POST COVID

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La pandemia de COVID-19 había cambiado el mundo de maneras que nadie podría haber anticipado. Para Kyle Broflovski, esos años fueron una montaña rusa de emociones y retos personales. Después de graduarse de la universidad, se había mudado a Nueva York y se había convertido en un destacado abogado de derechos humanos, luchando incansablemente por la justicia y la igualdad.

Pero aunque su vida profesional era próspera, en su interior, Kyle llevaba una carga que nunca logró dejar atrás: sus sentimientos hacia Eric Cartman. Años de rivalidad, tensión y, en ocasiones, camaradería, habían dejado una marca profunda en él. Sin embargo, lo que más dolía era que Cartman había encontrado su camino hacia una vida completamente diferente.

Eric Cartman, contra todo pronóstico, había cambiado drásticamente. Se había convertido al judaísmo, había dejado atrás su comportamiento tóxico y finalmente se estableció. Se casó con Yentl, una mujer devota y bondadosa, y juntos tuvieron tres hijos. Eric, ahora conocido como Efraim en su comunidad, se había convertido en un pilar de la sinagoga local y en un hombre de familia respetado.

Un día, mientras Kyle revisaba viejas fotografías y mensajes en su apartamento, encontró una invitación que lo hizo detenerse. Era para la bar mitzvá del hijo mayor de Eric, Levi. Kyle no había visto a Eric desde su último encuentro en South Park, años atrás, cuando todos intentaron volver a conectar tras la pandemia.

Decidió asistir, impulsado por una mezcla de nostalgia y el deseo de ver a Eric nuevamente.

La sinagoga estaba llena de vida y risas cuando Kyle llegó. A medida que caminaba por los pasillos, saludando a viejos conocidos, finalmente vio a Eric, quien ahora lucía una barba bien cuidada y una expresión de paz interior que Kyle nunca había visto en él antes.

Eric lo vio y, con una sonrisa, se acercó para abrazarlo.

- "Kyle, me alegra mucho verte," dijo Eric con sinceridad. "Gracias por venir."

- "No me lo habría perdido por nada del mundo," respondió Kyle, esforzándose por mantener su compostura.

La ceremonia fue hermosa y emotiva. Mientras observaba a Eric interactuar con su familia, Kyle sintió una punzada de envidia y tristeza. Sabía que Eric había cambiado, que había encontrado algo que le daba paz y propósito. Pero aún así, no podía evitar desear que hubiera un lugar para él en esa vida.

Después de la ceremonia, hubo una recepción en la casa de Eric. La residencia era acogedora y estaba llena de amor y risas. A medida que avanzaba la noche, Kyle buscó un momento a solas con Eric.

Lo encontró en el patio trasero, tomando un respiro de la multitud.

- "Eric, ¿podemos hablar?" dijo Kyle, con el corazón latiendo con fuerza.

Eric asintió y ambos se sentaron en un banco, bajo las estrellas.

- "No sé cómo decir esto," comenzó Kyle, sintiendo un nudo en la garganta. "Pero he estado llevando esto conmigo durante años. A pesar de todo lo que hemos pasado, nunca he podido dejar de pensar en ti. Y... aún tengo sentimientos por ti."

Eric lo miró, sorprendido y conmovido. Hubo un largo silencio antes de que hablara.

- "Kyle, no sé qué decir. Nunca pensé que llegarías a sentir algo así por mí, especialmente después de todo lo que te hice pasar."

Kyle tomó una profunda respiración. "Sé que has cambiado, Eric. Y sé que ahora tienes una familia. Pero no puedo seguir fingiendo que no me importa. Quiero ser honesto contigo, sin importar las consecuencias."

La confesión de Kyle dejó a Eric profundamente conflictuado. Por un lado, su vida actual estaba construida sobre una base de amor y compromiso con su familia y su fe. Pero por otro lado, los sentimientos de Kyle resonaban con algo que Eric había intentado enterrar durante años.

Pasaron los días, y Eric se encontró reflexionando más y más sobre sus años de juventud, sus conflictos y momentos con Kyle. Había una parte de él que siempre había admirado la pasión y la integridad de Kyle, aunque nunca lo admitiera.

Finalmente, Eric decidió que necesitaba hablar con alguien de confianza. Se acercó a su esposa, Yentl, y le explicó la situación con la mayor honestidad posible.

- "Yentl, hay algo que necesito decirte. Kyle ha confesado tener sentimientos por mí, y aunque no quiero que esto dañe lo que tenemos, no puedo ignorar lo que siento."

Yentl, aunque sorprendida, respondió con una calma impresionante. "Efraim, te amo y quiero lo mejor para ti. Si esto es algo que necesitas resolver, entonces debes hacerlo. Pero recuerda que nuestra familia te necesita, y no quiero perderte."

Con el corazón pesado, Eric se reunió con Kyle una vez más, esta vez en un café tranquilo. Sentía que tenía que ser claro y firme en su decisión.

- "Kyle, he estado pensando mucho en lo que dijiste," comenzó Eric. "Y aunque siempre serás importante para mí, mi vida ahora está con mi familia y mi fe. No puedo dejar todo eso atrás. Pero quiero que sepas que siempre tendrás un lugar especial en mi corazón."

Kyle asintió, sintiendo una mezcla de dolor y alivio. "Lo entiendo, Eric. Solo quería ser honesto contigo. Aprecio que me escuches y seas sincero conmigo también."

Ambos se quedaron en silencio, dejando que las palabras se asimilaran.

Con el tiempo, Kyle aprendió a aceptar su amor no correspondido. Entendió que a veces, el verdadero amor significa dejar ir y permitir que la persona que amas sea feliz, incluso si no es contigo. Se enfocó en su trabajo y en construir una vida llena de propósito y significado.

Eric, por su parte, continuó dedicándose a su familia y comunidad, pero con un nuevo entendimiento y apreciación de los complejos caminos del corazón humano. Aunque su relación con Kyle no era la que podría haber sido, mantenían una amistad sólida, construida sobre el respeto mutuo y los recuerdos compartidos.

Y así, ambos siguieron adelante con sus vidas

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