Diario de Una Adolescente 2: El Regreso (CANCELADA)

Reconciliaciones y otra mentira

Capítulo 36

Maddie

-¡No puedo creer que hayas despertado!-dije entusiasmada.
-¡Yo también!-respondió con un brillo en sus ojos.
-No puedo esperar a que Jack y Aiden se enteren.-dije abrazándola.
-¿¡Qué, qué!?-se soltó-¿Les dijiste?
-No exactamente.-dije meneando la cabeza-Tú lo hiciste.
-¿Cómo les pude haber avisado si yo estuve en una cama todo este tiempo?-dijo resignada.
-Lo sé, no soy boba.-señalé-A ver, llegaste a este hospital, a estar en este cuarto y en esta cama, por Aiden.
-Eso no puede ser cierto, si yo estoy molesta con él.
-Pues, yo estaba con Jack y él apareció con tigo sobre sus brazos.
-¡Me estaba cargando¡-exclamó-Pero le dije que no lo quería volver a ver.

Analicé un poco lo que me dijo.
Riley, enfadada con Aiden.
Eso es raro, porque Aiden es muy atento con Riley(y creo que hasta demasiado...si saben a lo que me refiero).
-Por qué?
-Eso es...-se detuvo, estaba analizando lo que iba a decir-privado.
-¿Riley?¡Despertaste!
Oímos una voz a lo lejos e involuntariamente nos volteamos.
Reconocí esa cara como si ya fuera una rutina diaria mirarla, Jack.
Miré a Riley y esta, tenía una cara de molesta.
-Sí, ya desperté.-dijo con tono molesto.
A él no le importó y se acercó a donde su hermana y la abrazó.
-No puedo creerlo, estoy feliz de que estés bien.
-Sabía que despertarías.-dijo Aiden mientras entraba al cuarto-Siempre tengo fe en ti.
No se por que sonreí, pero me pareció romántico.
-¡No le hables así a mi hermanita!-protestó Jack.
Siempre viene Jack y lo arruina.
-¡Basta!Por favor-gritó Riley-Aiden, sal, no quiero verte.
-Pero yo...
-Te he dicho que salgas.-repitió, con lágrimas es sus ojos.
Él le hizo caso y salió con la mirada gacha.
-Estoy orgulloso de ti Riley-dijo sonriendo Jack-Estás muy pequeña para tener un novio.
-Tu también vete-le exigió ella-Me has hecho mucho daño y ahora quieres hacerte el "mejor hermano".
-¡No hables así jovencita!-le regañó Jack-Estás castigada.
-Jack, no puedes hacerle eso.-dije.
-¿Y ahora estás de su lado?-dijo con un tono sarcástico.
-Sabes que eres mi mejor amigo pero Riley tiene razón,-le expliqué-no sabes cuanto daño le has hecho.
-Maddie tiene razón, nunca me has apoyado como un hermano. Además, sabes que en estos momentos,-señaló-eres la única figura paterna que tengo.
-Tienes razón, nunca lo había visto de esa forma.-me sorprendí al notar el cambio repentino y como se afloja al ver la expresión de tristeza y dolor de su hermana-Soy tu único familiar y figura que tienes en estos momentos y la verdad nunca pensé que pensaras eso de mi.
Pensé que esto de ser no hacer caso a lo que te decía, eran cosas que pasan a tu edad, pero nunca pensé que fuera porque no piensas que yo sea tu hermano.
¿De verdad pensabas eso de mi?
-Yo...-se detuvo-sí, nunca me hacías caso, solo te interesabas en ti y nunca me dejabas salir con mis amigas, ni siquiera hablar por teléfono...parece que lo único que te importaba eras tu y Maddie-me miró.
Jack también se volteó para mirarme, sus ojos se conectaron con los mios. Me sonrojé.
-Jack, no sabía que lo único que te importaba...además de ti, era yo.
-Bueno, la cuestión...es que siempre me has importado.
El rojo comenzó a subir a mis mejillas.
-Em, lamento interrumpir su...charla pero,-habló Riley-Jack y yo todavía tenemos algo de que hablar.
-Sí, claro, yo los voy dejando.-dije mientras iba desenroscando la perilla de la puerta.
-No, te quiero aquí.-dijo Jack mientras me detenía, agarrando mi mano.
Sentí miles de mariposas en mi estómago.
No respondí y solo me limité a sonreír.
-Es cierto, yo te quiero aquí también...no de la forma en la que Jack te quiere aquí- me sonrió de forma picarona-pero eres una gran amiga.
-Vaya, gracias.
Me senté, junto a Jack e hice una dinámica.
-Esto es lo que vamos a hacer chicos, Riley tu vas a decir lo que piensas y Jack tu responderás y viceversa ¿de acuerdo?
-Está bien.-suspiró-Yo...

***

-Entonces, ¿no mas discusiones entre hermanos?
Se miraron y sonrieron.
-No mas discusiones entre hermanos.-dijeron al unísono.
Sonreí, me alegra verlos felices, no como antes que cada vez que estaban juntos...era mala señal.
Ellos me devolvieron la sonrisa y los abracé.
-Gracias Maddie...por todo-dijo Riley.
-De nada-respondí con una sonrisa.

***

-Veo que la paciente ya despertó.-dijo el doctor.
-Sí, ¿y está bien?-preguntó Jack.
-Los exámenes salieron bien.-señaló el doctor-¿Cómo se siente?
-Yo me siento mejor, ya estoy recuperada.
-Bien, ya podemos darle de alta, así que puede agarrar su ropa y cambiarse en el baño.
-Gracias.-respondió y se levantó.
Agarró su ropa y se dirigió al baño.
-Ahora, tengo que hablar algo con usted joven Jack.
-¿Qué pasó?-se preocupó-¿Algo malo?
-No es tan grave, se puede tratar,-nos explicó-pero los exámenes demuestran que ya tiene esa enfermedad.
-¿Qué enfermedad?-pregunté preocupada.
-¿Desde cuando es anémica?
-¿¡Qué!?-exclamé.
-Maddie, baja la voz-me calmó Jack-Ella no lo sabe.
-¿Saber qué?-preguntó Riley, con curiosidad.
-Señorita Riley, usted es anémica.
-Eso no es cierto.-dijo, mientras negaba la cabeza-Yo estoy bien de salud.
-Los estudios que le realizamos, no demuestran eso.
-¿Qué?-preguntó-¿Acabo de desarrollarla?
-No, lo tienes desde los 9 años.-esta vez habló Jack.
-¿Y no pensabas decirmelo?
-Te lo iba a decir, pero tal vez no ahora.
-Y tu Maddie-me señaló con el dedo-¿Tanbién lo sabías?
-Te lo juro, no. Me acabo de enterar porque el doctor lo acaba de informar.
-Esta bien, te creo.-volvió a mirar a Jack-Y yo que pensé que los hermanos no tenían secretos.
Dio media vuelta y se fue.
-¡Riley, espera!-gritó Jack, pero ya era demasiado tarde..se había ido corriendo y abandonado el hospital.

***

Riley

¡No puedo creerlo! Es increíble que mi hermano me haya ocultado algo tan serio desde hace 4 años.
Pensé que ya nos habíamos arreglado, que no había más problemas y ahora me doy cuenta de que no.
Estaba corriendo, mi cabeza daba vueltas.
No se que otras mentiras me estuvo ocultando.
Mis mejillas ardían y mis ojos comenzaban a expulsar pequeñas gotas de agua y que luego se convirtieron en grandes.
Mis vista comenzó a nublarse y choqué contra algo o alguien.
Cuando logré mirar, me encontré con los ojos de Aiden, me miraban preocupados.
Sin pensarlo dos veces, lo abracé con todas las fuerzas que aún me quedaban. Él me correspondió.
Lloraba y lloraba sobre el hombro de él.
Me sentía protegida.
-Perdona por todo lo que te he hecho.-dijo sobre mi oído.
Me solté un poco y lo miré a los ojos y le di un beso en su mejilla y lo volví a abrazar.