Intento de cena

68 7 1
                                    

Desde que se habían casado no había pasado ni un solo día donde María no haya cocinado para Alejandro lo que él quisiera, y es que después de comer por tantos años comida rápida recalentada tenía que aprovechar ahora que tenía a su lado a una mujer buenísima para cocinar, pero ahora él la quería sorprender a ella.

Aprovecharía que María Inés estaría todo el día haciendo pendientes fuera de casa para prepararle una cena. La verdad era que no era tan bueno cocinando, es más, ni siquiera sabía cocinar pero pensaba que sería más fácil con un recetario.

AL: Que tan difícil puede ser preparar una lasaña? —mirando el recetario. —Creo que hasta le haré un pastel. —dijo sintiéndose optimista de pronto en la cocina.

________________________

MI: Yo debería estar organizando cosas del vivero!

PA: Ay pero por unos cuantos minutos que te des de descanso no pasa nada!

MI: "Minutos"!?

RO: Bueno o unas cuantas horas, verdad?

PA: Exacto! —María Inés negó dándole un trago a su copa de vino.

Se suponía que debía estar viendo unos pendientes del vivero pero en realidad se encontraba en casa de Paulina, metida en la bañera con burbujas hasta en el cabello junto a sus dos más fieles amigas.

MI: Ustedes dos son un peligro! Me desvían de mis responsabilidades!

PA: Ay María Inés por dios! Pero si desde que estás casada con Alejandro casi no tienes tiempo para vernos! —reclamó Paulina.

MI: Pero si nos vimos hace... tres días Paulina.

RO: Antes nos veíamos diario eh. —reclamó Rosario también.

PA: Exacto! No me hagas arrepentirme de haberte presentado a Alejandro por favor!

MI: Por favor no! —negó riendo. —Si es el mejor de los hombres!

PA: Pero si hasta los ojos te brillaron! —ríen.

RO: Como es compartir el día a día con él? Mucho mejor que con Ignacio?

PA: No bueno eso es obvio!

MI: Es diferente... tampoco es que me arrepiento de absolutamente todo de lo que compartí con Ignacio, pero creo que con Alejandro es... diferente.

RO: Diferente para mal o para bien?

MI: Para bien.

PA: Explícate mejor!

MI: No quiero entrar en esto de compararlos...

PA: Pero?...

MI: Pero Alejandro es mucho más amoroso, mucho más atento, mucho más amable, mucho más servicial, no se... Ignacio era muy demandante y exigente, y Alejandro es más lo que me suma que lo que me resta.

PA: Ignacio te restaba muchísimo, claro está!

MI: Alejandro y yo hemos sabido hacer un buen equipo.

RO: O sea que no te trata como su sirvienta?

MI: Para nada Rosario! —riendo. —Alejandro es desorganizado por naturaleza y las labores domésticas no son su fuerte —ríe. —Pero aún así siempre está al pendiente de lo que se necesita hacer y me ayuda muchísimo.

RO: Bueno, eso es una carga menos para ti.

PA: Pero claro que tú cocinas.

MI: Obviamente! Si a Alejandro se le ocurre cocinar es un desastre seguro. —ríen.

Desde mis ojos (capítulos únicos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora