Diario de Una Adolescente 2: El Regreso (CANCELADA)

Te amo (2/3)

Capítulo 31

Maddie

Son las 11:30 p.m.
Riley está dormida. No puedo dormir. ¿Qué me pasa?
¿Será que la noticia me afectó tanto?
Me pongo recta. Coloco mi almohada sobre el respaldar de la cama y me recuesto.
Pienso un poco.
¿Qué será? ¿Será la cama? No, la cama no puede ser. Ya yo he dormido aquí antes.
Dios, vamos Maddie, concéntrate en la cama.
Intenté cerrar mis ojos pero fue imposible. Algo me lo impedía.
Ni modo.

Me levanté, sin hacer mucho ruido y comencé a merodear por la casa.
Me dirigí hacia la cocina, abrí el refrigerador y saqué un litro de leche y me lo serví en un vaso. Luego me senté en la mesa a tomar la leche y a reflexionar un poco.
¿Qué podrá ser?
Le di un sorbo a mi leche y la respuesta a todas mis preguntas llegó.

-¡Jack!-grité sobresaltada-Claro, ¿cómo nunca lo pensé?.

Está en una cárcel para menores.
Debo ir, aunque tal vez no pueda pagar la fianza.

***

Entré a la habitación para buscar ropa, pero no pensé que estuve en un hospital y que no tengo ropa.
Aghh. Voy a tener que ir a mi casa.

Me coloqué una bata y salí de la casa de Jack, en dirección hacia la mía.
Suerte que mi casa no estaba tan lejos.
Cuando llegué, me pare en seco frente a la puerta, un escalofrío me recorrió la piel.
La casa estaba oscura, se notaba que estaba abandonada.
Giré la perilla y la puerta se abrió.
Di un paso hacia delante y asomé mi cabeza.

-¿Hola?

Nadie respondió. Cuando por fin entré del todo, no podía ver nada.
Busque por todas parte el interruptor, pero cuando lo encontré y lo encendí, no había luz.

Maldición.

Un momento, sé donde hay una linterna.

En la cocina.

Iba avenzando hacia la cocina con pasos cortos y lentos. No quería caerme.
Con cada paso que daba, crujían los vidrios en el suelo.
Al fin llegué a la cocina y comencé a tocar todo para poder encontrar el cajón que contiene la linterna.
Lo encontré y abrí el cajón, saqué la linterna y la encendí.
Milagrosamente tenía baterías.

***

Subí las escaleras lo más rápido que pude.
Giré la perilla de mi cuarto y entré.
Abrí el armario y busqué lo mas rápido y comvinable que encontré.
Me puse un pantalón negro de jean y un suéter de color rosa.
Encima del suéter me puse un abrigo y en la cabeza me puse un gorro.

***

Katy

Eran las 12:30 de la madrugada y recibí una llamada.

*Comienzo de la llamada*

-¿Hola?-respondí con sueño.
-¿Katy?, oh gracias al cielo.
-¿James?¿Por qué me llamas a esta hora?
-Es Jack.
-¡Jack!-dije sobresaltada-¿Qué le pasó?
-Está en prisión.
-¡¿Qué?!-grito y salto de mi cama hacia la puerta.-Voy para tu casa.
-No, estoy en la prisión-hace una pausa y continúa-pagando la fianza de Jack.
-¿De verdad?-una sonrisa iluminadora se coloca en mi rostro.
-Sí. Él es mi amigo y los amigos se ayudan mutuamente...¿cierto?
-Tienes razón. Bueno, voy a la prisión, esperame allí.
-Bien.
-Bien, te amo.
-Yo también te amo.

*Fin de la llamada*

Me aliste y salí de la habitación en dirección hacia la salida.

Espero que mi tía esté dormida.