La vida tiene muchas sorpresas. En momentos puedes estar arriba como en momentos puedes estar abajo. Así es la vida, por eso siempre debemos ser los mismos a pesar de las cosas que ocurren en la vida.
Pero, que tiene que ver eso con que envíen en v...
-Ares, ¿qué está pasando contigo?-preguntó Danna y la miré.
-No pasa nada, ¿porque?-pregunté y ella me miró.
-Hacia tiempo no te vía así, ¿es por ella verdad?-dijo Danna y la miré.
-Ya basta de preguntas-dije y comencé a caminar. Veo a Angelis sentada sola y Brenda está con Dimitriu. Me senté con Brenda y Dimitriu.
-Hola Ares-dijo Brenda mirándome.
-Hola-dije y miré a Angelis. Me levanté y caminé hacia donde Angelis.
-¿Puedo sentarme?-dije y ella solo asiente y se va al otro extremo. Su comida estaba completa y podía ver como secaba sus lágrimas con las mangas de su abrigo.
-Angelis-dije acercándome a ella y ella me miró.
-No me gusta verte así-dije y ella me miró.
-Tu te haz alejado de mí-dijo ella y yo la miré.
-Porque no mereces a alguien como yo Angelis-dije y ella me miró.
-¿Porque eres tan duro contigo mismo? Yo confío en ti Ares-dijo Angelis y yo la miré.
-Pero yo sé lo que soy. No te merezco soy muy poca cosa para ti-dije y Angelis miró.
-No eres poca cosa Ares, mírate, yo veo a un chico que tiene miedo a expresar sus sentimientos porque tiene miedo-dijo Angelis y mis ojos se llenaron de lágrimas.
Ella tenía razón...
-Isabela fue una chica que llegó al instituto y desde el primer día que la vi fue un amor a primera vista. Ella era todo lo que quería y más. Jamás en mi vida había sentido lo que había sentido con ella-dije y sus lágrimas no tardaron en salir.
-Isabela tuvo que irse, porque mis papás no apoyaron la relación porque ella no era de nuestra misma clase. Ella se fue sin decir nada y no supe nada de ella. Me faltaron tantas cosas por vivir, por decirle. Desde esa vez juré que no iba a dejar entrar a nadie más en mi vida. A menos que ella regrese a mi-dije y Angelis guardo silencio.
-Isabela debió de ser afortunada-susurró ella.
-Angelis, ya no quiero que estemos así. Dejemos nuestras diferencias y comenzamos desde cero-dije y ella me miró.
El teléfono de Angelis comenzó a sonar.
-Debo contestar-dijo Angelis levantándose y yéndose.
-¿Pudieron hablar?-dijo Brenda.
-Si-dije.
-¿Qué te dijo?-dijo Brenda.
-Aún no me respondió esa pregunta-dije.
Narra Angelis
-Hola papá-dije.
-Hola cariño-dijo papá.
-Hola, ¿cómo están todos?-dije.
-Estamos bien cariño, solo te estoy llamando para decirte que ya te sacamos los pasajes para que regreses con nosotros-dijo mi padre y sentí como si un barde de agua fría cayera sobre todo mi cuerpo.
-¿Porque antes?-pregunté.
-Lo sabrás acá, te quedan dos semanas-dijo papá u colgué el teléfono.
-¿Todo está bien?-preguntó Ares y lo miré.
-Me voy en dos semanas-dije y Ares se me quedó viendo. Yo entré a recoger mis cosas para irme.
*****
Comencé a guardar mis cosas en la maleta, y la puerta se abre y veo a Ares.
-¿Nececitas ayuda?-preguntó Ares y negué. Él entró y se sentó en el borde de la cama.
-¿Te gusta aquí?-preguntó Ares.
-Es una vida muy diferente a la de Los Ángeles. Tengo más libertad, tengo más amistades-dije sentándome a su lado.
-¿Porque no te quedas aquí?-pregunté y lo miré.
-Creo que la distancia nos vendrá bien a ambos. Así tú puedes estar con quien tú desees y yo me sigo aferrando a la misma vida infeliz-dije levantándome de su lado y sacando unas cosas del armario.
-Mi vida no sería lo mismo sin ti-dijo Ares y me volteó y niego.
-No digas cosas que no sientes Ares, por favor-susurré con mis ojos llenos de lágrimas.
-Angelis, y si te digo que te quiero. Que tú también me gustas-dijo Ares levantándose y acercándose a mí.
-Ni digas cosas que no sientes Ares, en tu vida solo existe una mujer y esa mujer jamás seré yo-dije y Ares me acorraló en contra del armario.
-Tenías razón, tengo miedo de intentarlo de nuevo. Y si, no había sentido nada más por alguien más, hasta que llegaste tú pitufina. Tú me vuelves loco, no sales de mi cabeza, todo el tiempo estás en mi mente y si, siento celos cuando te veo con Dimitriu. Siento celos de imaginarme como te toca, como te besa-dijo Ares y sostuvo mi rostro con sus manos.
-Te amo Angelis-dijo Ares y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-Ares por favor-quería creerle.
-No puedo dejar de pensar en ese maldito beso, si, lo recordé. Y ahora solo deseo besar tus labios y demostrarte que todo lo que te estoy diciendo es totalmente cierto-dijo Ares y mi mirada no se apartaba de la suya. Nuestros rostros se fueron acercando hasta que unimos nuestros labios.
El beso comenzó suave, y luego se fue intensificando. Ares fue retrocediendo y ambos caminos en la cama y ahora Ares estaba sobre mi. Ares se quitó su camiseta y comenzó a besar mi cuello. Quitó mi camiseta y para su sopresa no traía sostén. El sonríe y lleva mis pechos a su boca. La ropa fue sobrando y él estaba totalmente desnudo y yo tenía mis bragas.
-Ares-dije y él me miró.
-Que-susurró.
-Ares yo nunca e estado con un hombre-susurré y Ares me miró.
-¿Quieres hacerlo?-preguntó Ares y asentí.
-Te prometo que voy a ser delicado, y lo vas a disfrutar-susurró y me beso en un momento a otro, Ares tomó sus pantalones y vi que sacó un preservativo y lo colocó sobre su gran erección y me miró.
-Esto va a doler un poco-dijo Ares y asentí. Ares quitó mis bragas y dejó un beso sobre mi feminidad. Él se posicionó entre mis piernas y entrelazó sus dedos de mis manos con los suyos.
El sonríe sobre mis labios y dejó un beso.
-Aquí voy mi amor-susurró Ares y comenzó a entrar en mi. Dolía, mucho.
-Ares-gemí y él comenzó a besarme el rostro, tratando de que olvidara el dolor. Sus caderas se movían suaves hasta que los movimientos fueron acelerando y el dolor se convirtió en placer.
Los movimientos de Ares se intensificaron.
-Oh Angelis-gruñó Ares y cayó sobre mi pecho. Nuestras respiraciónes estaban muy agitadas. Ares salió de mí y en el preservativo había un poco de sangre. Ares lo botó y luego se acomodó en la cama y me pegó más a él.
-¿Te sientes bien princesa?-preguntó Ares y asentí.
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