Epilogo

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La tormenta de nieve golpeo la ventana de su habitación, el cielo oscuro ya era una visión normal para él, ya había pasado mucho tiempo desde que vio el cielo azul, sentado en el marco de la ventana cerro los ojos y medito.

Mientras tenía un debate interno, las pisadas de varias personas resonaron en el pasillo, girando la cabeza miro la entrada de su habitación, una habitación vacía sin decoraciones o alguna pertenencia suya.

Pronto la puerta se abrió revelando a una chica de cabello blanco que venía acompañada de un hombre alto con ropa verde –nunca sales de tu agujero ejecutor, tendremos una sesión de información y necesito que estés allí- dándose la vuelta salió de la habitación, girando un poco la cabeza para ver al chico que solo la veía sin emociones.

Volviendo su atención a la ventana continuo sus pensamientos.

Hace unas semanas llego al centro de la Antártica. A la base secreta denominada chaldea, una agencia secreta fundada por magus para la preservación de la humanidad, él no estaba del todo informado cuando se lo envió al otro extremo del mundo.

Pero según chaldea, la humanidad seria extinguida en diciembre del 2016, siendo la principal anomalía la singularidad F, una alteración en la historia que destruiría el mundo si no se neutralizara, si bien los gobiernos del mundo fueron participes en la creación de chaldea, la santa iglesia colaboro con lo mínimo.

Eso incluía una cierta cantidad de dinero y a uno de sus ejecutores, el cual tenía la capacidad de realizar el rei-shift, algo que salió en beneficio de la santa iglesia, ya que podrían enviarlo y monitorear la instalación y buscar al culpable de la muerte del primer director de chaldea.

Estas en una base de magus era como ser un espía con un letrero que decía (soy un espía) soltando una risita se divirtió con el pensamiento, mirando su atuendo, dejo escapar un suspiro, todos en la instalación llevaban un uniforme predeterminado, pero para alguien como el, no necesito cambiarse la ropa y mantuvo sus vestimentas de combate, ya que estuvo monitoreando.

Un mal habito al cual se acostumbró, saliendo de su habitación camino a paso lento por los grandes pasillos, su ropa negra y estola que colgaba sobre sus hombros se ondeó a su alrededor, caminando por los pasillos se encontró con la mirada de varias personas que desviaban la mirada y otros más valientes que lo miraban con asco.

Una acción muy divertida por parte de unos débiles magus, ocultando su risa subió primero al ascensor, los participantes en vez de entrar con él, decidieron esperar, mientras bajaba miro por las paredes del ascensor, la gran maquinaria que estaba a su vista, era increíble, la combinación de magia y tecnología nunca antes vista.

Cuando la puerta del ascensor se abrió, salió del ascensor dejando una pequeña avería, usando el mango de una llave negra, tranco el ascensor para que no subiera y los magus se vieran obligados a usar las escaleras.

Girándose continuo su camino, escuchando a los magus en la cima, quejarse por como el elevador no subía.

Continuando con su camino llego al centro de la reunión, donde una chica peliblanca caminaba de un lado a otro molesta y nerviosa, cuando entro en la habitación ella se detuvo y se giró para verlo, la molestia y nerviosismo brillaban en sus ojos.

-llegas tarde Shiro Kotomine- la chica coloco sus manos sobre su pecho tratando de intimidarlo, pero para el que la veía, sintió que miraba a un chiwawa. Alguien débil y de mal carácter que solo buscaba mimos.

-sabes, si quieres intimidarme puedo darte clases, no eres en nada de lo que pretendes ser-

Continuando su camino fue al asiento de última fila, sentándose cerro los ojos mientras esperaba que la reunión comenzara, la chica en frente se mantuvo silenciosa, su nerviosismo había aumentado, pero su miedo fue más.

Fauces del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora