11-E&R

908 106 41
                                    


Llegué a casa muerto de frío, todo mi cuerpo temblaba, las rodillas las tenía moradas, entre y cerré la puerta detrás de mi, las cortinas estaban cerradas impidiendo que la luz entrara en el departamento, todo estaba oscuro y frío no me gustaba.
camine en dirección al baño, necesitaba calor, la cabeza me dolía no podía dejar de temblar, entre y prendí la luz, mire el suelo, los cristales del espejo que había roto estaban ahí, pase encima de ellos haciéndolos crujir bajo la suela de mis zapatos.

Abrí la llave del agua caliente de la tina, me senté en la orilla, ya no tenía fuerzas para estar en pie, me empecé a quitar los vendajes de las manos, estaban cubiertos de sangre en la parte de los nudillos, los retire lentamente, la sangre había pegado la tela a mi piel expuesta, tire fuerte, el ardor era agonizante, apreté los dientes con fuerza para no gritar, dolía mucho, tire las vendas ensangrentadas con rabia al suelo.

Solo quería un día sin dolor era lo que más deseaba en esta vida, era mucho pedir?

Me levanté y quite mi ropa, la dejé tirada en el suelo, junto con los cristales rotos, el baño era un asco pero no tenía la energía para ponerme a limpiar el desastre que había hecho, me metí en la bañera hasta sumergir todo mi cuerpo, mis músculos se relajaron, de a poco el frío se fue,y el calor regreso a mi cuerpo, recargue mi cabeza en la orilla de la tina.

Se sentía bien, las luces empezaron a parpadear hasta apagarse y dejarme sumergido en la oscuridad.
El sueño se apodero de mi, mis ojos se cerraban por si solos no los podía mantener abiertos, mi cabeza resbaló del borde hasta sumergirme por completo en el agua.
Sentia que me undia en las profundidades del mar negro.

¿Sería egoísta quedarme aquí y no salir jamás ?

Estaba demasiado cansado como para intentar salir.

Mi mera existencia siempre representaría una amenaza para todos a mi alrededor, no importa cuanto me esforzara, todo acababa en desastre, solo era un peligro, un monstruo que absorbía la vida de todos a  su alrededor.

Sentía tanta paz debajo del agua, era calido y acogedor, la cabeza me empezó a dar vueltas, mis pulmones querían oxígeno pero yo quería quedarme aquí, olvidar todo mi dolor, sentía como me hundia cada vez más  la tristeza, la ira todo lo que sentía se desvanecio solo sentía el agua caliente en mi piel.

escuché la voz de mi madre en mi cabeza.

"Nunca te rindas, los Morter preferimos morir con la cabeza en alto, que vivir con la cabeza abajo"

Abrí los ojos con fuerza, tome las orillas de la bañera y salí del agua de un tirón, respire muy fuerte, mis pulmones ardían, no iba a acabar así, no importa que tan cansado estaba o que tanto doliera, no había sobrevivido hasta ahora para darme por vencido.

Golpe mi rostro, yo era más fuerte que toda la mierda que me rodeaba,
Salí de la bañera con las piernas temblorosas, tome una toalla limpia y me envolví en ella, salí del baño a toda prisa esquivando los cristales rotos, mi corazón latía cómo loco, mi pecho subía y bajaba muy rápido.

que era lo que me pasaba, me estaba volviendo loco.

Camine a mi pequeño guardarropa y me puse una pijama afelpada, tenía mucho frío, sentí como el departamento se enfriaba más a cada segundo que pasaba, la electricidad se había ido y con ella la calefacción.

Fui a mi cama y me tape con todas las cobijas que tenía, no era suficiente, Necesitaba más.

Necesitaba a Román.

La forma en que me abrazo esa noche nevada, la calidez que sentí cuando me arropo con su cuerpo, su piel caliente contra la mía, su olor a tabaco y Ron que me intoxicaba y me hacía perder la cordura, era la mejor de las drogas para olvidar mi dolor, me abrace a mi mismo debajo de las cobijas, extrañaba la fuerza con la que me sostuvo, lo necesitaba pero ya no estaba, ahora estaba solo.

Con Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora