Capitulo 10: Detalles

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Narra Ares

-Este es su helado favorito-dijo Brenda y lo eche dentro de la canasta.

-No puedo creer lo que mis ojos están viendo, no conocía esa parte tan cursi de ti Ares-dijo Brenda y solté una carcajada.

-Solo quiero que se sienta bien-dije y observé unas flores y vi unos tulipanes. Los tomé y pagué todo. Dejé a Brenda en su casa y llegué a mi casa.

-Pitufina, ¿puedo entrar?-dije y entré y ella estaba en la cama acostada.

-Mira lo que te traje-dije y ella se sentó en la cama. Le entregué los tulipanes y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Están muy linda Ares, gracias-susurró y saqué de la bolsa el helado.

-Brenda me dijo que ese era tu favorito-dije y ella seco sus lágrimas con la manga de su abrigo y asiente y sonríe.

-Gracias Ares, no tenías porque hacerlo-dijo ella y encendí el televisor.

-¿Qué película quieres ver?-pregunté y ella sonríe.

-Elige una tu-dijo ella y asentí.

Me acosté a su lado y comenzamos a compartir helado y empezamos a ver la película.

-Ay no-dijo Angelis secando sus lágrimas.

-Ella no puede morir-dijo Angelis y solté una carcajada.

-En serio te vas a poner así por una película-dije y ella me miró.

-Estoy en mis días del mes Ares-dijo ella solo negué.

-Ella no está muerta-dije y ella me miró.

-Si Ares, no viste la tumba-dijo Angelis y en ese preciso miembro apareció la protagonista.

-¡Te lo dije!-dije y ella se cruzó de brazos.

-Ya no llores más pitufina-dije y comencé a hacerles cosquillas y ella comenzó a reírse.

-No Ares, no por favor-dijo ella entre carcajadas, hasta que nos detuvimos. Y yo estaba sobre ella y nos quedamos mirándonos por un largo rato.

-Mi pitufina-dije con una sonrisa y eche un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-Ares, ¿puedo preguntarte algo?-dijo ella y asiento.

-¿Porque la otra vez me evadiste el tema sobre la vez que te enamoraste?-dijo ella y la miré.

-¿Porque tienes tanta curiosidad?-pregunté y ella me miró.

-Porque quiero conocerte Ares, quiero entenderte-susurró ella y acaricié su mejilla.

-El amor no fue echo para mi-dije y ella me miró.

-¿Porque dices eso?-preguntó.

-Porque si, y ya eso fue hace tiempo. Vamos hablar del presente-dije y ella me miró.

-Hace 10 años atrás, yo perdí a mi hermana en un accidente automovilístico-dijo ella y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Íbamos de camino a una actividad que benéfica en donde reconocerían a mi papá. Noah se puso a molestarme y Noah quería llamar la atención de mis padres y Noah se salió por la ventana y mi papá perdió el control del coche y un camión nos impactó. Yo... yo debía estar en el asiento de atrás no mi hermana. Y... y por mi culpa ella se murió, por mi culpa Victoria está muerta-dijo ella entre lágrimas.

-Tu no tuviste la culpa-dije.

-Si Ares fue mi culpa, pase los días más horribles de mi vida. Mi mamá todavía me sigue recordando que por mi culpa Victoria está muerta. Por eso no me gusta salir, yo no merecía estar viva. Por eso Dios me castigo con mi condición-susurró y me senté y ella se sentó también.

-Hey, tu no tuviste la culpa. Tú no la mataste. Fue un accidente y tú no fuiste la que lo provocaste-dije y la abracé.

Como odio que te sientas así.

Acaricié sus mejillas y junte mi frente con la suya.

-Ares-susurró y la miré.

-¿Qué?-susurré.

Nuestros rostros se acercaron y solo nos separan milímetros. Quería saber a qué sabían sus labios.

-¿Estas segura?-susurré y ella solo me miró.

-Si-susurró y sin dudarlo junte mis labios con los de ella.

El beso, el beso fue intensificándose. Hasta que Angelis me detuvo.

-Ares, estoy en mis días-dijo Angelis y junte mi frente con la suya.

-Lo siento, yo no quería...-ella suelta una carcajada.

-Tranquilo-dijo ella y la miré.

-Abre tu boca-dije y metí dos dedos a su boca.

Mierda, algo se despertó entre mis piernas.

-Lo siento-dije sacando mis dedos. Angelis sonríe y ella se puso sobre mi y comenzó a besar mi cuello.

Sus besos fueron bajando hasta que me quitó la camisa y sus besos fueron bajando por mi vientre. Hasta que llegaron a mis pantalones y ella dejó un beso sobre mi erección que estaba oculta por mis pantalones.

Ella bajo el cierre de mi pantalón junto con mis bóxers y mi gran erección no tardo en salir.

Ella succionó mi erección con su boca y cerré los ojos.
Luego los abrí y ella aceleraba sus movimientos sostuve su cabello y comencé a mover mis caderas hasta que explote.

-Ares...-escuche la voz de Angelis y abrí mis ojos.

Carajo, que sueño más caliente.

-Ares te quedaste dormido, después de terminar de hablarte de Victoria. Johanna y Roberts están preguntando por ti-dijo ella.

-Esta bien-dije levantándome de la cama y ella se puso a rebuscar algo en las gavetas y mire la gran erección que tenía por el maldito sueño.

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El Chico ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora