"Odio"

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Y ahí estaba Quackity sentado en la bañera del cuarto de baño del castaño, viendo al techo y como todo giraba. Este estaba esperando a que el otro termine de soltar el estomago dentro de la taza después de que hizo del uno.

-Ya me preocupaste cabrón, cuanto puedes guardar ahí?- El tono de este se veía muy afectado, el acento característico de este se marcaba demasiado.

Roier estaba soltando todo... literalmente pues mientras vomitaba también lloraba. -No vuelvo a tomar carajo chorizo- Decía mientras se levantaba para lavarse los dientes pues no quería oler a la taza del baño, y tampoco a vomito.

Como era de esperarse, después de soltarlo todo y enviarlo por la tubería este se sentía mejor. No sobrio pero si mejor

Vio al peli negro viendo al techo y se sentó junto a el, fue por inercia pues al verlo ahí supuso que era para acompañarlo.

-Gracias por estar aqui cabrón, aunque no te quiera ni un poquito ahora te quiero así- hizo una seña con los dedos como si tomara una pizca de sal.

-No me digas cabrón, cabrón- empujo el hombro del contrario con su codo. -Yo si no te quiero nadita jijuesuchingada. Si no me quedaba la rivers me iba a matar ¿si entiendes que en ese metro cincuenta solo hay pura maldad?- Decía abrazándose a si mismo.

-Sisi ya cállate puto- Se levantó para ir a su cama. -¿Vas a venir a dormir o te vas a tu cantón para que te roben hasta la dignidad?- Dijo mientras reposaba en el marco de la puerta. Alexis lo vio y divagó por un momento, se levanto de golpe y lo siguió (ya le habían robado varias veces ese mes y llamar a su mamá o hermana no era una opción).

Roier ya se encontraba acostado y en cuanto Quackity quizo ocupar un lugar en la cama, el otro lo empujó haciendo que este caiga al suelo -Nos odiamos pendejo, no podemos dormir juntos- Lo veía desde arriba de la cama y el otro se levantaba con ganas de hacerle lo mismo al contrario, y así pasó, ambos se encontraban peleándose y forcejeando para empujar al otro.

-Ya Quackidick, hagamos el amor no la guerra- Fingió acercarse a el para darle un beso, esperaba la reacción que siempre recibe ante tal acto que era alejarse por inercia y seguir con el juego o enojarse y mandarlo a chingar a su madre. Quackity se quedó congelado frente a el, nunca sintió ese calor en sus mejillas cuando Tina se acercaba a el para intentar darle su primer beso. Pues si este era virgen de labios yyy de la otra cosa.

Quackity se intentó contener pero no pudo más, asi que ahí estaban, intentando borrar el vomito de Alexis de sobre la playera de Roier. El castaño no estaba enojado sino que la situación le causó gracia, en cambio el peli negro estaba completamente avergonzado cubriendo su cara con la cobija del contrario.

-Ya wey no es para tanto, al menos ya te sientes mejor, si o no pendejo- Decía sobando la espalda del peli negro.

-Pues si... sabes mejor toma esto como algún tipo de venganza- decía mientras juntaba sus manos y entrecerraba sus ojos como si estuviera explicando algo serio. -por lo menos yo no soy un chillón cuando vomito, ¿te pegaban tus papás de chiquito o que?- Dijo en tono burlesco pero pendiente por si era cierto y resultaba en algo incomodo.

-En realidad estaba alterado y triste por lo del juego, ya tienes otra cosa con que humillarme, felicidades- Hizo como si bailara y aplaudiera pero todo era irónicamente. -Ahora ya todos saben que soy el único virgo, pinche humillación no mames-

-No creo que sea tan importante...- Como seguían bajo los efectos del alcohol las palabras solo salían pero la situación se estaba tornando algo incómoda. -Si tanto te afecta anda donde las casualonas mamón-

-No sabía que fueras todo cochino quackitis- Le picó el costado molestándolo

-No mames si yo ni he dado mi primer beso y voy a andar yendo ahí- Ambos se callaron y se quedaron viendo- Antes de que te burles tu también eres un virgo de mierda okay? -Dijo poniendo su dedo con torpeza en la boca del otro para callarlo.

-¿Neta no has dado ni tu primer beso?, yo pensé que Tina y tu...- Juntaba sus dedos para simular la acción. -Ya sabes llevan tonteando años como para no hacer nada-

-A diferencia de ti yo no soy un promiscuo como tú y la respeto demasiado como para hacerlo sin que ella lo quiera- Mentira. Tina siempre intentaba dar ese paso pero el no podía, realmente quería hacerlo pero su cuerpo reaccionaba diferente. -Además ¿A ti que te importa?- Decía rojo de la vergüenza.

-Porque todo el mundo lo ha dado no mames, creo que hasta los de primaria han besado más personas que tu- Quería alivianar la situación pero ya estaba demasiado tensa y ni siquiera sabían por qué.

-Pues yo creo que debería ser en el momento y con la persona indicada...- Estaba algo receloso pero a la vez siendo muuuy sincero a comparación de lo que siempre era.

-Apoco vas con un radar y te avisa cuando puedes besar o no- Roier se empezaba a sentir estresado por la situación.

-Pues yo creo que hay que planear bien las cosas si no todo puede salir mal- De la nada se puso nervioso, es cierto, si seguía asi toda la vida nunca conseguiría nada.

-Las cosas son espontáneas mamón, solo lo haces y ya- Alzó los hombros como si fuera algo de todos los días. -Lo peor que puede pasar es que te rechacen y lo mejor es que te sigan el beso-

-Ay ya cállate, tu seguro no has besado ni a tu mamá y me quieres aconsejar- Tenía la cabeza agachada, se sentía como el más tonto en ese momento.

-No sabes ni de que hablas pendejo, si yo quiero agarro y te beso ahorita cabrón- Entonces el azabache levantó su cabeza y los ojos de ambos se encontraron.

-No tienes huevos- Quackity dijo las palabras mágicas y como el mismo dijo, todo salió mal.

Roier lo tomó de las mejillas y ahí estaban, sus labios estaban juntos y haciendo presión pero ninguno hacía nada. Esperen, estaba besando a un hombre y no cualquier hombre sino que a su eterno rival. Los pensamientos empezaron a llegar a su mente y este estaba a punto de hacerse para atrás hasta que sintió como el peli negro movía los labios de manera muy inexperta a lo cual sintió ternura.

Roier decidió mover sus labios, a diferencia del otro este si contaba con experiencia en aquello, no sentían un momento mágico pero en la habitación subieron la calefacción pues este sintió como cada vez hacía más calor. Hasta que sintió como su mejilla ardía.

-Que estás haciendo idiota, somos hombres cabrón, aléjate de mi maldito raro- le había dado una cachetada.

Quackity se fue corriendo a su casa pues ya estaba amaneciendo y Roier se quedó con un sentimiento raro en el pecho. ¿Qué acababa de pasar?

Esto es guerra!! (Spiderduck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora