SKZ FAMILY

7.oportunidad

Ambos habían confesado sus sentimientos, habían abierto sus corazones el uno al otro. Aunque aún había tantas palabras por decirse, ninguna sería suficiente para transmitir lo que cada uno sentía. Ni siquiera aquel sutil contacto de las manos de Hyunjin acariciando el rostro de Jisung, o la manera en la que nerviosamente Jisung se aferraba al borde de la camiseta del mayor, o la manera en que ambos se miraban como si hubieran encontrado lo más maravilloso del universo. Ninguna palabra podría explicar mejor lo que ambos sentían, pero tal vez un acto sí.

Hyunjin no había dejado de mirar los labios de Jisung, la forma en que se mordía nerviosamente la boca, la manera de su sonrisa en forma de corazón, la forma en que anhelaba besarlos aunque fuera solo una vez. Jisung notó aquella mirada anhelante del mayor, y cómo podría sentirse diferente, si había pasado meses observándolo, admirándolo, deseándolo. Tan solo tomar su mano parecía una completa locura en el pasado, pero en ese momento quería hacer una locura aún mayor.

Jisung ya no escaparía. Hyunjin lo miraba expectante, casi suplicando una señal para poder acercarse más, y Jisung rompió aquella distancia, uniendo sus labios con los del mayor. Había deseado tanto ese momento, lo había llegado a soñar, pero ni su imaginación ni sus sueños podrían compararse a cómo era besarle en la vida real. Fue un roce suave y tierno, torpe e inexperto, temeroso y expectante. Hyunjin podía sentir los nervios del menor mezclarse con su propio caos interior, y aun así, sentir cómo aquel leve contacto entre ambas bocas podía hacerle tan bien. Sentir que todo estaba bien y que al fin su ardua búsqueda había terminado. Había encontrado a su poeta.

Fue un beso puro, cargado de todos los sentimientos contenidos. Después de unos segundos de aquel contacto, se alejaron un poco. Hyunjin observó el rostro sonrojado de Jisung, "adorable", simplemente hermoso. Nunca hubiera imaginado frente a él a un Jisung tímido, avergonzado del beso que él mismo inició. Pero eso no sería suficiente para el mayor, estaba seguro de eso. Jamás quería alejarse de él nuevamente.

Después de aquel beso cargado de emociones, Hyunjin y Jisung se quedaron mirándose, perdidos en el brillo de los ojos del otro. Una sensación cálida y reconfortante los envolvía, pero aún así, no podían evitar sentirse nerviosos por lo que acababan de compartir.

La calma que habían experimentado se vio interrumpida por el sonido de risas que se acercaban desde el piso inferior. Jisung miró a Hyunjin con pánico, pero antes de que el miedo pudiera apoderarse de ellos, Hyunjin tomó la mano de Jisung con firmeza, transmitiéndole una sensación de seguridad.

Los otros estudiantes siguieron por el pasillo junto a ellos sin siquiera notar su presencia, y una vez que estuvieron solos de nuevo, un suspiro de alivio escapó de los labios de ambos. Pronto, la tensión se disipó y una risa nerviosa brotó de sus labios, liberando la tensión acumulada.

Se miraron el uno al otro con complicidad, compartiendo un momento de tranquilidad y complicidad antes de continuar con su conversación.

—Creo que deberíamos irnos de aquí —sugirió Jisung, todavía un poco nervioso por la posibilidad de ser descubiertos.

Hyunjin asintió, entrelazando sus dedos con los de Jisung mientras se dirigían hacia la salida.

Al retornar al evento principal, Hyunjin y Jisung caminaban de regreso, sus manos entrelazadas revelaban una conexión que ninguno quería soltar. Jisung apretaba suavemente la mano de Hyunjin, mano que no quería nunca soltar.

De repente, una voz llamó a Hyunjin desde la distancia, interrumpiendo el momento íntimo entre los dos

—Hyunjin, ¿podrías acompañarme un momento al aula de exposición, hay algo importante que tal vez te interesaría escuchar?—una profesora se acercó al menor para que le acompañara