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Sus ojos rebosaban de una alegría nunca antes sentida, sabía que al finalizar la singularidad ella desaparecería, lo sabía muy bien, pero encontrarse en el mundo aun con viva, hizo que se le grabara una sonrisa. Su felicidad era tan grande que no le importo mostrar una hermosa sonrisa a los policías que la esposaban, haciéndole parecer que consumió alucinógenos.

Siendo hombre y mujer fueron apresados en distintas celdas, Shiro el ejecutor que la había salvado aún no había despertado y estaba temiendo lo peor, sobre todo no vio a assassin en ningún momento desde que la arrestaron, dándole un mal augurio.

Espero que chaldea la buscara o algo que la ayudara a comunicarse con ellos, pero desconocía la situación de chaldea, eso si es que las palabras de Lev eran verdad, la incineración del mundo había ocurrido –oye niña, tienes derecho a una llamada-

Un poco molesta por como la llamaron asintió, si chaldea había logrado estar bien y el mundo estaba a salvo, ella podría comunicarse con ellos, ella tenía el número de la base para comunicarse.

Mientras el policía la guiaba al teléfono más cercano, miro por las pantallas de televisión de la jefatura policial como ella y Shiro estaban en una posición muy vergonzosa, su llegada al mundo había sido de la más bochornosa, todos en la estación de policía cuando la vieron caminar, la señalaron con el dedo.

Si ella podría ocultar su cabeza bajo tierra, lo habría hecho sin dudar, pero ahora necesitaba comunicarse con chaldea y ver que estaba pasando, luego se encargaría de borrar ese penoso momento.

Al darle acceso al teléfono, el policía se fue dejándola sola para su suerte, recordando los números de teléfono codificados que mandarían un mensaje en clave, marco un número especial que la comunicaría con el gobierno o en otro caso la torre del reloj.

Marcando el primer número de chaldea, espero que alguien contestara, pero no sucedió nada después de tres minutos, ella volvió a marcar varias veces a distintos números y no se conectó con ninguna llamada, después de unos cinco minutos comenzó a cuestionarse si había olvidado los números o los había confundido.

Aunque estaba pensativa porque no conectaba ninguna llamada, el policía volvió y la llevo a su celda, de mala gana tuvo que aceptar ser llevada a su celda hasta que volvió a ver a Shiro, aun después de pasar varias horas Shiro no había despertado y eso la estaba asustando un poco.

tragando saliva por la soledad que sentía miro a su alrededor buscando alguna idea en donde se ubicaba actualmente, pero no había ningún indicio hasta que vio en la pared de la cárcel un calendario.

En medio de las celdas había un pasillo con una pared de fondo y en ese fondo estaba el calendario marcando una fecha errónea.

Marcando seis de marzo de 2012, ella se mostró confundida, preguntándose porque los policías tenían un calendario falso, ya que el año era 2015 y no 2012. Antes de seguir con sus pensamientos varios policías aparecieron y se llevaron a Shiro cargándolo en su espalda –a donde lo llevan- Olga pregunto asustada por qué se lo llevaban

-al hospital, es extraño que todavía este dormido con todo lo que paso, oh acaso me dirás que le hesite algo-

-yo no hice nada-

-sí, si lo que digas- en un tono burlón se burló de Olga que apretó los dientes.

-espera, quiero hablar con tu superior- Olga grito con fuerza, pero fue ignorada como si no valiera nada, ella asustada retrocedió sentándose en la cama de la celda, recostando su cabeza en sus brazos llego a tener una idea.

Estaba tan acostumbrada en hablar varios idiomas que a veces no le importaba en que idioma hablaran, ella siempre sabia como responder, tomando como inspiración el calendario noto que este estaba escrito en italiano, así que dedujo que estaba en Italia o en un pueblo cercano.

Fauces del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora