Condición del destino

30: Downeys

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Tom había prometido enseñarle a tocar a RDJ por las tardes después de clases, además que quería conocer y pasar tiempo con su amigo.

Ya había pasado unas semanas desde que comenzó a ir a la casa de los Downey, al principio se sorprendió de que hubiera cierta persona viviendo ahí y de la relación que había entre padres e hijos, pero con el tiempo se acostumbró.

El señor Downey era muy agradable y la señora Elsei, bueno ella era la versión de RDJ pero en mujer, demasiado seductora y coqueta. Al principio pensó que Roberth había sacado esas cualidades de su padre, pero fue su madre quien las implanto, siendo ella la alfa de la casa, al parecer prefería que su hijo cazara a ser el cazado.

Sebastian vivía en casa de los Downey desde que los diez años y en vacaciones iba a ver a sus padres, la verdad es que prefería el ambiente de los Downey, ya que al ser hijo único no había con quien hacer travesuras en Rumania, a excepción de las veces que la familia Downey decidió ir a viajar con ellos en vez de que sus padres manden a alguien a ir por él.

En esa casa había cuatro omegas y una alfa, si cuatro omegas, el ultimo hijo de los Downey también era omega, Tom Downey, la persona que le sorprendió ver a Thomas. Era una persona alegre y bromista, y era pésimo para recomendar libros o películas porque siempre terminaba dando exploilers de ellos o contándote el final. En fin, una familia curiosa.

RDJ aprendía rápido, era muy inteligente, solo había que tenerle paciencia porque siempre tenia algo de que hablar y se distraía, mas si quien le enseñaba era un amigo.

Mientras le enseñaba pudo descubrir que cantaba precioso, la voz de los omegas era muy hermosa, pues sino era actor podría hacerla de cantante.

En estos momentos se encontraba en la habitación de Roberth, junto a sus hermanos, teniendo un momento de "omegas".

- No creí que tú también hicieras estas cosas – fastidio al omega amargado

- Cuidar el rostro es esencial, verdad Tomy

- Así es, es nuestra carta de presentación – respondió el menor de los Downey

- ¿lo ves?

- Me doy cuenta – a Thomas le causaba gracia su relación, no sabría a ejemplo decidiría seguir el omega menor, si a RDJ o Sebastian - ¿para qué más es esencial?

- Es nuestra arma – susurro como si fuera un secreto – para hacer caer a la presa

- ¡Tomy! – regaño Roberth – no le puedes decir eso a la presa

- ¿yo soy una presa? – se sintió ofendido

- No – respondió Sebas

- Pero podrías serlo – continuo RDJ

- Vaya, eso es halagador

- Puedes ser la presa de Roberth como Anthony es la de Sebastian – soltó a la liguera el menor del grupo

- ¡Tomy! – regaño esta vez Sebastian

- ¿asi? – Thomas paro la oreja – dime mas

- ¡no Tomy! – advirtió Sebas – ni una palabra mas

- Deje que el niño libere la carga que lleva dentro – bromeo Thomas

- Que carga ni que nada, está hablando estupideces

- Pues si es una estupidez, deja que siga hablando – hablo Roberth, pues conocía el chisme, pero escucharlo de alguien mas no hacia daño

- Anthony es mi amigo

- Y presa – hablo Thomas

- ¿ves lo que provocas Tomy? – miro al menor

- No dije algo que no fuera obvio – se encogió de hombros – además deberías aceptarlo ya – trato de aparentar seriedad

- Vaya, este niño se oye mas maduro que ustedes dos juntos

- ¡calla Thomas! – dijeron los otros dos omegas a la vez

- Si les duele es porque es cierto, ¿verdad Tomy?

- Así es

- Con hermanos así para que quiero amigos

- Tomy es una amenaza, debemos eliminarlo RDJ

- Opino igual

- Yo traigo la pala

- Y yo la bolsa

- Están dementes – Thomas se acerco al menor para protegerlo – yo te protejo Tomy

- ¡La presa cayo, repito la presa cayo! – abrazo fuerte a Thomas mientras le planto un beso en la mejilla

- ¡Tomy! – se escandalizo Roberth

- ¡que atrevido!¡eso no te enseñe yo! – se defendió Sebas

- Vaya, cai en tus encantos pequeño – le sonrió Thomas haciendo que Tomy se sonrojara – o tu caíste en los míos

- ¡por dios Thomas, es un niño! – RDJ alejo al beta de su hermano

- El estafador resulto ser estafado – bromeo Sebas – tienes tu merecido por exponerme

- ¿así que es verdad?

- Cállate, Hiddleston