Prisioneros

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There's a port...
On the western bay...

And it serves...
A hundred ships a day...

Lonely sailors...
Pass the time away...

¡ZZZZZZZZZZZZZAAAAAAAAAAAAAP!

- AH! -

Sus ojos se abrieron de forma repentina al de la nada sentir una sobrecarga llenarlo desde el interior de sus entrañas hasta la afinidad de su ropaje; Sycamore respiró pesadamente mientras sus ojos miraban a todos lados con apuro y shock, mientras su rostro se movía frenéticamente.

Intentó mover sus manos, pero rápidamente se dio cuenta que estas estaban detenidas por algo; movió su rostro rápidamente hacia abajo, notando como su cuerpo entero estaba envuelto en una especie de cinta demasiado resistente a los movimientos y a la fuerza, pues nada, ni siquiera su elemento, parecía poder romperla.

No, espera, su elemento? Rápidamente notó como la joyería incrustada en su capa azul había sido arrebatada, podía notar que había sido con fuerza, pues parte de su capa se había roto con ello. Su visión se le había sido arrebatada, y ahora parecía más expuesto.

- Sycamore! Sycamore! -

Sycamore rápidamente alzó su cabeza, escuchando los implores de Furina; rápidamente volteó hacia su lado, notándola a ella con un rostro de miedo y preocupación, viéndolo directamente mientras se encontraba en la misma situación.

Sycamore la llamó. - Furina! - Intentó moverse, pero de nuevo, no podía. - Agh! Te encuentras bien? -

Furina asintió repetidas veces. - Y-Yo estoy bien, p-pero y tu?! -

- Si- si! Estoy bien.. estoy bien... - Sycamore se dio un momento para ver a su alrededor, parecían estar en un templo, juzgando por qué solo había un techo y algunos paredes, pero falta de paredes que dejaban ver el cielo estrellado de la nación.

Y también estaba la otra cuestión, su pelo estaba casi tocando el suelo, los habían amarrado de cabeza a cada uno, como si fueran simples animales de matadero. Sycamore intentó moverse de nuevo, pero era imposible.

- Q-Que pasó...?! - Preguntó Furina mientras intentaba mover sus brazos.

Sycamore, gruñendo, habló. - Alguien nos encontró! Debieron de haber seguido nuestros pasos! - Sycamore jaló con fuerza, pero era imposible.

- Y-Y quien pudo haberlo hecho!? - Furina alzó su voz, pero su pregunta fue respondida casi de inmediato.

Sycamore entonces alzó levemente su mirada, notando como cerca de lo que podía intuir era el filo de unos escalones, unos zapatos elegantes comenzaban a acercarse hacia ellos. Tuvo que maniobrar levemente para seguirla con la mirada, y pudo notar de quién se trataba.

Por supuesto, su conocimiento de Inazuma luego de su desastre era nulo o poco para el, pero reconocía un rostro al verlo, y este lo reconocía a la perfección. Su único dicho, fue... - Carajo... -

Furina, viendo a la mujer, levemente susurró al chico. - Q-Quien es ella...? -

Sycamore levemente vio como los pasos se detenían, posándose directamente frente a ellos; el chico levemente respondió. - Kujou Sara... -

La mujer levemente bajo la mirada para ver a los ojos de los prisioneros de cabeza frente a ella; levemente su mueca denotó aún más seriedad de la que podía dar con su rostro, y miró hacia uno de los guardias que se encontraban detrás de los prisioneros.

~ Wanderers Of The Water And The Wind ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora