Ushijima Natsume quedaba cada vez más impresionado con el chico que parecía un ángel en el tren, no sabía quién era ni mucho menos de dónde venía, pero estaba seguro de que se estaba enamorando de aquel desconocido, el problema era uno.
Oikawa no sa...
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Natsume se encontraba recostado en su cama con pereza, hoy se había tomado el día y había decidido quedarse en casa.
— Wakatoshi está en el Shiratorizawa… Qué sola se siente la casa. — Suspiró algo irritado y entonces una ampolleta se prendió en su mente. — ¡El ángel!
Sin meditarlo más, agarró su celular y buscó el contacto en su mensajería.
"Ángel <3"
¡Hey, angelito!
¿Estás ocupado?
Natsume se mantuvo esperando por un par de minutos, hasta que un mensaje llegó. Elevó una ceja al ver que era un sticker de alien diciendo "ocupado".
— ¿Un alien... ?
Soltó una leve risa, se le hacía tierno que ocupara esos stickers, pero no planeaba rendirse tan fácil. Quería conocer mejor al castaño y si fuera posible que Oikawa también mostrara interés en él, aunque sea un poco.
Ya que tienes tiempo
Dime angelito
¿Practicas algún deporte o tienes un pasatiempo?
Esta vez fue cuestión de segundos para recibir un audio.
"No tengo tiempo para hablar contigo, estoy entrenando y… ¡Iwa-chan no me tires el balón, ya voy, ya voy!"
— ¿Que... ?
Las risas salieron de su garganta con fuerza. En un principio, la voz del castaño sonaba seria y fastidiada, pero al gritar se notó el tono agudo y las risas atrás.
— Qué lindo…
¿Balón?
¿Qué deporte juegas?
Estoy ocupado, no me hables
…
Volei
— Así que otro idiota del volei ¿Acaso no existen otros deportes? — Suspiró algo resignado.
Su hermano menor de por sí era un idiota que solo sabía de volei y ahora resulta que su ángel también jugaba ese deporte, al menos no se conocían o eso quería creer.
Sin saber muy bien qué contestar, le mandó un sticker de un gato con una expresión de asco.
¡Hey!
Más respeto
Soy el mejor setter del país
Al leer eso, miraba sin creer sus palabras, mensajes y mensajes llegaban, uno más vanidoso que el otro y todo a causa de un sticker.
— Qué egocéntrico… — Murmuró mientras esta vez oía audios ofendidos del menor. — Pero su voz es linda enfadada, es gracioso cómo se enreda al hablar rápido. — Se cubrió el rostro algo ruborizado. — Es una ternura… Esto me va a volver loco.
Oye, angelito
¿Cómo puedo hacer que sientas lo mismo que yo?
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