Un día de otoño, un caballero fue mandado, por el rey del reino en el que vivía, a acabar con la existencia de otra bestia que parecía ser una amenaza para una villa aislada por kilómetros de un extenso bosque. Pero, esta vez, no se le explicó de qué criatura se trataba.
El caballero curioseaba por las estrechas calles de la villa, cuando vio a lo lejos a una bella doncella frente a un gran lago, disfrutando los últimos rayos de sol. Sus ojos color miel se cruzaron con los de ella, cuyo tono jugaba muy bien con el hermoso verdor del lago. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, la doncella había desaparecido.
Aturdido, el caballero se acercó corriendo al sitio donde se encontraba la doncella hacía escasos segundos, buscando una explicación.
De pronto, una mano le tocó el hombro.
—¿Todo bien, joven?Le llevó unos segundos reconocer la voz. Se trataba del campesino con quien recién había dialogado para ver si obtenía algo de información sobre el caso de la bestia. Aunque fue en vano, cosa que no acostumbraba a pasar.
—Sí, no fue nada. —Dijo el caballero, dejándose de explicaciones y centrándose en el encargo.
Después de hablar con los últimos lugareños que le faltaban por interrogar, el caballero llegó a un castillo, poco representativo, pensando que ahí podría vivir la persona más importante de la villa.
Al abrirse las grandes puertas del castillo, el caballero pudo observar que el Señor lo estaba esperando y lo recibió con un gran banquete de comida en el fondo del Gran Comedor. El Señor lo acompañó hasta aquella mesa invitándolo a celebrar su llegada.
Después de que se les sirviera la comida, el Señor comenzó a preguntarle al caballero por sus luchas, todas victoriosas; y luego de lo que parecieron interminables preguntas, el Señor le ofreció alojarse en una casucha de su jardín.
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Fin del primer capítulo.🌹
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𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓤𝓷𝓪 𝓡𝓸𝓼𝓪 🌹
Genç KurguEs una historia inspirada en la leyenda tradicional de Sant Jordi. La escribí y presenté en un concurso de mi instituto y, como curiosidad: lo gané. Me gustó mucho, por lo que decidí reescribirla para presentártela a tí, querido lector/a. Espero qu...