Yoongi.
—Espero que te sientas feliz ahora. Rey insensato, imprudente y hosco.
NamJoon está furioso conmigo y la razón de esa furia que arde en sus venas viene siguiéndonos en un carruaje custodiado por guardias.
Cuando confirmé mi asistencia al festival de la cosecha en el reino de Kalaí todo a mi alrededor se desestabilizó. Los miembros del concejo se dividieron en opiniones que me importaban menos de un liris, pero lo más estresante para mí fue lidiar con la insistencia de Taehyung. Era evidente que deseaba viajar con nosotros al reino vecino, así como también resultaba claro que NamJoon no iba a permitirlo.
Kalaí es un lugar extravagante y muy extraño. Lo que tiene de hermoso lo tiene de arcaico, y sus leyes contra los donceles me resultan lamentables. Es como si tuviesen la necesidad perenne de imponer su dominio ante la singularidad del ser humano, como un intento pobre de poderío, o la frágil huella de una peste derrotada.
Por supuesto que entiendo el enojo de mi consejero (aunque jamás lo admitiré en voz alta). NamJoon es muy protector con su hermano y yo permití que Taehyung nos acompañara a un reino donde si pudieran lo mandarían a la horca; sin embargo, debo decir que me será divertido ver la furia en los monarcas de Kalaí, y claro que disfrutaré ver como se retuercen de disgusto cuando tengan que presentar respetos a un doncel de mi reino.
Lo tienen merecido por sus pensamientos anticuados.
Los donceles son las personas que se han llevado la peor parte en la historia de los grandes reinos. Mi padre fue uno de los principales creyentes de la maldición que formaba la marca de sus nacimientos, y se alimentó de ello a tal nivel que Parklared también castigaba con la esclavitud y, en casos extremos, la pena de muerte.
La ley de hierro negro era la que los encadenaba a una vida de desdicha, y esa fue la primera ley que anulé en cuanto me senté en el trono.
Me gané una rebelión y una guerra que libré sin mayores problemas. Valió la pena porque en mi reino los donceles tienen la libertad de hacer con sus vidas lo que les plazca, pero es difícil para ellos aceptarlo cuando sus antepasados no conocieron más que muerte.
Taehyung es uno de los pocos que disfruta de su vida con plenitud y sin temores. Usa grandes vestidos de todos los colores, maquilla su rostro y siempre camina cubierto de joyas. A veces me asusta verlo tan estrafalario, pero me reservo mis comentarios porque el hermano menor de NamJoon es terriblemente sensiblero.
Continúo concentrado en mis pensamientos, con mis ojos curioseando en el camino que nos está llevando hasta Kalaí. Hay una caravana completa de carruajes que van custodiados por un equipo de mi ejército. La seguridad es evidente, pero nada de lo que haga tranquilizará a mi consejero histérico.
—¿Qué querías que hiciera? —pregunto, sin molestarme en mirarlo—. Taehyung lleva mucho tiempo encerrado, necesitaba distraerse.
—Kalaí no es opción y lo sabes —afirma, mientras me apunta con el dedo.
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La joya del monarca ⚔︎ YM
RomansExiste una antigua leyenda que cuenta la existencia de cuatro grandes reinos. Parklared y su grandeza. Kalaí y su entereza. Orien y su nobleza. Luar y su fortaleza. Los escritos ancestrales cuentan la historia de un príncipe, cautivo y justo que, po...