La vida tiene muchas sorpresas. En momentos puedes estar arriba como en momentos puedes estar abajo. Así es la vida, por eso siempre debemos ser los mismos a pesar de las cosas que ocurren en la vida.
Pero, que tiene que ver eso con que envíen en v...
-Cambiando de tema. Tenemos una exclusiva-dijo la reportera de la televisión.
-En este momento vamos a pasar con nuestra compañera Gabriela la cual nos tiene una exclusiva-dijo la reportera.
-Así mismo como lo dijiste Diana. Tenemos una exclusiva. Estas imágenes que están viendo son nada más y nada menos que el hijo del magnate Roberts Parker comprometiendo a Danna Scott, la hija de la famosa empresaria Gia-dijo la reportera y vi a Ares. Rápidamente apague el televisor. Ya no podía ver más.
-Señorita Lee, abajo la espera su padre-dijo la sirvienta. Asentí, me levante bajé las escaleras. Allí estaba Paul.
¿Qué hacía él aquí?
-Hola-dijo Paul levantándose.
-Hola-respondí y levanté una ceja.
-¿Te acuerdas de mi?-preguntó el.
-Si, lo recuerdo-susurré y el sonríe.
-Soy Paul Williams-dijo el.
Él era con el hombre que iba a casarme.
-Oh-dije y mi padre me miró.
-Los dejaré solos para que se conozcan y hablen-dijo mi padre yéndose.
-Sigues igual de hermosa, desde la última vez que te vi. Te traje un regalo-dijo él y me entregó un ramo de rosas. Debo admitir que ese simple gesto me sacó una pequeña sonrisa.
-Están muy hermosas, gracias-dije y él me regaló una sonrisa.
-No sé si tu papá te explico todo-dijo él y solo asentí.
-Si-dije.
-¿Qué piensas?-preguntó él y yo lo miré.
Debo de alguna manera olvidar a Ares.
-Que si acepto, pero antes tienes que saber algo. Yo estoy embarazada, tengo un mes exactamente-susurré y él me miró.
-Yo te acepto a ti y a tu bebé-dijo el acercándose a mí con una sonrisa y dejó un beso sobre mi frente.
-Prometo hacerte la mujer más feliz del mundo, lo verás-dijo él y solo asentí. Mis padres salen de el despacho aplaudiendo con una sonrisa, y mi padre tenía una botella de champange.
-Esto se merece un brindis-dijo mi padre.
Narra Ares
-Viste esto Ares, a ver si ya se te quita la ilusión de una vez y por todas-dijo Danna lanzándome un periódico u observé la primera plana.
Angelis iba a casarse con un hombre que fácilmente podría ser su padre.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y tiré el periódico a la basura. Danna se acercó a mí y me abrazó por detrás.
-Déjame quererte Ares, por favor-dijo Danna y observé nuestro reflejo a través del espejo. Danna se pone frente a mí y llevó mis manos a su vientre.
-Falta poco para conocer a nuestro bebé-dijo Danna y yo iba a sacar mis manos pero ella las sostuvo.
-¿Porque rechazas a nuestro bebé?-dijo Danna con sus ojos llenos de lágrimas.
-Esto es nuevo para mí Danna-dije y ella me miró.
-También para mí Ares, y estoy dando lo mejor de mí. ¿Porque tú solo no puedes hacer lo mismo?. Debes olvidarte de Angelis-dijo Danna y acaricié su mejilla.
-Vamos a empezar de cero, por favor. Prometo que vamos a ser felices los tres-dijo ella y me besó. El beso comenzó suave y luego comenzó a subir de tono. Hasta que ambos terminamos desnudos en la cama teniendo sexo.
*****
-Ares-escuché su voz y rápidamente me di la vuelta.
-Isabela-dije y ella se acercó a mí.
-¿Cómo estás? No te vez bien, te noto preocupado-dijo ella y la miré.
-Yo estoy pasando por una situación un poco complicada, pero yo no importo ahora-dije y ella me miró.
-Quiero que conozcas a alguien, por eso te cité aquí-dijo ella y asentí. Estábamos en un parque lleno de niños. Ella se levantó y hizo un sonido y rápidamente una niña viene hacia ella.
La niña viene hacia mí corriendo.
-Hola-dijo la niña que tenía como unos 3 años.
-Hola-dije y la niña se parecía mucho a mi. La niña se fue corriendo y Isabela me miró.
-Esa niña que vino a verte es tu hija Ares-dijo Isabela y sentí como si un barde de agua fría cayera sobre mi cuerpo.
-¿Qué?-susurré y ella me miró con sus ojos llenos de lágrimas.
-Si Ares, hace menos de un año me diagnosticaron una enfermedad terminal y... quería que conociera a nuestra hija y que ella conociera a su papá. Solo quiero que la cuides si algo me pasa, que la protejas-dijo ella con sus ojos llenos de lágrimas.
No puedo creerlo.
-¿Porque te fuiste y nunca me lo dijiste?-dije un poco molesto.
-Porque tus papás, ellos amenazaron con hacerle daño a mi familia. Dejarlos sin trabajos, y hacerles la vida imposible. La única condición que tuve fue irme lejos. Y nunca te busqué porque realmente creía que me odiabas-dijo Isabela y la miré.
Debo admitir que tenía mucho coraje.
-¿Cómo se llama la... mi hija?-pregunté y ella sonríe.
-Victoria, es una niña muy inteligente. Tiene tres años acabados de cumplir-dijo Isabela con una sonrisa.
Victoria
¿Esto era una señal?
*****
-Hola Ares-dijo mamá cuando entré pero cerró su boca cuando vio a Isabela junto a mí y a la niña.
-¿Qué hace ella aquí?-preguntó mamá.
-Vino para que conociera a mi hija-dije tomando entre mis brazos a Victoria. Mi madre miró fijamente a Isabela y luego me miró a mí junto a la niña.
-No puedo creer lo que ustedes hicieron, creí que ustedes eran personas honestas pero ya veo que esta maldita casa está llena de malditas mentiras. Cada vez te detesto más y deseo no haber sido tu hijo. Mira que ocultarme que yo tenía una hija, eso no se hace-dije con coraje.
-¿Hija?-dijo Danna apareciendo en la sala.
-Si, Ares y yo tuvimos una niña-dijo Isabela y Danna me miró.
-Por Dios, no puedo creerlo-dijo Danna.
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