Condición del destino

11: Actitud

Ya son cuatros meses desde que comenzó el periodo escolar y ha hecho varios cambios en su imagen, fue a comprar ropa nueva, debía variar de colores, su ropa iba entre negro y rojo parecía que no tenía más.

Al centro lo acompañaron su dúo dinámico de amigos, sus gustos eran similares, paso un muy buen fin de semana comprando y paseando, se alegraba poder disfrutar otra vez de su juventud con amigos.

Con un nuevo guardarropa y actitud, el concepto de él en la preparatoria había cambiado bastante, aunque aún había unos cuantos y cuantas que se le lanzaban como cupón de periódico.

Había mejorado en cuanto a soportar feromonas y controlar su propio olor, pero aun mantenía cerca consigo los supresores, en caso de emergencia claro. Supo que había varias utilidades para sus feromonas, para proteger, marcar, provocar, seducir y hasta excitar, claro que esto último no lo haría y ni usaría en presencia de nadie.

Solo faltaban dos meses para las vacaciones de medio año y estaba seguro de que no tomaría clases de reforzamiento, pero no diría lo mismo de sus amigos, mas que nada de Evans, Scarlett, ella se las ingeniaba, aunque no aprobaba sus métodos. Muy por el contrario, Evans ni se esforzaba en prestar atención a clase o aprobar, no soporto esa actitud suya y lo enfrento un día.

- ¿piensas seguir así? – le reprocho mientras estaba en un asunto con una beta

- ¿Cómo así? – hizo a un lado la mujer como si fuera una soda a medio beber

- Siendo un vago – lo miro duramente, mientras que con la mirada botaba a la chica

- Parece que te preocupas mucho por mi – menciono Evans mientras se acomodaba la ropa

- Eres mi amigo

- Si, pero nunca te ha importado que sea mmm ¿Cómo dijiste?, ah, un vago – soltó con ironía

- Pues ahora si me importa

- ¿acaso empezaras a controlarme?

- Me preocupo por tu futuro

- Mi futuro está arreglado hace mucho

- ¿Y por eso pierdes el tiempo? La actitud de su amigo no le agradaba

- No hago nada que otro chico de mi edad no hace

- Me importa una mierda lo que otros hagas con su vida, pero tú no puedes hacer lo mismo

- ¿Por qué no puedo? – a Evans no le gustaba ser controlado - ¿Quién te crees para impedírmelo?

- No te voy a impedir nada, pero arregla esa actitud de mierda

- ¿y si no quiero?

- Pues para cuando quieras ya será muy tarde

- ¿a que viene esa actitud de ser puro y bondadoso?

- Se llama madurar Evans y deberías a empezar hacerlo

- No soy fruta para estar madurando

- .... – deberás que Chris se controlaba para no meterle un puñetazo – mira pedazo de animal, pues cogerte con quien quieras, besarte con cuantas se te antoje, pero por lo menos ten la decencia de preocuparte por tus estudios porque a este paso repetirás el año

- Puedo decirles a mis padres que paguen para que me aprueben al igual que ti – Evans había tocado una fibra muy sensible de Chris

- No todo se soluciona con dinero, no compraras un cerebro con ello

- No trates de sermonearme Hemsworth, eras igual que yo hace algunos meses

- Pues entonces también debería darte amnesia para que cambies para bien – soltó Chris para irse de ahí y no meterle sus putazos a Evans.

Los días posteriores ni Chris ni Scarlett hablaban con Evans, ¿razón? Pues había acordado no hablarle hasta que mejorara su actitud como estudiante, ¿Cómo había logrado Chris que Scarlett cooperara? Fácil. Le dijo que no pensaba repetir para estar con el tarado de Evans y que ella tampoco debería repetir para estar con ese idiota y que si eran amigos debían desearle lo mejor para el rubio fornicador, además le dijo que si no cooperaba iría por Mark, eso si fue una advertencia peligrosa, la castaña lo miro agresivamente, pero sabía que a Chris no le importarían las opiniones ajenas tanto como a ella, así que no se arriesgaría a que el pequeño omega cayera en las garras de su amigo.

Evans los ignoro durante casi tres semanas, se hizo el duro pero Chris y Scarlett podían ser mas duros que él.