XXIII

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El sol brillaba sobre sus cabezas haciendo relucir las argollas de oro blanco que adornaban sus manos, precisamente su dedo anular.

Estaban recostados en tumbonas blancas frente a una piscina mientras bebían daiquiris de frambuesa. Sus rostros relajados, sus sonrisas sinceras y sus corazones en sintonía.

Todo había ocurrido tan rápido que casi no se dieron cuenta como habían llegado a ese momento. Pero lo estaban disfrutando en grande.

Cuando Derek se despertó al día siguiente de su casi boda, miró al castaño quien aún durmiendo tenía una expresión triste. Debía entenderlo, él era quien perdía más, sería juzgado y odiado por su familia cuando se enterarán de que estaban saliendo.

Por supuesto Stiles estaba sufriendo al haber elegido su felicidad por sobre su familia y Derek recordó como el mayor había sido su contención y consuelo cuando lo llevó fuera de la ciudad al encontrar a Kate con Ennis. Ahora quería hacer lo mismo por su chico por lo que no demoró mucho en tener una idea y revisando rápidamente algunas cosas en su celular, se levantó sin hacer ruido y salió antes de que Stiles despertara.

El primer paso era llamar a Theo para avisarle que se ausentaría tres o cuatro días y que él quedaba a cargo. El menor no tuvo problema, menos después de que se le prometieran vacaciones para él también, apenas Derek volviera, lo merecía.

En segundo lugar reservó un hotel y compró boletos de avión, usando su teléfono mientras iba en el taxi al centro de la ciudad a comprar algunas cosas.

Luego fue a su departamento y cogió su pasaporte a la vez que metía un poco de ropa en una pequeña maleta y aprovechó de tomar todos los documentos que averiguó le iban a pedir.

Por último pasó a comprar algo dulce para el castaño, que sabía lo pondría de mejor humor y se dirigió al departamento con una expresión de esperanza en el rostro.

No sabía cómo sentirse al ver a Kate en el departamento de su novio, porque aunque la chica fue la que le dio el impulso para irse de la boda y también confesó en frente de todos la verdad.

Derek no podía olvidar que lo manipuló y lo engañó por 2 años. Además todo el sufrimiento de Stiles podría haberse evitado si ella en primer lugar no hubiese mentido. Así que no la odiaba pero tampoco le interesaba llevar una relación cercana ni amigable con ella.

Para su sorpresa el menor lo recibió como su pareja y despidió a su hermana de manera fría.

Después de contarle a Derek como lo habían hecho sentir culpable y ver la mirada ausente en el rostro de Sti, tratando de mantenerse fuerte, el pelinegro supo que había tomado la decisión correcta. Sabía que para Stiles el tema de su familia y la falta de interés hacia él, siempre había sido una espinita en su corazón. Le costaba entender como un ser tan bueno y comprensivo había salido de una familia que solo velaba por su interés propio y beneficio. Definitivamente Stiles merecía más.

— Cariño, espérame aquí, ¿Si?, te tengo una sorpresa.—

Sti sólo asintió intrigado y lo esperó obedientemente sentado en el sofá. Hasta que media hora después el menor apareció en la sala con la misma maleta que había llegado hace una hora y otra que le pertenecía a Stiles.

— ¿Te llevas tus cosas?— Preguntó el mayor en voz bajita.

— No, claro que no. Nosotros vamos a hacer un pequeño viaje.—

— ¿A dónde? —

— Es una sorpresa Sti, por favor deja de ser tan preguntón y coopera. Vamos — Al final sonrió sin separar sus labios, pero si dejando ver sus adorables hoyuelos. Sabía que era la debilidad para su novio.

Marry me - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora