Nota de tristeza

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Capítulo 31

Riley

Mi rostro estaba pegajoso y mis ojos tan rojos como los labios de "Blancanieves".
Tenía mi mirada concentrada en el suelo, no quería ver la reacción de ellos.

-Ven-me dijo Aiden.

No le hice caso.
Me quedé ahí. Como una estatua.
Mientras sollozaba.

Sentí un escalofrío que me recorrió la piel.
Vi mi mano y otra encima de ella.
Al levantar mi vista, me encontré con los ojos, hermosos, de Aiden.
Sonreí, a duras penas.

Rayos, que bien se sentía.

-Riley, ve con él-habló Maddie, mientras se agachaba y colocaba su mano en mi mejilla.
Asentí.
Aiden me llevó hasta la habitación de Maddie.
No quería que soltara mi mano.
Se sentía muy bien.

***

Maddie

Oh, diablos. ¿Por qué nunca me lo dijeron?
¿Huérfanos?
Maldita sea.
Estúpidos narcotraficantes.

Me dirigí al baño, a cambiarme y a despejar un poco mi mente.

***

Cuando terminé de cambiarme, me dirigí, hacia donde estaba Riley.
Entré a la habitación y me senté junto a ella.

-Riley-la llamé-iremos a tu casa.-le dije animándola-Haremos una pijamada.
-Gracias Maddie, pero no tengo ganas.-se disculpó.
-Deberías hacerle caso, Riley.-habló Aiden-A veces la mejor medicina, es una sonrisa.
-Tienes razón.-dijo levantando su mirada-La mejor forma de no sufrir, es no hablar de ellos. A veces, obviamente hay que recordarlos, pero con buenos recuerdos....no malos.

Esa es Riley. La extrañaba.

-Vamos, debemos hacer muchas cosas, Riley.-hablé.

Ella se levantó de la cama y secó sus lágrimas.

*Comentario*

Hola, ¿cómo están?
Quería  informarles que esta parte del capítulo lo voy a dejar hasta aquí.
No sé  si me entienden, pero solo la parte de aquí arriba.
Me imagino que se preguntaran...¿cuál  es la razón?
La razón es simple y sencilla.
Voy a pararla porque, en esta parte, se habla de aceptar la muerte.
Me ha costado aceptarla, no quiero escribirla. No me sentiría  bien.
Mi profesor, de fundamento, falleció ayer en un accidente de tránsito.
No saben lo duro que es no poder verlo dar clases.
Él nunca logró su sueño de poder graduarse de otra carrera, aparte de la que ya tenía.
Hoy lanzamos unos globos, blancos, con mensajes amarrados al aire, para poder recordarlo.
Hablamos con su esposa y la verdad, estaba desconsolada.
Bueno, mejor lo dejo hasta aquí, porque me pondré a llorar.

Diario de Una Adolescente 2: El Regreso (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora