Naruto - El tiempo corre como la tinta ✔️

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En el despacho del Hokage reinaba un silencio sepulcral. Los mismos shinobi que antes habían discutido sobre el destino de Minato por encima de su cabeza, ahora ni siquiera podían mirarle a los ojos. No le importaba por qué a cada uno de ellos se les había trabado la lengua de repente. Minato estaba furioso.

"Minato", dijo Sarutobi, el primero en romper el silencio. "Tienes que comprender..."

La mirada de Minato se agudizó. Uno de los shinobi más jóvenes soltó un gemido, pero Sarutobi no se impresionó tan fácilmente. "No podíamos estar seguros de que fueras realmente tú. Era información sensible".

"La primera vez, quizá". Minato se esforzó por mantener la racionalidad. "Pero en mi ausencia decidisteis que las pruebas y el testimonio de Kakashi eran prueba suficiente. Si no lo hubieras hecho, Genma me habría traído aquí en cuanto me hubiera encontrado en el distrito Uchiha. Entonces, ¿por qué no me lo dijo? ¿O a Rin? ¿O a Kakashi?"

Quizá era mejor que ninguno de ellos estuviera en la oficina con ellos. De lo contrario, Minato no habría sabido cómo reaccionar.

"Minato, por favor. I-" Sarutobi no podía mirarle a los ojos.

Minato se dio cuenta de que sólo conseguiría más excusas. Bien. Había cosas más importantes. "¿Quién se ocupa de él?".

Sarutobi parpadeó, cortado en mitad de la frase. "¿Qué?

"Es demasiado joven para vivir solo. ¿Quién cuida de él?"

Nadie respondió. Minato sintió que su fachada se desmoronaba.

"Vive solo", dijo finalmente Shikaku.

Minato se mordió el labio para no gritar. "¿Tiene un tutor? ¿Alguien que lo vigile regularmente? ¿Alguien que pase tiempo con él?

Sarutobi abrió la boca para decir algo, pero decidió no hacerlo. En su lugar, le recibió el silencio. Minato miró a su alrededor y sus ojos se detuvieron en los que se suponía que eran sus amigos. ¿Cómo podía alguno de ellos haber dejado que su hijo creciera solo?

"Háblame de él".

Sarutobi se reclinó en su asiento, lanzando un suspiro. "Nunca supimos todos los detalles. La noche en que Kushina dio a luz... algo ocurrió y el Kyūbi se liberó". Miró a lo lejos, perdido en sus recuerdos. Minato no hizo ningún comentario, esperando a que continuara.

"Kushina dio su vida luchando contra ello. Cuando los encontramos, Kushina había muerto y el Kyūbi estaba sellado dentro de Naruto".

¿Así que Naruto era el jinchūriki? Minato no quería pensar en lo que eso significaba para su posición en la aldea.

"En aquel momento pensamos..." Sarutobi se interrumpió. "Pensé que lo mejor sería mantener en secreto la identidad de Naruto. Dejarle crecer sin que supiera lo que llevaba dentro. Me temo que me equivoqué. Pero no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde".

Minato tragó saliva contra la sequedad de su garganta. "Así que Naruto no sabe que es un jinchūriki. ¿Pero todos los demás sí? ¿Los aldeanos lo saben?"

La expresión de Sarutobi se volvió apenada. "Los adultos sí. Se les prohibió decírselo a sus hijos, con la esperanza de que sus prejuicios no se transmitieran". Cerró los ojos. "Otro error mío".

Naruto era el jinchūriki, y la mayoría de la aldea lo sabía. Los hombros de Minato se tensaron. Por lo que parecía, no había nadie a quien pudiera haber acudido en busca de apoyo. Minato no podía creerlo. "¿Dónde está Jiraiya-sensei? Es el padrino de Naruto". Le asaltó un pensamiento horrible. "¿Está...?"

"Está vivo", dijo Sarutobi, acallando las preocupaciones de Minato. "Está apostado fuera de la aldea. Supervisando su red de espionaje".

Minato sintió que se le movía un ojo. "¿Viene de visita?"