Narra Ares
-Hola, disculpa la demora. Había mucho tráfico-dije sentándome al lado de Isabel.
-Aún no a empezado, llegaste justo a tiempo-dijo Isabela y en ese momento encendieron las luces y allí mi pequeña Victoria comenzó a bailar al ritmo de la música de balett.
-¡Eso Victoria!-gritó Isabela levantándose cuando esta finalizo de bailar. Yo aplaudí, al rato Victoria viene hacia nosotros y yo le entregué un ramo de rosas.
-Estuviste preciosa cariño, estoy muy orgulloso de ti-susurré con una sonrisa y ella me abrazó.
-Gracias papá-sentí mi corazón latir muy rápido.
Era la primera vez que me decía papá.
Que sentimiento tan hermoso.
-¿Qué dijiste?-dije con una sonrisa y mis ojos llenos de lágrimas.
-Gracias papá-dijo ella y la abracé. Isabela tenía sus ojos llenos de lágrimas y tenía una sonrisa sobre sus labios.
-Gracias por estar en este momento. Nuestra hija nunca lo va a olvidar-dijo Isabela y las miré.
-¿Quieren comer pizza?-dije y Victoria chilló.
-Si papito-dijo ella y la agarre entre mis brazos.
-Pues pizza comeremos-dije con una sonrisa.
*****
-¿Cómo va Danna con el embarazo?-preguntó Isabela mientras tomaba un trozo de pizza.
-Bien, solo faltan unos días para que la bebé nazca-dije y Isabela me miró.
-Podrás decirme lo que quieras, pero te conozco Ares. Sé que no eres feliz con Danna-dijo Isabela.
-Lo e intentado de varias maneras, e tratado de hacer todo lo posible, pero simplemente es algo que no puedo controlar. Por más que trato de verla como mi esposa no puedo Isabela. Yo no la amo, y si, es la mamá de mi hija pero no siento más nada por ella. Solo el respeto-dije.
-¿Hay alguien más en tu vida?-dijo ella mirándome.
-¿A qué te refieres?-pregunté.
-Ares, tu corazón le pertenece a alguien más. De eso estoy segura, lo único que me resta por decirte es que luches por esa chica. Tú debes ser feliz, no vivas una vida atado a una persona por una obligación. Debes aprender a imponer y que te valga un comino lo que digan de ti Ares-dijo Isabela y le regalé una sonrisa.
-Gracias Isabela, tienes toda la razón-dije.
Narra Angelis
-Hola cariño, voy a salir fuera de la ciudad. Me mantienes al tanto de cómo te sientas. Te amo-dijo Paul y lo besé.
-Yo más Paul, suerte-dije y el sonríe. Él se va y lo acompaño hasta que se va. El se fue y sonreí.
Debo admitir que el haberme casado con Paul no fue una mala idea.
Con su amor y su paciencia, él me hizo comprender que podemos amar una vez más. Y si, estaba enamorada de Paul, pero una parte de mí también lo estaba de Ares y eso me frustraba.
¿Porque Ares tuvo que volver a aparecer?
Muchas preguntas sin respuestas invadían mi mente. Entré a la casa y me di una ducha.
-Señora Williams, tiene visita-dijo la sirviente. Asentí y bajé las escaleras.
¿Qué hacía ella aquí?
-Hola Danna, bienvenida-dije y ella me miró.
-Hola Angelis-dijo ella y me senté frente a ella.
-¿Gustas algo de tomar?-pregunté y Danna negó.
-Mi vista es rápida-dijo Danna.
-¿Cómo estás tú? ¿Cómo está el bebé?-pregunte.
-Mi hija y yo estamos bien-dijo ella.
-Me alegro mucho, me imagino que estás en los últimos días-dije y ella asiente.
-Deja tu maldita hipocresía a un lado Angelis-dijo ella y la miré.
-Te equivocas, nunca e sido hipócrita contigo y al contrario de ti jamás te e echo algo para lastimarte, humillarte o algo similar-dije y ella me miró.
-Estás arruinando mi familia Angelis, desde que llegaste todo cambió. Todo por tu maldita culpa, eres una zorra y nunca me equivoqué en lo que dije. Detrás de esa carita de mosquita muerta se esconde una mujer que se acuesta con el primero que encuentra. Yo dudo que ese bebé sea de Paul, quizás ni sepas quién es el padre de ese bastar...-rápidamente le di una cachetada.
-Esta es mi casa y la respetas. Y por ningún motivo dejaré que vuelvas a humillarme. Ya no soy la misma de antes Danna. Lárgate de mi casa, una persona vil y asquerosa como tú no merece entrar en esta casa. ¡Lárgate!-dije furiosa.
-Esto no se va a quedar así, vas a arrepentirte de esto Angelis. Te lo juro-dijo Danna.
-¡Seguridad saquen a esta mujer de aquí!-grite.
Narra Ares
-¿De dónde vienes?-preguntó Danna.
-Estaba en la actividad de mi hija, y la llevé a comer. ¿Algún problema Danna?-dije quitándome la chaqueta. Ella se levantó y me abrazó por detrás.
-Vamos a hacer el amor, hace tiempo no me tocas Ares-dijo ella y me separé de ella.
-Sería muy arriesgado, además estás a punto de dar a luz Danna-dije y Danna se sentó en el borde de la cama.
-Estoy cansada de tu indiferencia Ares-dijo Danna.
-Oh, pues lo siento. Muy bien sabes mis sentimiento hacia a ti. Estoy contigo por obligación, yo no te amo Danna y lo sabes-dije y Danna se levantó de golpe.
-¡Es por...-un líquido salió de su entre pierna.
-Mierda-se quejó.
-La bebé va a nacer Ares-dijo Danna.
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El Chico Parker
Teen FictionLa vida tiene muchas sorpresas. En momentos puedes estar arriba como en momentos puedes estar abajo. Así es la vida, por eso siempre debemos ser los mismos a pesar de las cosas que ocurren en la vida. Pero, que tiene que ver eso con que envíen en v...