SKZ FAMILY

1.La primera carta

Cada día en la vida de Hwang Hyunjin parecía sacado de una postal perfecta, aunque él sabía que solo era una fachada. Salía de casa temprano, escapando sin desayunar porque en su hogar no había desayuno, solo unos pocos billetes en la mesa que apenas alcanzaban para comprar algo durante el día. A sus padres les daba igual, siempre y cuando él mantuviera buenas notas y no causara "problemas". Esa era la regla.

Hyunjin caminaba hacia el instituto, llegando temprano como de costumbre, aprovechando el tiempo para entrenar un poco. Pertenecía al equipo de fútbol, algo que en un principio había complacido a sus padres, pero que con el tiempo les resultó indiferente, al igual que casi todo lo relacionado con su hijo. Para Hyunjin, el fútbol era una distracción, una manera de no pensar en su situación en casa.

Le gustaba el instituto, o al menos la imagen que había construido de sí mismo en ese entorno. Sus notas eran excelentes, los profesores lo respetaban y, además, era popular. No por nada lo conocían como el chico más guapo del instituto, un título que debía a los buenos genes de sus padres.

Las confesiones de amor ya no eran tan frecuentes como cuando había ingresado al instituto, y eso le aliviaba. Hyunjin se sentía incómodo cada vez que tenía que rechazar a alguien, rompiendo corazones de chicas y chicos por igual. Era algo que detestaba hacer, pero que consideraba necesario.

La realidad era que Hyunjin no conocía verdaderamente a estas personas, y dudaba que alguno de ellos lo conociera a él más allá de su fachada. ¿Cómo podría gustarles realmente si ni siquiera sabían quién era en verdad?

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Las clases comenzaron y Hyunjin estaba decidido a absorber todo lo que el maestro impartiera, si tan solo no fuera por ese molesto chico que siempre interrumpía.

—Joven Jisung, es un placer tenerlo en clase, pero espero que la próxima vez llegue a tiempo —dijo el maestro, deteniendo su lección para reprender al recién llegado.

¿En serio? Habían pasado casi 40 minutos desde que la clase empezó y él apenas aparecía. Si no quería venir, mejor se hubiera quedado en casa; Hyunjin agradecería no tener que soportar su irritante presencia, pensó.

El chico que siempre llegaba tarde era Han Jisung, el mismo con quien Hyunjin había chocado desde el primer momento. ¿Por qué? Porque era un completo fastidio. No solo llegaba tarde, sino que también conseguía que todos se rieran con sus ocurrencias, algo que irritaba a Hyunjin aún más.

En los primeros días de clase, Jisung, con sus grandes mejillas y risa molesta, había soltado un comentario que a Hyunjin le pareció de mal gusto mientras él hacía una exposición. Hyunjin no dudó en responderle, y desde ese momento nació una rivalidad entre ellos.

Lo que realmente molestaba a Hyunjin era que, a pesar de su comportamiento despreocupado y de llegar tarde, Jisung sacaba buenas notas sin esfuerzo aparente. Hyunjin se esforzaba en todo lo que hacía, intentando ser perfecto, mientras que Jisung parecía pasearse por la vida sin preocuparse y aún así lograba buenos resultados.

Hyunjin era alguien que se tomaba demasiado en serio a sí mismo y a sus logros, lo que hacía que sus bromas y su actitud relajada lo irritaran aún más.

Las clases continuaron, y Hyunjin intentó concentrarse, aunque era difícil ignorar las miradas cómplices y las risitas que Jisung conseguía arrancar de todos con sus payasadas. Para Hyunjin, Jisung no era más que una distracción molesta, un recordatorio constante de que no todo el mundo se tomaba las cosas tan en serio como él

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Durante el almuerzo, Hyunjin prefirió pasar su tiempo al aire libre, disfrutando del sol y del juego con los miembros del equipo de fútbol. Algunos compañeros se unían al juego, mientras que otros preferían quedarse a observar. A Hyunjin no le molestaba en absoluto; de hecho, disfrutaba de la atención que parecía recibir.