Ushijima Natsume quedaba cada vez más impresionado con el chico que parecía un ángel en el tren, no sabía quién era ni mucho menos de dónde venía, pero estaba seguro de que se estaba enamorando de aquel desconocido, el problema era uno.
Oikawa no sa...
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Ushijima Natsume se encontraba sentado en el tren con el fin de volver a su hogar, como siempre su dulce hermano menor se había olvidado de esperarlo, siendo que le había dicho que pasaría por él a Shiratorizawa.
— Ese Wakatoshi, no puede siquiera recordar que su querido hermano va a buscarlo, idiota del volei.
El de orbes verdosos se quejaba por lo bajo hasta que pudo ver como el tren se llenaba de golpe, suspiró algo estresado levantándose y acercándose a la puerta antes de tener la necesidad de pedir permiso a cada segundo para cuando llegara a su parada.
Entonces lo vio.
Un chico de cabellera castaña vestido con ropa casual, no lograba entender si era por su vestimenta o las gafas junto a los audífonos que le daban un aspecto algo perdido, pero el atardecer que bañaba su rostro le quedaba perfecto.
— Como un bello ángel...
El Ushijima se mostraba sorprendido, nunca le había pasado algo como lo que estaba sintiendo en esos instantes, podía jurar que había caído enamorado de un completo extraño, pero qué extraño a decir verdad, era simplemente hermoso y eso que Natsume ni se consideraba homosexual, pero este chico lo volteó en cuestión de segundos.
— Dios... No me puede estar pasando esto.
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