Hierofanías y Psicofonías de Amor [TPN]

♪10♪

|Los amantes no se encuentran en ningún lugar. Se encuentran el uno al otro todo el tiempo|

El silencio que lleva rato reinando en aquella habitación se hace cada vez más latente en el mismo momento en el que, lo que parece completamente irreal casi rayando en lo absurdo, parece convertirse en algo real. Algo que todos están experimentando en ese momento.

—¡Que nadie se atreva a moverlo! Nat sigue completamente anonadado ante lo que sus ojos han sido testigos, aquello parece una muy mala broma. Y eso que él suele ser partidario de las bromas de mal gusto, pero esto le parece irreal. —Alguien lo ha movido, ¿no?

—Yo no he movido nada. Confiesa Violet rápidamente, para quitarse la culpa de ser la posible manipuladora del marcador. Es la primera en estar fascinada ante aquella respuesta. Ni siquiera Anna es capaz de creerse el que acabe de grabar algo como aquello con el celular que no deja de moverse entre sus temblorosas manos. Qué decir de Gillian, quien ni siquiera es capaz de mover algún músculo de su cuerpo de lo asustada que se siente en ese instante al no comprender el por qué el grupo había seguido empecinado en realizar aquello.

—¡Cállense! Mantengan la calma ante todo, pedazo de idiotas. Y es que eso era lo más importante del plan que les había recordado Gilda al comenzar, y parece que ya lo habían olvidado. —Ni se les ocurra soltar los dedos de nuevo, y menos moverlo ustedes mismos, ¿entienden?

—Pero es que nadie lo ha movido. Le contesta Emma indiferente pero curiosa al intentar adivinar qué había provocado el movimiento del marcador en el tablero.

—Ya, lo pillo. Solo... Cálmense y empecemos nuevamente. Gillian, por favor, apunta todo lo que conteste, y tú Anna... No te orines mientras grabas.

Emma, sin saber precisamente qué preguntas formular y con la mayor calma del mundo pregunta por cuarta vez. —¿Hay alguien aquí?. El marcador, que antes había vuelto al centro de la tabla, se mueve nuevamente hacia el SI, aunque esta vez, con un movimiento algo más violento. Parecía ser, que el espíritu se encontraba algo molesto por la misma pregunta, o por cualquier otra cosa. Los espíritus pueden ser prontos a molestarse, ¿sabes?

—Pregúntale quién es. Le dice apresuradamente Gilda. Una pregunta bastante inteligente considerando que, todo aquel viaje ha sido para ir en busca del dichoso fantasma del piano.

—Gilda, las preguntas deben ser concisas. No soltará tan fácil la información como parecería.

Así que Emma decide comenzar con preguntas sencillas. Preguntas que antes ha hecho sin la necesidad de una tabla, y de las que siempre ha obtenido respuesta, pero no es un detalle que los demás necesiten conocer sobre ella en ese instante.

¿Eres de aquí?

SI

¿Eres un ser espiritual?

SI

¿Sabes dónde te encuentras?

NO

¿Estás desorientado?

SI

¿De qué manera has muerto?