⪩ ! 𝙗 𝙤 𝗒 𝗌? , 𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻.

diez.

Buhajeruk estaba bastante emocionado. Rodrigo lo había invitado a una cita esa tarde, lo triste es que su tiempo era limitado y solo estarian dos horas juntos, ya que su madre le había dicho que debía llegar lo más temprano a casa para ayudarla a cocinar.

Iván estaba con su mochila sobre sus hombros mientras caminaba hasta la salida del instituto, ya que aquel lugar era el punto de encuentro con rodri. Al notar que los amigos de angie estaban de camino a la salida, tensó su mandíbula y sintió su corazón acelerarse con molestia; debía de tener cuidado.

─ Hola, hola ─ saludó uno de los amigos de la ex de rodrigo. ─ Es el maricón.

El pelinegro miró al otro y retrocedió un poco. Debió haber tomado la otra ruta, sin duda alguna.

─ Ehm... No tengo tiempo ─ Habló mientras les mostraba una sonrisa casi sin ganas. ─ Debo irme ya y..

─ Cállate, ¿crees que nos importa? ─ inquirió uno de los más altos de allí y le arrebató la mochila a iván, lanzándola al otro chico.

Iván vió como su mochila comenzó a pasar de mano en mano en ellos. Eran cuatro personas, y ellos cuatro estaban pasandose su mochila como si de una pelota se tratase. Tragó en seco mientras intentó arrebatarle su mochila a uno, pero este le empujó y pasó nuevamente el bolso de color negro a otro de sus dos amigos.

─ Denmela ─ iván habló ansioso mientras se daba cuenta de la situación; Rodrigo seguro estaba esperandolo y su tiempo juntos se agotaria antes y deberían de esperar a otra fecha para pasar la tarde juntos. Sus ojos comenzaron a lagrimear mientras perseguía su bolso negro. ─ Ya... Basta...

Uno de los que medía aproximadamente diez metros más que iván detuvo la mochila y la alzó hacia arriba, parándose de puntillas.

─ Si la alcanzas nos iremos ─ el sonrió, pero iván frunció su ceño, no muy complacido por aquello.

Se acercó y se paró de puntitas, intentando alcanzar la mochila, pero simplemente no podía.

─ Densela ─ la voz de rodrigo se hizo presente en el lugar después de que este haya estado buscando a iván; finalmente lo encontró. ─ Ahora.

El chico miró a rodrigo con una mirada venenosa, pero le otorgó la mochila a iván sin rechistar y mandó a los otros brabucones a que lo siguieran lejos de alli.

─ Perdón la demora.. ─ buhaje relamió sus labios mientras abrazaba su mochila totalmente dolido. ─ Lo lamento..

─ No te disculpes ─ Rodrigo sonrió, intentando darle confianza al menor para que no se sintiese mal. ─ Ma dijo que no necesitaría ayuda, podemos ir a tu casa si quieres a ver una película.

Los ojos del pelinegro brillaron y asintió sin dudarlo. Se acercó al mas bajo para poder dar un casto beso en su mejilla, y ambos se sonrieron el uno al otro.