thirty one

152 15 0
                                    


Jeongin no recuerda haber llamado la atención antes, él siempre pasaba desapercibido y eso a él no le molestaba, al contrario. Pero ahora, por alguna razón, todos lo miraban y eso no le gustaba. ¿Qué había cambiado? Nada, al menos eso pensaba él.

Pero si le preguntaran a Hyunjin, él tendría cientos de respuestas. Amaba a su novio, amaba todo en él, poco importaba si era delgado o no, le hacía el amor de igual forma, y eso no cambiaría en la actualidad ahora que presumía sus gruesos muslos, que por el amor de dios le encantaban y quería morderlos, lo haría un día de estos cuando su gruñoncito esté seguro de dar ese paso.

Ah, su gruñonsito, era tan hermoso y aparentemente ahora estaba llamando mucho la atención. Sabía que no era algo que Jeongin hiciera a propósito, solo que la gente había dejado de estar ciega, pero era muy tarde, Jeongin era suyo y él era de Jeongin, no había devoluciones, qué mal por quienes no apreciaron al menor en su momento.

-¡Hola!- Jeongin se exaltó cuando un completo desconocido se le acercó, pero lo ignoró y se fue con sus hermanos. No era grosero, pero estaba muy ocupado, y por la sonrisita que tenía el desconocido y cómo sus acompañantes se reían, él solo dedujo que debía ignorarlo. -Oye- Doyoung tomó el brazo del desconocido.

-Te recomiendo no hacerlo- Le sonrió para soltarlo y seguir comiendo. -Ahora mi hermanito es más atractivo- Lloriqueó el mayor.

-Jeong siempre ha sido atractivo- Comentó Jungwon. -Todos mágicamente dejaron de ser unos ciegos, esa es la realidad- Doyoung puchereó.

-Innie..." El castaño volteó. -Deja de ser lindo.- Jeongin rodó los ojos y siguió con su trabajo.

Aquel desconocido, junto a sus amigos, de un día para otro se aparecieron todos los días en la cafetería, y eso ya tenía fastidiado a Jeongin. No ordenaba a menos que fuera él, ¿y para qué? Solamente para darle cumplidos que él no deseaba, miradas que eran demasiado para él, uno que otro comentario repugnante sobre su cuerpo e incluso propuestas que lo único que le generaban era asco. Él estaba llegando a su límite.

-No puede ser...- Gruñó Jeongin al reconocer a los mismos tipos. Acarició sus sienes y respiró. Él no los iba a tener que soportar porque ese día salía temprano, así que todo estaba bien.

Alzó una ceja cuando el tipo que mayormente lo molestaba se le acercó con una sonrisa coqueta, según él, porque en realidad se veía como un idiota. Dejó que se acercara para escuchar la estupidez que tenía para ese día. Quizás lo golpearía si agotaba la poca paciencia que tenía.

-He estado viniendo aquí por tres semanas.- Jeongin lo miró sin ninguna expresión.

-¿Y me debería importar? - Cuestionó.

-Aún no sé tu nombre.- Jeongin sonrió con molestia. -No me molesta seguir llamándote lindo, y quiero que salgamos.- Los ojitos de Jeongin se alzaron, mirando detrás del fastidioso desconocido.

Presenciar a Hyunjin molesto le gustó; eso aumentaba las ganas de querer estar con él íntimamente, aunque quizás solo se besaran por un largo rato, o tal vez no, depende.

-¿Dijiste que quieres salir con mi novio? - Jeongin solo miró al mayor, totalmente enamorado. Lo amaba.

Doyoung miró desde atrás y llamó a su hermano menor para que también viera lo que pasaba.

No pasó mucho tiempo antes de que el tipo quisiera retar a Hyunjin, afirmando que si quería invitar a Jeongin a salir. La sonrisa que el pelinegro le mostró al desconocido fue escalofriante, sin mentir. Hyunjin le pidió hablar fuera del establecimiento, porque de ninguna forma iba a golpearlo hasta que se arrepintiera ahí dentro de la cafetería de sus suegros; mejor afuera. Y lo cumplió, bueno, no tuvo la oportunidad de hacerlo arrepentir, pero su mirada le dijo mucho. Jeongin, obviamente, tuvo que intervenir, haciendo que sus hermanos se quejaran porque ellos querían ver al tipo suplicar, hasta que sus padres preguntaron qué pasó.

⌗ 𝗝𝗼𝘆𝗳𝘂𝗹 𝗱𝘂𝗲𝗹 ˙ ﹒𝗵𝘆𝘂𝗻𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora