10. El momento perfecto

250 19 0
                                    

Tantas cosas por decirte y pocas son las que salen de mi boca. Deberías aprender a leer mis ojos cuando me miras, para que te des cuenta de lo que siento por ti.


Me encontré jadeando, con el corazón acelerado, mientras miraba a mi alrededor. La cabaña de Pan estaba en silencio, excepto por el sonido de mi propia respiración agitada. Me di cuenta de que estaba en la cama de Pan, pero no recordaba cómo había llegado allí.

Intenté calmarme, tratando de recordar lo que pasó antes de desmayarme y que me quedara en completa oscuridad, pero no lograba recordar. El sueño había sido tan vívido, tan real... ¿Había sido solo un sueño?

Me levanté de la cama, con las piernas temblando ligeramente. La habitación estaba oscura, excepto por la luz del sol atardeciendo que se filtraba a través de la ventana. Me acerqué ella, mirando hacia afuera.

La puesta del sol parecía tranquila. El sueño había sido una de las cosas más aterradoras que me han pasado, tenía demasiadas preguntas pero ninguna respuesta. La duda me mataba... ¿Quién era ese hombre del sueño? No recuerdo cómo lucía pero estoy segura de que no era mi verdadero padre. ¿Por qué escuché la voz de Pan llamarme... con ese nombre, Ciana?

De repente, se escuchó un ruido detrás de mí. Me volví, con el corazón acelerado, y vi a Pan parado en la puerta, mirándome con una expresión seria, apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

-Yaret..- dijo suavemente. -¿Estás bien?.

Me estaba preguntando... ¿a mí?

Asentí, pero mis piernas me traicionaron y caí de rodillas, sollozando. Mientras caía, recordé cada movimiento hasta el más mínimo detalle del aspecto oscuro que quería atacarme antes de desmayarme, Pan  y  Jack apareciendo segundos antes de que esa cosa me atacara.

-Solo es un sueño... solo es un sueño...- repetí una y otra vez, como si tratara de convencerme a mí misma.

Pan se acercó a ella, confundido. -Yaret, ¿qué tienes? ¿Qué te sucede?- preguntó intrigado.

Yo no podía contenerme. Seguí llorando, repitiendo esas palabras como un mantra. Pan se arrodilló a mi lado, poniendo una mano en mi hombro.

-Yaret, mírame- dijo suavemente. -Mírame y dime qué pasa.

Levanté la vista, con los ojos llenos de lágrimas. Pan me miró con una expresión de preocupación, y por un momento, vi algo en sus ojos que me sorprendió. No sabía cómo describirlo, pero sentía que su mirada era solo para mí.

-Sabes...- exclamó Pan, su voz tenía un toque de tristeza y suavidad. -Los ojos nunca mienten.- Agregó.

Parecía como si me hubiese leído la mente.

Y por primera vez en mi vida, no podía apartar mi mirada de alguien, quería mirarlo para siempre.

Me sentí atrapada en su mirada, como si el tiempo se hubiera detenido. Pan me miraba con una intensidad que me hacía sentir vulnerable, pero al mismo tiempo, segura. Era como si pudiera ver dentro de mí, como si supiera todos mis secretos.

-Los ojos nunca mienten- repitió, su voz baja y suave.

Me sentí un nudo en la garganta, como si las palabras de Pan hubieran despertado algo dentro de mí. Me miró fijamente, como si esperara que le dijera algo, pero yo no podía hablar. Solo podía mirarlo, atrapada en su mirada. Pan se acercó más a mí, su rostro a solo unos centímetros del mío. Me sentí un escalofrío recorrer mi espalda, pero no era de miedo. Era algo más, algo que no podía explicar.

-Yaret- susurró, su aliento que chocaba con mi cuello era cálido.

-No temas...- susurró en mi oído. -No dejaré que nadie te lastime.

Enigma Entre Los Lazos Prohibidos..(Peter Pan O Jack Frost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora