9. ¡Tengo miedo!

598 47 10
                                    

Escucha yo... Elisa comenzó a hablar, pero la verdad era que estaba en blanco, no sabía exactamente qué decir.

Tal vez deberías considerar darle una oportunidad a Max. "¿Qué? ¿Pero qué rayos estás diciendo?" pensó Carlota.

¿Perdón? Dijo Elisa descolocada.

Dicen que el primer amor nunca se olvida. "¡Cierra la boca estúpida!". Se gritó mentalmente. Era como si su boca tuviera vida propia, las palabras habían salido sin siquiera pensarlas.

Elisa se le quedó mirando anonadada y con ganas de gritarle que qué le pasaba, pero en su lugar, tomó aire, tragó grueso y negó con la cabeza antes de mirarla con incredulidad y darse la vuelta para salir del agua. Necesitaba alejarse con urgencia.

Elis... La llamó, pero al ver que no se detenía, se apresuró a seguirla. Baby espera.

Elisa tenía la boca apretada de la rabia que estaba sintiendo y apresuró el pasó, porque en ese momento, no quería ni verla.

Baby, por favor. La tomó del codo.

¿Qué quieres Carlota? Dijo volteándose con ímpetu, quedando frente a frente con Carlota. ¿Sabes? Tal vez deba hacerte caso y darme una oportunidad con Máximo. Al menos él no teme arriesgarse por lo que quiere. Le dijo para herirla, tal y como la había herido momentos antes con aquella loca sugerencia. Carlota se quedó muda por un par de segundo, pero cuando vio que Elisa se separaba para seguir su camino, reaccionó y habló

¡Tengo miedo! Dijo finalmente, antes de que soltara alguna otra imprudencia.

Como bien le había dicho Alexa, Elisa era la persona que mejor la conocía en el mundo y la aceptaba con sus virtudes y defectos. Entendía su sarcasmo, sus ironías, su humor negro. Sabía lo que pensaba con sólo una mirada. Y en el sexo, había sido toda una sorpresa la conexión que sintió al estar juntas. Por primera vez en mucho tiempo, había sentido la "necesidad" de estar con alguien no solo por la satisfacción física, sino por todo lo que movía en su interior.

Era estúpido seguir negándose a sí misma que tenía sentimientos hacia Elisa. ¿En qué momento había sucedido? No lo sabía, pero ¿A quién le importaba? Después de ese pequeño interludio entre Elisa y Máximo, todo su cuerpo, mente y alma le gritaban que corriera hasta ella y no la dejara ir y eso debía significar algo ¿Cierto? Debía hacer algo o luego lo lamentaría.

Tengo miedo baby. Se sinceró.

Elisa se detuvo al escucharla, se volteó pero apretó los labios mientras la miraba en silencio unos segundos, antes de responder.

¿Y crees que eres la única que tiene miedo Carlota? ¿No te has detenido a pensar tan siquiera por un segundo que yo también estoy aterrada? Le reprochó. No. Claro que no lo has pensado porque solo ves tu lado de la historia.

No es así baby. Intentó hablar, pero Elisa no la dejó. Estaba tan enojada que no podía callarse.

¿En serio no es así? ¿De verdad? La retó acercándose más a ella y bajando la voz. No era habitual que Elisa le hablara así, por lo que entendió lo egoísta que había sido. Hasta ahora lo que has demostrado es que crees que esto es un paseo por el parque para mí. Le dijo con dolor en la voz.

No baby. Negó con la cabeza.

¿Crees que yo no tengo miedo? ¿Crees que para mí ha sido sencillo dejarte ir cada domingo sin saber si sería el último? ¿Sin saber si regresarías? ¿Crees que eso era divertido para mí?

Baby... Intentó hablar Carlota nuevamente, pero Elisa no la dejaba.

¿Crees que no entiendo por qué no quieres enamorarte? ¿Crees que no recuerdo lo mucho que sufriste con Sergio? Yo estuve allí Carlota ¿Lo olvidas?

Insospechado amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora