Iba de regreso a la laguna, esperando que Félix siguiera allí y que no se enojara por haberme ido.
-Yaret Nolan - Me detuve de golpe, Félix se encontraba detrás de mí - ¿Dónde te metiste? Sabes lo preocupado que estaba - Se acercó a mí y me abrazó.
No respondí, pero correspondí al abrazo. No quería contarle nada sobre Robbie, él era mi única esperanza de salir de aquí.
-Dime, ¿dónde estabas? - insistió.
-Es que tenía mucha hambre y no quería darte más molestias, así que fui a buscar algo para comer - le dije a Félix, tratando de justificarme. -Encontré un árbol de manzanas doradas, pero no pude conseguir ninguna - confesé.
-No vuelvas a ir - asentí -Ese árbol es mágico, sus semillas son polvo de duendes y es el único árbol que queda en todo Neverland y le pertenece a Pan - me advirtió.
-Está bien, Félix - respondí, bajando la mirada.
- Si tienes hambre, solo dime y yo te ayudaré con eso, ¿está bien?- Apreciaba su preocupación y su oferta de ayudarme con la comida.
El rubio decidió llevar a Yaret al campamento para informarle a Pan que la había encontrado. Mientras se acercaban, los niños perdidos, especialmente los más grandes, los miraron y comenzaron a murmurar entre ellos. Escucharon comentarios inapropiados y ofensivos sobre Yaret, como "es muy hermosa, será mi novia, apuesto un dedo a que la beso".
El, atento a la incomodidad de Yaret, se dio cuenta de la situación y decidió actuar.
-Sigan con sus deberes inútiles, hasta parece que nunca han visto a una chica - ordenó con voz autoritaria.
-Gracias - le agradecí en voz baja.
Aunque todos siguieron con sus deberes, aún podía escuchar algunos comentarios.
-No les hagas caso, no pueden hacerte nada - aseguró Félix - ahora vengo, iré por algo.
Yaret notó que había muchos adolescentes, los que habían ido con Félix por ella, y unos veinte que no había visto antes. Entre ellos, había algunos niños pequeños que miraban con deseo una olla de castañas que se encontraba sobre una fogata.
Sin embargo, un pequeño rubio con rizos y ojos azules llamó especialmente la atención de Yaret. No pudo resistir la tentación y se acercó él.
-Hola - dije acercándome a el.
-Hola - respondió tímido, jugando con sus dedos -Eres muy bonita.
-Gracias - le agradecí al pequeño, sonriéndole - tú eres muy lindo.
-¿Cómo te llamas? - le pregunté, inclinándome para estar a su altura.
-Me llamo Josué - dijo el niño, mirando a su alrededor mientras tomaba una castaña de la olla.
-¡Ay! - se quejó, dejando caer la castaña.
-Cuidado, están calientes - le dije, besando su mano justo donde se había quemado.
-¿Te gustan mucho las castañas? - le pregunté curiosa.
-Sí, y también las almendras, las avellanas y las nueces. Félix me llama "ardillita" - sonrió el niño.
No podía evitar sentirse enternecida por la dulzura del niño. Era sin duda el niño más tierno que había visto en toda su vida.
-¡Yaret! - llamó Félix desde atrás de ella.
-Ven conmigo, Pan quiere verte - dijo Félix, indicándole que lo siguiera.
Peter Pan se encontraba en su cabaña, apreciando una pintura con una sonrisa plasmada en su rostro. En aquella pintura, se encontraba retratada una joven que al mirarla, sentía que tal vez sí tenía corazón y que no era un completo monstruo después de todo. Quizás ella siempre ha sido la razón detrás de la sonrisa de Peter Pan.
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Enigma Entre Los Lazos Prohibidos..(Peter Pan O Jack Frost)
AdventureEsta es una historia que explora los misterios del amor y la lucha interna de los personajes. Sumérgete en este relato lleno de pasión y dilemas, donde cada latido del corazón marca el rumbo de los destinos entrelazados. ¿Podrá la protagonista encon...