29: Evans

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Se escuchaba el estacionar de un vehicula fuera de la casa Evans, una casa muy hermosa se podría decir, con toques azules y celestes decorando el lugar.

El segundo hijo entro por la puerta principal, no lucia muy feliz.

- ¿tan mal te fue en la escuela? – pregunto Benedicth mientras salía de la cocina

- No preguntes

- Si tendré esa cara cada vez que vuelva de la preparatoria me niego a ir – bromeo Jeremy que iba camino a la cocina por algo de comer

- Jodete – amenazo Evans

- Podemos jodernos juntos – provoco el menor

- Paren – los detuvo el mayor – sigue tu camino Jeremy y tu anda ve a bañarte para que enfríes tu cabeza – ambos hermanos empezaron a protestar pues seguir instrucciones no era su pasatiempo favorito – ahora – ordeno con más fuerza el mayor

- ¡a la orden papá! – dijeron ambos hermanos para hacer lo que el mayor ordeno

Benedicth solo suspiro al ver a sus dos hermanos, uno muy rebelde y el otro que no estaba lejos de serlo.

Evans tiro su mochila al entrar a su habitación, se quito la ropa y se metió a la ducha, no porque debiera seguir las ordenes de Benedicth, no claro que no, sino porque necesitaba calmar su cabeza del lio que traía dentro. Chris siendo una persona totalmente diferente a lo que era, la llegada de esos tipos que eran jodidos y el cambio repentino de Roberth, demasiada informacion estaba causándole dolor de cabeza.

No se quejaba porque su amigo hubiera cambiado claro que no, aunque se había vuelto aguafiestas le seguía agrandando y prefería mas a este Chris. En cuanto a ese Tom y Sebastian, la vida estaba siendo injusta con él y mas a ponerlos como amigo de Roberth, quien había empezado a ignorarlo y pasar de él, no le molestaba claro que no solo era una cortina de humo, pero ya volvería a él, debía volver a él.

Salió del baño y encontró a Benedicth sentado en el sillón que tenía en la habitación, traía una taza de café en la mano, esa no era buena señal.

Benedicth al ver su expresión entendió lo que estaba pensando así que decidió ser directo.

- ¿Qué paso?

- No comieses Ben

- Terminare rápido si tu hablas rápido

- No eres psicólogo, eres químico

- Ambos con doctorados y ramas de la medicina – aclaro mientras tomaba un sorbo de su cargado café

- No me tomes el pelo porque..

- ¿Por qué ya te lo han tomado?

- Benedicth – trato de no insultar a su hermano

- Habla hermanito, porque has venido con cara de haber chupado un limón

- ¡Yo no...! – se callo antes de explotar – son cosas mías Ben

- Si vienes con ganas de querer joder a todos, ya no son solo tuyas

- Si lo dices por lo de Jeremy, él lo provoco

- Pero tú le seguiste

- No trates de defenderlo Ben, él no es un santo

- No, no lo es, pero eso no lo aprendió de mi o de nuestros padres – aspiro el aroma de su café – lo aprendió de ti Cris

- ....

- Y mientras tu sigas siendo el patán que te propusiste a ser desde que entraste a la secundaria, mi obligación es que dejes de ser una mala influencia para Jeremy – miro duramente al menor – y cuidar que no te lastimes en el proceso

- .... – Cris sabia que Ben lo amaba, aunque a veces era duro, siempre lo cuido e hizo el mejor papel de hermano mayor que él puede ser

- Ahora, ¿me dirás que pasa?

- ... - Cris no estaba seguro de decir lo que pensaba en voz alta – es algo ridículo

- Y aun así te afecta

- .... – lo pensó un momento, para coger valor – necesito vestirme

- Yo te espero – desvió la mirada hacia la puerta

Evans se cambio de ropa y seco el cabello para sentarse al borde de la cama y empezar a hablar. Benedicth no lo interrumpió hasta saber que ya había terminado

- ¿y ya? – Ben lo miro raro

- ¿Qué quieres decir? – Evans no sipo interpretar su mirada

- ¿esa es tu historia desgarradora, esa es tu gran tragedia?

- ...

- Esperaba mejor chisme - dejo su taza a un lado – pero no puedo quejarme

- ¿para eso querías que hablara?

- Esto es simple Cris, tienes miedo

- ¿Qué? – eso era una ofensa

- Te lo repito por sino me escuchaste , tienes..

- Si, si, si te escuche, pero yo no tengo miedo

- La primera etapa es la negación

- ¡Yo no soy un cobarde!

- La segunda es la ira

- ¡Benedicth!

- La tercera...

- ¡basta!

- Escucha Evans – se sentó al lado de su hermano – te sentías cómodo con Chris porque era igual que tú, intimidaba y hacia lo que su instinto adolescente le ordenara, te sentías cómodo sintiéndote superior – miro a su hermano directamente – pero, por lo que me dices, ahora Chris lo está haciendo, pero desde el lado correcto, donde implica no lastimar a nadie, admiras eso y también lo envidias, pero tienes miedo de ya no tener el control

- ¿tú crees?

- Solo estoy argumentando lo que me has contado, el primer paso es aceptar lo que esta pasando, y ese ya lo disté

- ¿ahora que debo hacer?

- Ningún libro tiene la respuesta para todas las preguntas, pero con respecto a lo otro, es que te sientes dolido, la mayoría de omegas y betas están detrás de los alfas, pero este omega en especial solo iba detrás suyo y te daba toda su atención, pero ahora que ya no la tienes y ves cómo puede estar cómodamente con otros, pues eso lastima tu orgullo como alfa.

- ¿entonces?

- Es como un chupetín que no esta a la venta, ya te olvidaras de eso – dio un apretón al hombro ajeno – y sino lo haces pues...

- ¿sino lo hago? – vio a su hermano ponerse de pie

- Tendrás que descubrir porque es – se aproximo a la puerta – la verdad puede doler, pero será tu mejor respuesta – finalizo para desaparecer tras la puerta

- ¿y eso que significa?

Condición del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora