cuatro.

1.3K 108 16
                                    

Finalmente había llegado el comienzo de semana, donde todos debían entrar a sus clases nuevamente después de estar sábado y domingo en un día libre. Iván estaba mirando con ojos demandantes a rodrigo, quien estaba sosteniendo su cabeza con una de sus grandes manos, apoyado en una de las mesas del aula vacía.

─ ¿Seguro que no quieres ir a casa? Has vomitado toda la mañana ─ Iván habló.

─ No, no. Hace poco me tomé una pastilla para el mareo y dolor de cabeza, no hay problema.

El pelinegro suspiró suavemente mientras se cruzaba de brazos, viendo al mayor como si se tratara de una madre que está regañando a su hijo.

─ Iré a buscarte agua, no te muevas ─ salió del lugar y fue hasta su propia aula. Siente tenía una botella con agua por si ocasiones así ocurrían; un rodrigo con resaca los días lunes por haber ido a una fiesta no era nada nuevo ni del otro mundo.

Camínó silenciosamente y a paso ligero, cuando sintió que alguien lo empujaba de frente. Se giró para ver a la persona mientras tocaba su pecho -donde le habían hecho fuerza-, y grata fue su sorpresa al ver un papelito pegado en su camisa escolar.

"Maricón" y había una banderita de todos los colores.

Mierda.

Iván arrugó el papelito mientras sentía sus mejillas arder; él no era homosexual, no. No lo era. Solo que rodrigo hacía sus hormonas confundirse... Desde pequeño... Hace trece años atrás, sí. Era eso.

Caminó hasta su puesto y tomó la botella de agua rápido para luego salir prácticamente corriendo, asustado, hasta el aula vacía donde estaba rodrigo. Al entrar no vio solamente al carrera, sino también a angie consigo. Su corazón se detuvo y retrocedió levemente al ver a la peliazul mirándolo como si quisiera matarlo.

─ Aquí está el agua.. ─ se la extendió a la mayor, quien rápidamente la aceptó. ─ Si quieren los dejo un momento solos, yo.. No hay problema para mí ─ sonrió sin ganas de una sonrisa sincera y salió del aula sintiendo una presión en su corazón, ¿por qué no podía aceptar desde ya que le gustaba rodrigo? Cierto, porque si lo aceptaba iría corriendo a los brazos del ojiverde y se le confesaría... Lo cual terminaría en un rechazo total.

─ ¡Iván! ─ Brisa apareció corriendo detrás del pelinegro. Este se giró y sonrió al ver quién era.─ ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue con rodrigo?

─ Bien... Y no tan bien. Estaba con angie cuando me desapareci un momento para buscarle agua ─ se alzó de hombros y ambos comenzaron a caminar por el recinto estudiantil. ─ ¿Cómo te ha ido con angie?

─ Ella sigue insistiendo en que consiga novio ─ la fémina se alzó de hombros y suspiró rendida. ─ Ella sabe que me gusta.

─ ¿Sí? ─ Iván sonrió algo más feliz que antes. ─  ¿Que te dijo? Al menos sientes con un peso menos encima, ¿n-no?

Brisa negó con su cabeza un par de veces mientras sentía su cabeza doler. Se sentía bastante mal por iván y por ella, ¿por qué la vida en sí les tenía cosas tan malas preparadas? Solo esperaba que todo aquello diera frutos algún dia en un futuro, al menos una experiencia de vida nueva para nunca más caer en la misma situación.

─ Angie piensa que te gusta rodrigo.

Buhajeruk mordió su labio inferior y comenzó a unir hilos rojos en el plano de su cabeza, dándose cuenta que ahora todo cuadraba. Por ello el chico que le había pegado un papel, por ello angie lo había mirado tan mal... Mierda.

─ Y-Yo, ¿y si se lo dice a rodrigo? ─ inquiere, totalmente nervioso e impaciente. ─ No quiero ver a rodri nunca más en la vida, no, no, no. ─ moriría de vergüenza, miedo y tristeza.

Brisa guardó silencio mientras pensaba en algo. No sabía en qué pensar para ayudar aquella situación desoladora que ambos estaban viviendo; Angie la obligaba a conseguir novio para liberarse de ella en el ámbito amoroso y iván moria de nervios para que rodrigo no se diera cuenta de lo que sentía, por miedo al rechazo, suponía ella.

─ Finjamos que somos novios ─ la fémina habló, y iván la miró en blanco.

⪩  !  𝙗 𝙤 𝗒 𝗌?  ,  𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora