Capitulo 27: La Despedida

61 5 0
                                    

Narra Angelis

-Buenas tardes, leí afuera que tenían un estudió disponible-dije y la señora asiente.

-Si cariño, tenemos un estudio. Para una persona-dijo la señora.

-Estoy interesada, ¿puedo pasar a verlo?-pregunté y ella asiente. Subimos a ver el estudio y realmente era algo pequeño. No era a lo que estaba acostumbradoa pero era lo que podía pagar.

-¿Lo tiene disponible para hoy mismo?-pregunté y ella asiente.

-¿Debo dar algún depósito?-pregunté y ella me miró.

-No, vamos a abajo a llenar los papeles-dijo ella y solo asentí.

*****

-No es mucho, pero aquí vamos a ser felices tú y yo-dije sosteniendo mi vientre.

-No te va a faltar nada, te lo prometo-dije.

-Saldré a buscar trabajo, con los ahorros que tengo no es suficiente-dije para mi misma.

Narra Ares

-Ares, ¿Angelis está contigo?-dijo Paul y lo miré.

-No, ¿porque?-dije y él me mostró un papel y leí la carta que ella había escrito.

-Angelis dejó todo, no se llevó nada. Ni tan siquiera su teléfono, estoy muy preocupado. Ella no estaba bien Ares, ayer discutimos-dijo Paul y lo miré.

-Mierda-dije y llevé ambas manos a mi cabeza.

-Dame un segundo, dejaré a Victoria con mamá y saldremos juntos a buscarla-dije y Paul asiente.

*****

-Angelis está confundida-dijo Paul mientras conducía.

-¿A qué te refieres?-pregunté.

-Angelis está enamorada de ti y de mi Ares-dijo Paul.

-Ayer me lo confesó y discutimos, quise darle su espacio y me fui a dormir a otra habitación. Estuve toda la noche pensando y... salí temprano a comprarle unas rosas para que se sintiera mejor, cuando regrese ella ya no estaba. Solo dejo la carta-dijo Paul.

-Tienes que saber que... antes de yo casarme con Danna. Angelis y yo estuvimos juntos, y por culpa del supuesto embarazo de Danna, me obligaron a casarme con ella. Y no supe más de Angelis, y después cuando nos vimos en la fiesta me di cuenta que ella estaba embarazada de mí y la enfrenté en la habitación y ese día nos besamos, más bien, yo la besé-dije y Paul me miró.

-Desde ese día ella a estado rarísima-dijo Paul.

-Mírala ahí-dije y literalmente me bajé de la camioneta de Paul.

-¡Angelis!-grité y ella se detuvo y comenzó a caminar más rápido. Paul y yo nos bajamos, y la detuvimos.

-Váyanse-dijo ella.

-No nos vamos a ir, ¿porque estás huyendo de nosotros? Angelis, tú sabes que yo te amo-dije y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Angelis, eres una mujer maravillosa. En estos 8 meses haz sido el amor de mi vida. No tenías porque irte así-dijo Paul y ella miró a Paul.

-Los dos son dos hombres maravillosos, y...-ella estalló en llanto.

-Y no quiero lastimarlos-dijo Angelis.

-Por favor, vamos a casa. Vamos a hablar con calma, como dos personas adultas-dijo Paul.

-Lo siento-dijo Angelis y comenzó a correr.

Narra Angelis

Corría, corría lo más rápido que podía. Así era siempre, huía de mis problemas. Era una maldita cobarde, jamás enfrentaba mis problemas y mis miedos. Mi mente no dejaba de pensar y mis lágrimas no querían dejar de salir. Me sentía horrible.

-¡Fíjate por dónde vas!-dijo el señor que casi me llevaba arrollada. Alguien me tomó del brazo y me sacó del medio de la calle.

-Ya basta Angelis-dijo Ares sosteniendo mi rostro. Mi respiración estaba muy agitada.

-Mírame por favor, ya-dijo el intentando calmarme. El me abrazó y sentí paz, me sentía tranquila en sus brazos.

*****

-¿Estas más calmada?-preguntó Paul y asentí. El se acercó más a mí y tomó mi mano.

-¿Podemos hablar?-preguntó y asentí.

-¿Quieres ser libre?-preguntó él y lo miré.

-¿A qué te refieres?-pregunté.

-Sepáranos, pero quiero aclarar que yo a ti te amo con mi vida. Pero, no puedo obligarte a que me quieras o a que tú estés conmigo-dijo Paul y yo lo miré.

-Yo quiero estar contigo Paul-dije mirándolo y él acarició mi mejilla.

-Angelis, yo sé que eso no es así. Yo sé que tú quieres estar con Ares-dijo Paul.

*****

-Hola, ¿cómo estás?-dijo Ares y yo me senté frente a él.

-Estoy bien-dije y él me miró.

-Mi visita es rápida, solo vine a decirte que... ya no quiero que sigas sufriendo por mi culpa. Me ofrecieron una beca en una universidad en Boston, la universidad en la que siempre e querido estar. Y decidí irme y dejarte libre con Paul. Debo admitir que me duele, pero solo quiero verte feliz. Pero esto no significa que perderemos la comunicación, pues tú eres la madre de nuestro hijo-dijo Ares y mis ojos se llenaron de lágrimas.

Ares, si solo supieras que yo me voy a divorciar de Paul, para poder estar contigo...

Pero su sueño era primero que yo, él debía seguir su sueño y volar tan lejos y ser ese gran chico que él siempre a querido ser...

-Te deseo un buen viaje-fue lo único que pude decir y el me abrazó.

-Cuídate mucho pitufina, te quiero mucho-dijo Ares y junto mi frente con la suya.

-Estoy segura que serás el mejor jugador, y se te abrirán muchas puertas. Sigue siendo ese Ares, ese Ares del que yo me enamoré-susurré y el sonríe y acaricia mi mejilla. Luego se pone a la estatura de mi vientre.

-Cuídame mucho a tu mamá, mi rey hermoso-dijo Ares y dejó un beso sobre mi vientre.

-¿Cuando sale el vuelo?-pregunte.

-Hoy en la noche, mañana es el juego más importante. Porque si gano, perteneceré al equipo de Boston, el equipo con el que siempre e soñado jugar. Se a lo que me enfrentaré, son rivales muy fuertes-dijo Ares.

-Verás que lo vas a lograr, mucha suerte Ares-susurré.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Chico ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora