Anything but the Gnosis

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- Donde estamos? Exactamente... -

Sycamore levemente levantó su rostro para ver el gran pasillo por donde poco a poco el y Furina avanzaban cada vez más profundo en este. Luego de una larga discusión en donde finalmente Sycamore tuvo que acceder a que Furina lo acompañara, esta lo llevó hasta lo más profundo de las catacumbas de la Ópera de Fontaine, entrando en lo que parecía ser una especie de enorme salón que se extendía hasta lo más profundo de la tierra.

- Estamos en el interior de Fontaine, lo que ves aquí son sus catacumbas... - Dijo Furina con calma mientras miraba levemente hacia sus lados con algo de incertidumbre. - No me... permiten estar aquí, así que lo que hagamos tendrá que ser rápido... -

Sycamore ladeó su rostro con una mirada algo confusa. - No le permiten estar aquí a la arconte hydro? Vaya, te tratan como si fueras su niñita de oro... -

- Ay ya deja de ser tan odioso! - Furina volteó por encima de su hombro, subiendo sus puños y moviéndolos fuertemente como si hiciera un berrinche. - Lo hacen porque estar aquí es peligroso... y quieren protegerme porque soy importante, tarado... -

Sycamore rodo sus ojos. - De los arcontes creo que eres la que más se apega al modelo de Diosa berrinchuda... - Levemente lo pensó bien. - ... No, le queda mejor a la Raiden... -

Furina rodo sus ojos, enserio comenzaba a reconsiderar si había sido buena idea haber seguido a este idiota desde su placido confinamiento en la Ópera donde estaba haciendo su trabajo como siempre lo había hecho. Ahora mismo estaba atrapada en un espiral donde su compañero era un tipo totalmente inexistente que actuaba como si fuera un bravucón de secundaria.

Suspiro, antes de alzar su rostro, y ver la enorme compuerta que los deparaba, abierta. Furina levemente se detuvo, para así mirar por detrás de su hombro. - Llegamos. -

Sycamore entonces avanzó hacia el lado de la chica, viendo su panorama como frente a él había un gran salón en donde lo más destacable era una compuerta enorme y totalmente sellada desde el suelo, asumiendo que esa era la compuerta que lo llevaría hacia el Mar Primordial.

Levemente se cruzó de brazos, y miró hacia el fondo. - Quédate aquí... abriré la compuerta, si ves que algo ocurre, corres... -

Furina parpadeo levemente para verlo, antes de negar. - Ni hablar, no confío en ti! - Dijo Furina rápidamente inflando sus mejillas. - Además ya e tocado el mar! No sufro ningún efecto ante el! -

Sycamore gruño. - No lo digo por ti, idiota... - Cerró sus ojos un momento. - Si alguien se llega a enterar que estamos aquí, podrían causar varias cosas que ocasionen más pánico del que queremos que cause... prefiero mil veces que tú seas el apoyo en ves del estorbo... -

Furina puso su mano en su pecho, indignada. - Estorbo?! -

- Si! Estorbo! - Sycamore se detuvo un momento ante su griterío, colocando su mano en su nariz antes de suspirar. - Carajo... has lo que quieras... -

Sycamore entonces comenzó a caminar hacia el centro del gran salón, en donde la válvula se encontraba. - Pero no me culpes a mí si algo te ocurre... -

Furina simplemente lo vio con una expresión molesta, no moviéndose de su lugar quedándose fijamente viendo como el chico se movía hacia el centro. Sycamore levemente se agachó ante la gran escotilla que había en el suelo, mirando como esta se veía fuerte y dura, claramente para evitar alguna fuga.

Levemente accionó una de sus compuertas, desbloqueando la, y luego fue otra, y otra, hasta que finalmente la compuerta había sido liberada. Con esfuerzo la levantó hasta abrirla, dejando a su vista un enorme cuerpo de agua con colores cristalinos que asemejaban a un cielo con una enorme aurora boreal.

~ Wanderers Of The Water And The Wind ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora