—No insistas hyung, no iré, sabes que no soy se salir a fiestas—habló el menor mientras caminaba, su vista iba fija en el suelo ni se atrevía a mirar a la cara a su amigo.
Minho miro de pies a cabeza al menor en espera de una explicación lógica, más sin embargo el castaño no dio señas de seguir con el tema, así que decidió no de añadir nada más a la conversación y seguir caminando.
Hace más de dos semanas que no a logrado conversar con Jisung lo que tenía planeado, y es que se le a hecho difícil, el menor lo evade todo el tiempo en la escuela, no contesta sus llamadas ni mensajes, y se niega a hablar con el cuando van juntos a casa.
La situación era abrumadora, pero el seguía intentando, quería acerle saber a Jisung sus sentimientos, ya no pensaba ocultarlos más.
—Jisung debo que decirte algo importante—habló el mayor con los nervios a flor de piel, esa era su oportunidad pero antes de seguir hablando el menor lo interrumpió.
—Si se trata de Yuna ya lo se—Jisung sabia que aquello le quema como nunca, pero ¿Que más podía hacer? Solo quedaba aceptar la realidad, Minho nunca lo vería con otros ojos—Se que salen ahora—término diciendo aquello con lagrimas en sus ojos, porque si, Jisung era de aquellas personas que no podían ocultar sus emociones y eso le enojaba, siempre están expuestas, y más frente a su mejor amigo que lo conocía como la palma de su mano, siempre que le miente en algo el termina descifrando la verdad, y sentía que ahora tenía que ocultar aquello en lo más profundo de su ser, no podía dejar que su hyung se diera cuenta, temia que lo rechazara de una manera cruel.
—No, Hannie, como crees, yo...yo no, yo—Como es que las palabras no logran salir de su boca en ese momento, si lo practico muchas veces frente al espejo—Hannie, yo solo quería decirte que-
—Estoy feliz por ti hyung—le interrumpió el menor aún con lágrimas en sus ojos— no tienes que darme explicaciones de nada solo somos amigos ¿no?—y si eso eran, solo amigos.
—Hannie... ¿Porqué lloras?—Pregunto el mayor mientras llevaba una de sus manos a la mejilla izquierda del menor, pero se sorprendió al ver que el menor la evito empujándola con sumo cuidado—Jisung, que ocurre...
—No es nada hyung, enserió—habló el menor mientras limpiaba sus lágrimas y mostraba una sonrisa fingída—es solo que....me alegra que al fin sea feliz al lado de alguien— y le dolía que ese alguien no pudiera ser el— lo siento, pero ya me voy, tengo cosas que hacer—sin esperar una respuesta el menor salió corriendo mientras derramaba lágrimas como si no hubiera un mañana.
Y ahí se encuentraba Minho, tumbado en su cama mirando un punto fijo en el techo, ya había pasado una semana de lo ocurrido y Jisung seguía sin querer hablarle ¿Había una razón? Y si la había no sabia cual era, ¿que pudo haber ocasionado la actitud de Jisung? Tampoco lo sabía, el menor no daba señales de sí quiera cruzar palabras, su actitud agora era más distante, no hablaba casi, y siempre que iba a su casa para hablar con el decía que estaba ocupado y que no tenia tiempo.
La situación lo estaba carcomiendo poco a poco..
Temía perder a Jisung, aquel chico de ojos almendrados y mejillas regordetas que hacia que sus días grises se convirtieran en hermosos colores, era tan cálido como la primera, tan bello como los árboles de cerezo al florecer, tan perfecto como una canción de Lana del rey y tan cariñoso como un oso de felpa.
Minho tenía que buscar la manera de hablar con el menor, tenía que buscar la manera de expresarle sus sentimientos...tenía que buscar la manera de recuperarlo, porque sentía que se moría de apoco con su ausencia.
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