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En South Park, Colorado, Eric Cartman y Kyle Broflovski siempre habían sido archienemigos. Las constantes peleas y discusiones entre ellos eran legendarias en la escuela primaria de South Park. Cartman, conocido por su carácter abrasivo y burlón, y Kyle, con su sentido de justicia y su moral inquebrantable, no podían estar en la misma habitación sin discutir.
Un día, la Sra. Cartman tuvo que salir de la ciudad y dejó a su gatita, Mr. Kitty, al cuidado de Cartman. Sin embargo, Cartman, en su típico estilo desinteresado, olvidó cuidar adecuadamente de su mascota, lo que llevó a que Mr. Kitty se escapara de la casa.
Desesperado por encontrar a su gatita antes de que su madre regresara, Cartman se vio obligado a pedir ayuda. Sin muchas opciones, acudió a Kyle, quien era conocido por su amor por los animales. A pesar de su desagrado hacia Cartman, Kyle no pudo ignorar la situación y decidió ayudar.
"¡Kyle! Necesito tu ayuda," dijo Cartman, tratando de sonar menos desesperado de lo que realmente estaba.
Kyle levantó una ceja, sorprendido. "¿Qué pasa, Cartman? ¿Se te perdió la cabeza o algo?"
"No, estúpido judío. Se me perdió Mr. Kitty," respondió Cartman, visiblemente preocupado. "Necesito encontrarla antes de que mi mamá vuelva."
Kyle suspiró. "Está bien, Cartman. Vamos a buscarla. Pero esto no significa que me caigas mejor."
Juntos, comenzaron a buscar a Mr. Kitty por todo South Park. Mientras recorrían el pueblo, las tensiones entre ellos eran palpables. Cada pequeño desacuerdo se convertía en una pelea, y sus diferencias parecían insalvables.
"¡Te dije que buscáramos en el parque primero, pero no, tú tenías que insistir en revisar la tienda de tacos!" gritó Cartman.
"¡Porque tu gatita siempre está merodeando cerca de la comida, Cartman! Y, además, ¿cómo iba a saber que no estaría allí?" respondió Kyle, molesto.
A pesar de todo, continuaron buscando juntos. Durante sus discusiones, comenzaron a hablar más sinceramente.
"No pensé que te importara tanto Mr. Kitty," dijo Kyle mientras caminaban por la acera.
Cartman suspiró, mostrando una rara vulnerabilidad. "Ella es todo lo que tengo, Kyle. Actúo como si no me importara nada, pero ella es diferente."
Kyle asintió. "Lo entiendo. Los animales tienen una forma de llegar a nosotros, incluso a ti."
Finalmente, después de horas de búsqueda, encontraron a Mr. Kitty atrapada en un árbol en el patio trasero de una casa vecina. Trabajando juntos, lograron rescatarla y llevarla de vuelta a casa sana y salva.
"Gracias por tu ayuda, Kyle," dijo Cartman, con una sinceridad que sorprendió a ambos.
Kyle sonrió ligeramente. "De nada, Cartman. Sabía que te importaba más de lo que querías admitir."
De vuelta en la casa de Cartman, mientras alimentaban a Mr. Kitty, una extraña sensación de camaradería comenzó a surgir entre ellos.
"Sabes, a pesar de todas las cosas horribles que dices y haces, a veces creo que no eres tan malo," dijo Kyle, mirando a Cartman.
Cartman se rió, aunque de una manera diferente a su risa usualmente burlona. "Y tú, a pesar de ser un fastidioso, eres un buen tipo, Kyle."
Con el tiempo, su relación comenzó a cambiar. Aunque seguían peleando y discutiendo, había un nuevo entendimiento y respeto mutuo. Empezaron a pasar más tiempo juntos, inicialmente debido a Mr. Kitty, pero eventualmente porque disfrutaban de la compañía del otro, aunque ninguno de los dos lo admitiera abiertamente.
Una tarde, mientras estaban sentados en el porche de la casa de Cartman, observando a Mr. Kitty jugar en el jardín, Cartman miró a Kyle y le confesó, con cierta timidez, "¿Sabes algo, Kyle? Creo que me he dado cuenta de cuánto te aprecio."
Kyle, sorprendido pero complacido, respondió, "A pesar de todas nuestras diferencias, Cartman, siento lo mismo."
En ese momento, ambos comprendieron que, a pesar de su amor-odio, habían encontrado en el otro una conexión especial. Descubrieron que, detrás de todas las peleas y desacuerdos, eran el uno para el otro. Así, en el lugar más inesperado y con la persona menos esperada, floreció una relación que desafió todas las expectativas.