Mientras tanto.

Lele: ¡Al fin...! Descifre este rezo... tsk, ese demonio, dijo que me compensaría con más descanso y solo me ha quitado el sueño. Ugh, hizo todo lo contrario...

De la cama de Lele, se escucha a Belfegor salir y hablarle.

Belfegor: ¡Hola cariño!

El joven no estaba para nada contento de verlo y da un suspiro mientras voltea.

Lele: ...Gracias a ti, parezco un maldito zombie

Belfegor: Oh, lo había olvidado. Es que estoy tan ansioso porque te esfuerces en darme aquel rezo

Responde mientras se sienta en el borde de la cama y cruza sus piernas.

Lele: Si, ya lo tengo... oye ¿Qué te pasó en el cuerpo?

Se le notaban pequeños moretones. Consecuencia de un sexo intenso.

Belfegor: No te preocupes, no es nada importante. Te escucho~

Volviendo a dar un suspiro, Lele le redacta lo que había aprendido. No pasa mucho tiempo en el que aquel demonio principal siente algo caliente en su entrepierna, presiona sus piernas lentamente y se abraza a sí mismo. Sonrojado, al principio le resultó incómodo, pero sabía lo que pasaba.



Capítulo 11

Seventh Heaven 4 Special (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora