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En la escuela secundaria de South Park, Cartman y Kyle se encontraron compartiendo la misma clase de matemáticas. Aunque ambos intentaron ignorarse al principio, pronto se vieron obligados a trabajar juntos en un proyecto.
Cartman: (suspirando) No puedo creer que tengamos que trabajar juntos.
Kyle: (frunciendo el ceño) No es que esté emocionado por ello tampoco, pero es lo que hay.
A medida que trabajaban en el proyecto, algo comenzó a cambiar entre ellos. Las discusiones habituales se volvieron menos frecuentes, reemplazadas por conversaciones más tranquilas y ocasionalmente divertidas.
Cartman: Oye, Kyle, ¿has visto el último episodio de "Terrance y Phillip"?
Kyle: Sí, lo vi. Fue bastante gracioso.
Por primera vez, ambos estaban compartiendo intereses comunes sin pelear. Era un territorio desconocido para ellos, pero extrañamente reconfortante.
Mientras tanto, Kenny, Stan, Wendy y Butters observaban desde lejos, sorprendidos por el cambio en la dinámica entre Cartman y Kyle.
Kenny: ¿Estoy viendo bien, o Cartman y Kyle están... llevándose bien?
Stan: Parece que sí. Esto es bastante inusual.
Wendy: Tal vez finalmente están superando su rivalidad de primaria.
Butters: ¡Eso sería genial! Siempre es mejor ser amigos que enemigos.
A medida que avanzaba el día, Cartman y Kyle continuaron trabajando juntos, cada vez más cómodos el uno con el otro. Aunque aún existían momentos de tensión, parecían estar descubriendo una nueva faceta de su relación.
Al final del día, cuando se despidieron en el pasillo, Cartman y Kyle intercambiaron una mirada significativa, reconociendo silenciosamente el cambio que estaba ocurriendo entre ellos.
Cartman: (sonriendo) Nos vemos mañana, Kyle.
Kyle: (asintiendo) Sí, nos vemos.
Mientras se alejaban en direcciones opuestas, ambos se dieron cuenta de que tal vez, solo tal vez, su relación estaba destinada a ser algo más que una simple pelea interminable.
