2. Camino a Neverland..

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Corro tan rápido como mis piernas me lo permiten, adentrándome en el espeso bosque en un intento desesperado de perder a esos idiotas de vista. No me atrevo a voltear hacia atrás, pero puedo escuchar los gritos del chico rubio y su compañero que me persiguen incansablemente. "¡Detente! ¡Maldita sea! ¡Atrápala!", sus voces se desvanecen en murmullos mientras sigo corriendo sin rumbo fijo.

El cansancio comienza a apoderarse de mi cuerpo, cada paso se vuelve más difícil y mis piernas se sienten pesadas. Pero no puedo permitirme detenerme, no puedo rendirme ahora. Sigo corriendo, luchando contra el agotamiento, pero siento que cada vez corro menos y mi esperanza comienza a desvanecerse.

De repente, siento una mano agarrándome por detrás, el pánico se apodera de mí. Sin pensarlo dos veces, mi instinto de supervivencia toma el control y veo un palo en el suelo. Lo tomo con firmeza y, con un golpe desesperado, lo dirijo hacia la cabeza del chico haciendo que caiga.

El golpe que le di pareció enfurecerlo aún más. Una línea de sangre brotaba de una de sus cejas, y al llevar sus dedos hacia ella, pude ver la sangre en sus manos. Sin darme cuenta, recibí una fuerte cachetada que me hizo caer al suelo de golpe.

Me arrastré desesperadamente, intentando alejarme de él, mientras caminaba rápidamente para atraparme. Grité, pidiéndole que me soltara, pero él se aferraba sin soltarme.

-¡Suelta!- grité cuando me tomó por los brazos, intentando levantarme. Golpeaba sus manos y brazos, intentando desesperadamente que me soltara, pero no lo hacía. - ¡Déjame! -finalmente logró tomarme y me cargó en sus brazos llevándome a otra parte del bosque.

- Felix, es suficiente- dijo el otro chico al idiota que me estaba cargando-. Sabes lo que te puede pasar si Pan se entera de lo que le estás haciendo a su chica...

Su chica... esa frase resonó en mi mente mientras luchaba por liberarme y escapar. ¿Quién era Pan y por qué me llamaban su chica? Sabía que necesitaba respuestas, pero en ese momento, estaba más preocupada en escapar y irme lejos.

-No te metas, Winston. Hago lo que hago porque es necesario. Además, esta perra se lo buscó y ni una maldita palabra de esto a Pan si no quieres ser comida para los indios- dijo aquello, gritándole a.. ¿Winston?, Maldito imbécil, pensé, perra será su abuela..sentía la ira arder dentro de mí por como me había llamado ese idiota.

-Bien, Félix, tú te lo buscaste- tomó el mismo palo que había tomado yo antes y golpeó rápidamente al rubio en la cabeza, dejándolo inconsciente.

Quedé completamente inmóvil, ¿qué demonios pasa con estos tipos? Son bipolares, en un momento están juntos y al otro se matan entre ellos. Pero no iba a dejarme convencer fácilmente de las intenciones de Winston. Era imposible que me hubiera ayudado solo por mi hermosa cara. Traté de alejarme lentamente, dando pequeños pasos hacia atrás mientras él se acercaba a mí. Pero, choqué de espalda contra un árbol.

-¡No te acerques, idiota! ¡Déjame! - grité, alejándome mientras él se acercaba cada vez más.

Winston, en un intento de tranquilizarme, soltó el palo que tenía y levantó sus manos, mostrándome que no tenía intención de hacerme daño.

- No te haré daño, tranquila - dijo, extendiendo su mano hacia mí, intentando que yo la tomara.

Dudé por un momento, sin estar segura de si debía confiar en él. Pero no tenía muchas opciones, era eso o quedarme sola y morir en medio del bosque. Finalmente, decidí tomar su mano, esperando que me llevara a casa.

Estábamos a punto de salir corriendo juntos de aquel horrible lugar cuando, de repente, Félix atacó por detrás a Winston. Lo golpeó tan fuerte en la cabeza con una piedra que agradezco que no lo mató.

Enigma Entre Los Lazos Prohibidos..(Peter Pan O Jack Frost)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora