La puerta del apartamento de iván nuevamente sonó, solo que esta vez no molestó tanto al individuo debido a que sabia que del otro lado se iba a encontrar su novio, sonriéndole ahora a él y no a su victoriosa cita con alguna otra mujer.
El pelinegro abrió la puerta y dejó entrar a carrera, quien dejó una bolsita sobre la mesa como era de costumbre cada vez que iba hacia su hogar. Iván se agachó un poquito para alcanzar los labios de su novio debido a que el mayor era un poquito más bajo que él.
─ Buenos días ─ saludó el mayor. ─ ¿Dormiste bien? Deberíamos salir hoy.
─ Salimos hace unos días ─ Iván le miró desconcertado, ganándose una risa de parte del adversaro. ─ ¿Qué?
─ ¿No quieres salir conmigo?
─ No es eso, solo que sabes que no podemos tomarnos de la mano o mimarnos explícitamente si estamos en público.
Rodrigo rodó sus ojos y unió de manera corta sus labios con los del pelinegro.
─ Entonces vamos a mi casa, mamá no nos molestará tanto porque tiene cosas que hacer ─ y iván asintió, siempre se salía con la suya si se trataba de convencer a rodrigo y cambiar sus planes.
Cuando el pelinegro estuvo listo para salir ambos dejaron el departamento y fueron al hogar del mayor de ambos. Pero en el camino se detuvieron para poder ver unos peluches que le gustaron al mayor y captaron la atención del menor, los compraron y siguieron su camino.
Poco antes de llegar a la casa de los carrera, tomó la mano de iván con cuidado entre la suya y se sorprendió al no sentir el rechazo que generalmente se ganaba con un 'nos pueden decir algo', porque a pesar de todo ambos no estaban preparados para recibir odio público solo por ser homosexuales. Incluso en el siglo veintiuno se sentía como si fuera el siglo diecinueve si se vive en argentina.
─ ¡Llegué!
─ ¿Hijo? Creí que ibas a salir con... Oh, iván, hola ─ la voz de la madre de rodrigo se hizo presente en la sala. ─ Supongo que de nuevo te saliste con la tuya, ¿no?
Buhajeruk asintió triunfante y rodrigo bufó al ver que su madre chocaba los cinco con su novio. Los dos juntos lo iban a volver loco.
─ Bien, vayan. Yo los llamaré para el almuerzo, aunque seguro ivancito ni siquiera ha desayunado.
─ Sí lo hice ─ iván rió.
─ Si, me sorprende cada día más ─ dramatizó rodrigo, ganándose un leve golpecito de parte de iván.
Ambos finalmente caminaron hasta la habitación del de cabellos castaños. Estuvieron un rato hablando de videojuegos y luego se pusieron a jugar con los peluches de manera infantil pero bromista a la vez, hasta que en un movimiento rápido rodrigo le apartó el peluche de las manos a buhajeruk.
El pelinegro no se quedó atrás y se lanzó sobre su novio para poder alcanzar el peluche color azul pastel, pero este lo alzó hacia el cielo para que no lo tomase.
─ Dámelo ─ reclamó iván, sentándose sobre el regazo del de cabellos castaños, quien estaba sentado en la cama aún alzando el peluche de felpa.
─ A cambio de un besito
Iván rodó sus ojos y le dió un corto beso en su boquita, esperando su recompensa.
─ Cambié de opinión, no te lo daré ─ el ojiverde sonrió de manera burlona y iván frunció su ceño para comenzar a estirar su mano nuevamente hacia arriba.
En un acto inocente, iván dió un pequeño saltito que a rodrigo le puso los pelos de punta al sentir el peso de su menor rozar con su entrepierna, más sintiendo los muslos del adverso apegados a sus caderas y tenerlo tan cerca... lo sacó de sus casillas.
─ Ivi...
Iván miró algo confuso a su novio por el repentino cambio de voz, pero no pudo preguntar nada debido a que los gruesos y esponjosos labios de este ya estaban apegados a los suyos, devorando su boca de manera lenta y bastante tranquila.
Las manos de carrera bajaron hasta la cintura de buhajeruk y lo apegó más a su cuerpo, con tan poco ya se estaba calentando demasiado en apenas un par de segundos, pero iván no se quedaba atrás, había fantaseado tantas veces en un pasado estar así con rodrigo que lo hacía sentir tan bien ahora que se estaba volviendo realidad.
Iván mordió de manera timida el labio de su mayor y después volvió a unir sus labios, mas en un descuido no supo cuando la cálida lengua del de cabellos castaños ya estaba irrumpiendo en su boca y acabando con la poca tranquilidad interior que le quedaba.
Rodrigo deslizó sus manos hasta los muslos del menor, apretando la piel sobre los jeans que tenía puestos y pasando la palma de sus manos por lugares los que deseó recorrer más de una vez, pero negaba aceptar.
Y entonces, la puerta fue tocada un par de veces, haciendo que ambos se alejaran con rapidez y susto.
─ Pueden bajar ─ la voz de la señora carrera se hizo presente. ─ Apúrense, que se enfría
─ Ya se enfrió ─ susurró rodrigo sobre los rosados labios de su novio.
Y ambos tuvieron que bajar, simulando que nada había pasado o iba a pasar en esas cuatro paredes que eran testigo de muchas cosas, tanto el primer beso que rodrigo le robó a iván hasta las veces que la madre del castaño no los interrumpia.
𝗳𝗶𝗻.
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⪩ ! 𝙗 𝙤 𝗒 𝗌? , 𝗿𝗼𝗱𝗿𝗶𝘃𝗮𝗻.
Hayran Kurgu𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 ﹆ rodrigo carrera no quiere aceptar que le gustan los chicos... rodrigo carrera no quiere aceptar que le gusta iván buhajeruk. ── info 🖇 : ⌗. obra original de © 𝗳𝘅𝗿𝗴𝘅𝘁𝘁𝘁. ⌗. drama leve, fluff y ficción. ⌗. iván bott...